LÍDERES HISPANOS APLAUDEN RENUNCIA DEL JEFE DE POLICÍA DE DENVER

Denver.- Líderes hispanos y afroamericanos expresaron hoy su satisfacción por la dimisión del jefe de policía de Denver, Ron Perea, quién tras tan solo dos meses en el cargo renunció al constatar la firme oposición de los grupos minoritarios.

“Ron es un verdadero profesional que le dedicó su carrera completa a servir abnegadamente al público y a su país”, dijo el alcalde de Denver, John Hickenlooper, al anunciar el lunes la renuncia de Perea.

Para Estevan Flores, director ejecutivo de la Agencia Latinoamericana de Investigaciones y Servicios (LARASA), la renuncia de Perea evitó un escenario de crecientes tensiones con los líderes hispanos y afroamericanos.

“Su renuncia es una buena noticia para la comunidad de Denver en el sentido que esta comunidad merece sentirse segura y a salvo al conducir sus negocios o al divertirse”, dijo Flores a Efe.

“Además, necesitamos funcionarios que controlen especialmente a los malos policías cuando sea necesario y que los despidan cuando sea preciso”, agregó.

La controversia surgió cuando Perea decidió imponer sanciones leves a los oficiales Devin Sparks y Randy Murr, acusados de golpear a Michael DeHerrera en el centro de Denver el 4 de abril del 2009, a pesar de que los investigadores del caso habían solicitado el despido de ambos policías.

Un vídeo mostró a DeHerrera hablando por teléfono cuando Sparks y Murr llegaron y le golpearon.

DeHerrera estaba llamando a su padre, un policía de Pueblo (en el sur de Colorado) para quejarse de la manera en que los agentes estaban golpeando a otro hombre. El caso está siendo investigado por el FBI.

La semana pasada, más de 50 legisladores, concejales, educadores, dirigentes comunitarios y líderes religiosos hispanos y afroamericanos pidieron el despido de Sparks y Murr y la renuncia de Perea.

Las tensiones aumentaron el domingo pasado cuando 200 manifestantes se congregaron frente al Centro de Detención de Denver para protestar por la muerte de Marvin Booker, un recluso afroamericano que falleció dentro de la cárcel a manos de un policía, en un caso investigado como homicidio.

“Nadie se alegra cuando alguien pierde su trabajo, pero la renuncia de Perea permitirá recomponer las relaciones entre la policía y la comunidad”, opinó el Joseph Sandoval, profesor de criminología en el Colegio Estatal Metropolitano de Denver.

Fidel Montoya, jefe de seguridad de Denver en la década de 1990, lamentó que Perea haya sido “demonizado por los medios y por los líderes latinos”.

“Sé exactamente por lo que está pasando y cuán difícil es para él y su familia. Y sé cuán triste está por esta situación”, manifestó Montoya. VN

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