COMUNIDADES FRONTERIZAS SE VUELCAN CON MÁS NECESITADOS EN ACCIÓN DE GRACIAS
El Paso (Texas).- A lo largo y ancho de la frontera con México, los gobiernos locales se han unido para que las familias más pobres también puedan tener su cena durante la celebración de Acción de Gracias.
Anoche, cerca de 185 familias de escasos recursos residentes en la ciudad de Sunland Park, en el vecino estado de Nuevo México, recibieron un pavo de las autoridades locales, como parte de la festividad.
El evento se llevó a cabo en las instalaciones del centro para la tercera edad de esta ciudad, y hasta allí llegaron cientos de personas, quienes además del pavo, recibieron bombillas ahorradoras de energía, y abrigos nuevos para sus niños.
Los donativos fueron hechos en parte por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés), cuyos representantes acudieron al evento para entregar los obsequios.
“Queremos que la comunidad menos favorecida económicamente pueda tener su cena de Acción de Gracias. Es importante que el CBP se integre con las personas de nuestra sociedad, y así evitar que nos teman como sucede con muchos ciudadanos”, explicó a Efe la agente Soledad Ferrell.
Sunland Park es una ciudad fronteriza con México, y tiene un poco más de 14 mil habitantes, de los cuales la mayoría vive en condiciones de extrema pobreza.
“Visitaremos los hogares más pobres de la ciudad para llevar personalmente algunos regalos, incluyendo la cena de Acción de Gracias”, indicó Alondra Lozano, vocera de la ciudad.
En El Paso, el alcalde John Cook, y miembros de su equipo, realizarán mañana una cena pública, donde los invitados son todos aquellos que viven en las calles, o que no tienen los recursos suficientes para otorgar a sus hijos una comida especial.
“Es el séptimo año que realizamos esta cena con los más pobres de nuestra ciudad. Estamos esperando alrededor de 7 mil personas, ya que en años pasados el número ha sido muy similar”, explicó el alcalde.
Cientos de voluntarios llegan cada año a las instalaciones del Centro de Convenciones, para cocinar la cena que deleitará a los invitados, y para por una vez en el año, servirles y atenderlos como nadie lo hace.
“Es una experiencia enriquecedora y muy espiritual”, manifestó Linda Lee, una voluntaria que ha participado en este evento por tres años consecutivos en compañía de su esposo.
Al igual que Lee, los otros voluntarios tuvieron que registrarse con semanas de anterioridad, hasta el punto que desde hace una semana la oficina del alcalde viene repitiendo que ya no necesitan más colaboradores para el evento, pues esta vez son muchas las personas que quieren ayudar.
“Es un placer para nosotros saber que los ciudadanos se sensibilizan con esta labor y sacan parte de su tiempo libre para ayudar a los menos favorecidos”, explicaron a Efe miembros de la oficina del alcalde.
Según Ray Tullius, director ejecutivo del Centro de oportunidades para indigentes (OC) en El Paso, en los últimos dos años, el número de personas que han quedado en la calle por problemas económicos ha aumentado, sobresaliendo aquellos que provienen de ciudades mexicanas y que llegan a EE.UU. huyendo de la violencia.
“Nuestro centro da albergue a más de 150 hombres que no tienen donde pasar la noche. Agradecemos inmensamente la labor del alcalde durante esta cena de acción de gracias”, finalizó Tullius.
De acuerdo a las estadísticas de OC, el aumento de personas que buscan un lugar donde pasar la noche, fue de un 30 por ciento durante el primer trimestre del 2011 debido a la falta de empleos en el área. VN
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