EN DEFENSA DE LAS VÍCTIMAS DE LA VIOLENCIA EN MÉXICO
El líder del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, Javier Sicilia, continúa dándole voz a aquellos que no la tienen, y ahora planea dirigirse al Capitolio con el mismo reclamo
Javier Sicilia inició su Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad el año pasado, cuando tras el asesinato de uno de sus hijos, él y su familia se convirtieron en una de más de las sesenta mil familias que han perdido seres queridos producto de la estrategia para combatir el narcotráfico en México, iniciado por el saliente Presidente Felipe Calderón hace casi seis años.
Poco se ha logrado, según palabras del mismo Sicilia.
Esta semana, por ejemplo, el Senado mexicano tendrá que decidir sobre la Ley General de Víctimas, misma que incluye mayor protección de los Derechos Humanos, la creación de un Sistema Nacional de Atención de Víctimas, la creación de una Comisión Especial para dichos fines, el registro más minucioso de víctimas y un fondo de asistencia y/o reparación de daños.
Nadie duda que esta acción legislativa se debe a la presión nacional ejercida por el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad encabezado por Sicilia, pero el poeta es realista y sentado en un restaurant de la Plaza Olvera, después de haberse reunido con familiares de víctimas -algunos de los cuales viajaron desde San Diego para mostrarle apoyo y solicitarle ayuda para resolver sus casos personales-, y de una sesión cerrada con miembros de APLC (Asociación de Periodistas Latinos de California), pronostica el resultado.
“Es muy probable que el proyecto de Ley se apruebe, pero luego debe instrumentarse para que sea aplicable porque sí no, de nada va a servir”. Sicilia desconfía del sistema de gobierno mexicano y sus instituciones. A título personal y durante su recorrido por el país, ha podido constatar su ineficacia, su corrupción injertada a todos los niveles, y enfático, mientras espera su platillo, evoca algunos ejemplos que prevalecen prácticamente desde los inicios de México como nación.
“No podemos confiar en un gobierno donde menos del 2% de los crímenes que se cometen se investigan y resuelven. Por eso mi insistencia en la necesidad de crear un cambio que surja de la base de la sociedad civil”, agrega sin perder el hilo de las actividades que vino a realizar a Los Ángeles. Entrevistas con otros medios informativos, ponencias en la Universidad de Loyola, Pomona College y biblioteca Central de Los Ángeles -además, lo más importante en esta ocasión, reuniones con representantes de organizaciones civiles y laborales, con miras a realizar lo que ningún mexicano ha hecho en toda la historia de este país: organizar en agosto una caravana que recorrerá veinte ciudades de Estados Unidos hasta desembocar frente al Capitolio, en Washington, D.C., y decir lo que no ha dejado de decir desde el principio de su movimiento.
‘LA ESTRATEGIA DEL FRACASO’
“¿Cómo es posible que en estos seis años hayamos acumulado más de sesenta mil muertes, diez mil desapariciones y 160 mil desplazados y que la gran mayoría de estos crímenes sigan impunes?”, pregunta una y otra vez a los representantes de los medios locales y responde con una frase que igual se la ha dicho en su cara al Presidente Felipe Calderón y la ha repetido en los innumerables mítines realizados a lo largo y ancho de la republica mexicana, y que seguramente volverá a repetir a principios de este próximo septiembre cuando llegue con su caravana y se plante frente al edificio del Congreso de Estados Unidos, donde culminará su marcha.
“Es una tragedia causada directamente por una política de seguridad equivocada”, agrega responsabilizando directamente por igual tanto al gobierno de México como al de Estados Unidos.
Y es precisamente la corresponsabilidad en esta tragedia del gobierno de este país, la razón que lo impulsa a realizar esta caravana hasta Washington, D.C.
“Mientras no se ponga un alto al tráfico de armas, no se tomen medidas razonables respecto a la criminalización de las drogas, y no se combata el lavado de dinero, las cárceles de México y este país van a estar llenas de jóvenes mientras que los verdaderos criminales andan libres por las calles o trabajando en el gobierno con total impunidad’’, declara Sicilia levantando las manos en un gesto de exasperación ante la respuesta que han dado al problema ambos gobiernos.
Para el poeta y escritor mexicano -quien jamás se imaginó involucrado en esta debacle que afecta principalmente a los pobres en ambos lados de la frontera- y para un número creciente de intelectuales de México y Estados Unidos, la opción de incrementar el uso de métodos represivos de las fuerzas policiacas y militares sólo ha incrementado el número de víctimas inocentes.
“Cuantos jóvenes que nada tienen que ver con el narco han sido asesinados, algunos por aquellos que se supone tienen la misión de defender la seguridad de todos los ciudadanos’’, declara después de escuchar algunos testimonios de mexicanos que residen en este país pero que igual han sido afectados por la guerra contra el narco. Más tarde, durante la reunión con la Asociación de Periodistas Latinos de California, asegura que hasta ahora los únicos beneficiados son la industria de las cárceles de este país, y los miembros de las fuerzas armadas de México, recipientes de casi dos terceras partes de la ayuda ofrecida por Estados Unidos tabulada en unos 1,700 millones de dólares y de los cuales, según cifras proporcionadas en diciembre del año pasado por el mismo Gobierno mexicano, han recibido alrededor de750 millones.
PERSPECTIVAS PARA EL FUTURO
“Lo digo y lo repito, yo no abogo por el voto blanco. Esa es una decisión mía y cada quien tiene que tomar la propia. Pero lo que ofrecen los cuatro aspirantes a la Presidencia no apunta hacia ningún cambio. Si acaso, a lo mejor deberían [los electores mexicanos] de apostarle a [Andrés] López Obrador… ya probamos al PRI y al PAN y no funcionaron, quizás salgamos de la duda de que realmente ninguno sirve si le damos la oportunidad al PRD’’, declara.
Para Sicilia la tragedia que está viviendo México está fincada en conceptos contradictorios “conservadores”, que además de haber sido refutados por la historia y ser contradictorios a la misma teoría económica de “oferta y demanda”, a quienes más beneficia es a los carteles del crimen organizado y a la corrupción que permea a las estructuras del gobierno en ambos países; sin embargo previene, la única solución está en manos ciudadanas y mientras la gente no levante la voz y exija el cambio la situación seguirá empeorando.
“Estamos destruyendo a nuestra juventud”, declara mientras es despedido con numerosos gestos de apoyo.
La caravana dará inicio a principios de agosto en San Diego y pasará por Los Ángeles, Phoenix, Tucson, Santa Fe, Nuevo México, El Paso, Laredo, San Antonio, Houston, Dallas, Birminham, Chicago, Nueva York y Washington, D.C. Otras ciudades están incluidas pero no fueron mencionadas.
Más información: http://movimientoporlapaz.mx; y en la página electrónica www.globalexchange.org; organización que trabaja junto al Movimiento por la Paz en este proyecto.VN
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