“NUESTRO MEJOR TRIBUTO A MIGUEL CONTRERAS PODRÍA SER ACEPTAR SU VISIÓN DE UNA SOCIEDAD MÁS EQUITATIVA Y JUSTA”.-Palabras del Cardenal Rogelio Mahony sobre la muerte de Miguel Contreras

La comunidad del Sur de California, el Movimiento Obrero y los trabajadores en todas partes, han perdido un gran campeón y líder con la reciente muerte de Miguel Contreras, el Secretario-Tesorero de la Federación del Trabajo del Condado de Los Angeles.

Yo tuve el privilegio de conocer a Miguel Contreras por muchos años, primero lo conocí durante los esfuerzos de la Unión de Campesinos en el centro de California, para lograr contratos de trabajo entre los trabajadores agrícolas del cultivo de las uvas y los dueños de los ranchos. Su compromiso con la justicia y los derechos para los trabajadores, especialmente aquéllos en el nivel más bajo del espectro económico, era obvio entonces y nunca flaqueó en los años posteriores.

Él fue uno de los primeros líderes en nuestra comunidad en expresar preocupación de que tantos trabajadores de salario mínimo continuaran quedando atrás en su capacidad para sostener a sus familias. Aunque trabajaran tiempo completo en uno o más trabajos de pago mínimo, el ingreso de esas familias, era imposible de mantener los costos de vivienda, comida y ropa aquí en nuestra ciudad.

La voz de Miguel Contreras fue una de las pocas que advirtió que la brecha de las diferencias en el ingreso aquí en el Sur de California, seguía haciéndose más ancha. Mientras que se estaban creando algunos trabajos mejor pagados en nuestra comunidad, la gran mayoría eran trabajos de salario mínimo en el sector de servicios. Él buscaba traer los principios de la justicia social para influir sobre esta desigualdad y convertirse en el líder campeón para los trabajadores pobres aquí en nuestra comunidad. Él comprometió comunidades de la Iglesia, políticos y líderes de los vecindarios para trabajar por el mejoramiento en las oportunidades económicas para todos.

Miguel Contreras llegó a ser la voz de los sin voz y el poder de los indefensos al organizar a muchos inmigrantes que estaban trabajando en esas industrias de salario mínimo. Él ayudó a despertar la conciencia de esta amplia desigualdad entre todos nosotros, y reunió a la gente de todos los sectores de la comunidad para trabajar juntos en el mejoramiento de los salarios y los beneficios para todos los trabajadores, Él creía y proclamaba legítimamente que cuando cada familia gana un salario familiar justo para solventar las necesidades de su vida, entonces toda la comunidad se beneficia.

Yo lo voy a extrañar mucho como un maravilloso amigo y un fiel aliado en el trabajo en favor de los trabajadores pobres en nuestro medio. Nuestro mejor tributo a Miguel Contreras podría ser aceptar su visión de una sociedad más equitativa y justa en nuestro medio y trabajar juntos para hacer que ella llegue a ser una realidad. VN