
DESCANSE EN PAZ ARZOBISPO GEORGE NIEDERAUER
Por CARDENAL ROGELIO MAHONY
Con profunda tristeza me enteré del fallecimiento de un antiguo amigo y compañero de ordenación, el Arzobispo George H, Niederauer. ¡Que Dios lo tenga en la gloria!
El Arzobispo Niederauer y William J. Levada, su amigo íntimo de la Secundaria St. Anthony de Long Beach [posteriormente obispo auxiliar de Los Ángeles, arzobispo de Portland, arzobispo de San Francisco y cardenal prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe], se integraron a nuestra clase en 1954 para comenzar los estudios de filosofía en el Seminario Reina de los Ángeles, de San Fernando. Al cabo de dos años, nos trasladamos al Seminario de St. John, de Camarillo.
Su ingenio y buen humor fueron siempre el distintivo de su personalidad abierta y amable. Siempre tenía las palabras justas para ayudar a aliviar las tensiones y elevar el espíritu de quienes lo rodeaban -independientemente de la nube que se cernía sobre su cabeza. Sus estudios de literatura inglesa le dieron un repertorio único de citas que embellecían su conversación.
Se ordenó de sacerdote en Los Ángeles el 30 de abril de 1962, pero el Padre Niederauer pasó un solo año en asignación en una parroquia antes de empezar sus estudios de doctorado en USC, donde hizo la especialidad en literatura inglesa. Tras graduarse en 1965, empezó a enseñar en el colegio del Seminario de St. John durante los siguientes siete años. En 1972 fue nombrado director espiritual de los estudiantes del seminario, servicio que desempeñó por cinco años.
Tras un año de estudios especiales, fue asignado como director espiritual de los seminaristas estudiantes de teología del Seminario de St. John, donde desempeñó su ministerio por nueve años. En 1987 tuve el privilegio de nombrarlo rector del Seminario de St. John, labor que cumplió durante cinco años. Pasó un total de 27 años sirviendo en nuestros dos seminarios arquidiocesanos.
Tras un año sabático, en 1993 accedió al cargo de codirector de la Casa del Cardenal Timothy Manning de Oración para los Sacerdotes, función que desempeñó hasta noviembre de 1994, cuando fue nombrado obispo de Salt Lake City, Utah. Tras su consagración episcopal en enero de 1995, brindó sus servicios a los católicos de la diócesis hasta ser nombrado arzobispo de San Francisco, cargo que desempeñó hasta su jubilación en 2012.
El Arzobispo Niederauer fue una de las personas más inteligentes que he conocido. Su dominio de la literatura inglesa, su amor por la lectura -devoraba libros y artículos semanalmente- y su capacidad como líder y director espiritual lo prepararon bien para los muchos ministerios que Dios le confiaría en el correr de los años. Servimos juntos en varios programas en el seminario y seguimos siendo buenos amigos tras nuestras ordenaciones.
Sus 27 años en los seminarios suscitaron el cariño de generaciones de seminaristas y sacerdotes y su estilo atractivo de enseñanza y liderazgo hicieron de él uno de los profesores y rectores más populares del seminario.
Tras su consagración como obispo de Salt Lake City, desde el principio entabló relaciones especiales con los líderes de la Iglesia Mormona, papel que desempeñó a lo largo de sus años en Utah. Con el incremento del número de feligreses de habla hispana en el estado, agregó más misas en español para servir a esta población.
Fue famoso en San Francisco por su estilo pastoral extrovertido y atractivo, y trabajó bien con sacerdotes y líderes laicos para continuar la destacada renovación pastoral de sus predecesores.
Durante sus años como obispo y arzobispo, y tras jubilarse, continuó dirigiendo retiros para sacerdotes de todo el país. Sus presentaciones espirituales para sacerdotes eran ansiosamente esperadas y bien recibidas por éstos, y este ministerio especial fue uno de sus más grandes amores como sacerdote y obispo.
Un líder de la Iglesia especial y único ha regresado a la casa de Dios, y sus 55 años de sacerdocio y de ministerio episcopal han enriquecido a la Iglesia y a sus miembros en los estados del Oeste del país y más allá.
¡Que siga intercediendo por nosotros ahora que reside en la presencia de nuestro Señor Resucitado, Jesucristo! VN
El Arzobispo jubilado George H. Niederauer falleció el pasado 2 de mayo a los 80 años.
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