<!--:es-->CHINA: UNA REFLEXIÓN SOBRE LOS DESAFÍOS ÉTICOS.-<!--:-->

CHINA: UNA REFLEXIÓN SOBRE LOS DESAFÍOS ÉTICOS.-

Por el Cardenal ROGELIO M. MAHONY

Arzobispo de Los Angeles

Noviembre 4, 2005.-

A pesar de todo el extraordinario progreso hecho en China, hay tres grandes desafíos éticos que me impresionaron mucho: La enorme brecha económica que separa la población china, el trato de problemas importantes como la política de “un niño por familia”, y la alta incidencia de VIH y SIDA en el país.

Estos desafíos éticos y sociales son formidables, y hasta los medios de comunicación que son vigilados muy de cerca, están reportando sobre estos problemas frecuentemente. Esos desafíos no pueden ser ignorados si uno quiere darse cuenta del potencial de China.

La brecha económica

Asumiendo que la población china es ahora de 1.3 billones de personas, la quinta parte de nivel más alto de esa población –260,000,000- ganan 50% del ingreso anual en China; esas personas tienden a vivir en las partes residenciales de las ciudades y en los centros económicos. La quinta parte del nivel más bajo de la población, otros 260,000,000 de personas, ganan el 4.7% del ingreso anual; esas personas son principalmente campesinos y viven en las áreas rurales. Las restantes 780,000,000 personas, ganan lo que queda entre los dos niveles anteriores.

La enorme división entre la quinta parte más alta de la población y la quinta parte más baja, es económicamente pobre y no puede ser sostenida en ninguna sociedad. Ya hay signos evidentes de creciente malestar en las vastas áreas rurales de China. De acuerdo con los periódicos chinos, la gente más pobre está buscando dos vías para manejar su infelicidad: Cada vez más personas están acudiendo en masa a las áreas urbanas en busca de cualquier clase de trabajo, y números crecientes de individuos están protestando en las áreas rurales, desafiando directamente las políticas económicas del gobierno y demandando mejoras en su nivel de vida.

Es irónico que en tanto que la televisión se vuelve más ampliamente accesible en toda China, más gente está cayendo en la cuenta de su grave situación y de las oportunidades que quieren lograr para ellos y para sus niños.

El desarrollo económico en todo el país es la única opción posible, ya que las ciudades no tienen posibilidad de absorber los millones de gentes que quieren escapar de su miseria y su pobreza, y añadirse a los centros urbanos que ya están sobre poblados.

Política de un solo niño

Para controlar mejor la población china de las zonas residenciales, se ha puesto en efecto la política de “un niño por familia” en todo el país. En tanto que es estrictamente implementada en las áreas urbanas, es menos efectiva en las áreas rurales.

La política de “un niño por familia” ha creado problemas morales definitivos, así como imprevisibles problemas de conducta y sociales. Mantener esa política ha resultado en números masivos de abortos así como en esterilizaciones forzadas, una indiscriminada indiferencia frente al valor de la vida humana. A causa de que un niño de sexo masculino es considerado de más valor para la familia, que una niña, muchos fetos femeninos son abortados tan pronto como los exámenes determinan su sexo. Con demasiada frecuencia las niñas son simplemente abandonadas.

Una nota positiva fue un gran número de parejas norteamericanas que estaban en el mismo hotel que yo en Beijing, para adoptar a niñas abandonadas. Fue muy motivador ver a esas generosas familias con sus nuevos bebés, desayunando por las mañanas.

Un hijo único crece sin la compañía y la experiencia de dar y recibir de hermanos y hermanas. Como resultado, el hijo único se vuelve más centrado en sí mismo y fácilmente se vuelve caprichoso por los mimos de los padres y los abuelos. Ellos adoran al hijo o la hija y crean, como lo dijo un comentarista, “mini-emperadores y emperatrices”, cualidades que ninguna sociedad necesita para producir futuros líderes creativos y productivos.

Ya que, según la tradición china, se espera que los niños cuiden tanto de sus padres como de sus abuelos, cuando ellos envejezcan, la carga que recae sobre este hijo único, es enorme. Seis personas ayudaron generosamente al crecimiento y la formación de este hijo o hija. Por lo tanto, cuando llegue a adulto(a), se espera que este hijo único apoye de la misma manera a esas mismas seis personas.

Ya que esto simplemente no es razonable ni posible, ¿Qué pasará con toda la población china anciana, que normalmente debería ser cuidada por una amplia red de hijos y nietos, en una sistema seguro de asistencia y apoyo?

Las predicciones son que ocurrirá un mayor desplazamiento social, ya que la tradición china del respeto y el cuidado de los ancianos no será cumplida como lo ha sido durante miles de años. ¿Quién ofrecerá cuidado y ayuda a esos ancianos –gente retirada– cuyo número será de cientos de millones?

En China, los científicos sociales, universitarios y oficiales del gobierno, están revisando ahora las implicaciones del concepto de “un niño por familia”, y ya están apareciendo signos de un cambio en esa política.

VIH y SIDA

Desde hace muchos años, China se ha rehusado a revelar información exacta sobre el número de personas infectadas de VIH en el país. Por una razón, había pocos exámenes convenientes y confiables para confirmar los casos activos, además, la política oficial era minimizar cualquier cosa negativa sobre la sociedad.

Pero la negación y el control de la información ya no ayudan en un programa a largo plazo de prevención y tratamiento de esta enfermedad. Los números oficiales chinos que aparecen en los periódicos indican 860,000 casos conocidos de VIH/SIDA. Se estima que en cinco años China podría tener 10 millones de casos de personas afectadas por la enfermedad.

Amplias áreas rurales se han convertido en VIH positivas desde que chinos muy pobres se han envuelto en el uso de drogas intravenosas y muchos vendieron su sangre a laboratorios para aumentar sus escasos ingresos. Como el uso de la droga y la recolección de sangre se hicieron con agujas no estériles y otros instrumentos, el VIH se extendió rápidamente a lo largo de muchas áreas pobres y rurales del país.

Conclusión

Las buenas noticias sobre el enorme crecimiento en el desarrollo de China son que el gobierno está acercándose cada vez más a los desafíos sociales que está enfrentando el país, y que se están dando pasos de forma muy activa para trabajar con la mayoría de esos desafíos. El crecimiento económico en sí mismo es insuficiente para que progrese una nación. La aceptación de los valores fundamentales morales y éticos, apertura, libertades básicas, y una mayor participación en las decisiones que afectan la vida de la gente, ofrecen la mejor esperanza para una China llena de promesas para el futuro. VN

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