HISPANOS SUFREN CONSECUENCIAS DE HAMBRE Y NUTRICIÓN DE BAJA CALIDAD

Un alto índice de hispanos pasan apuros en EEUU para dar alimentos nutritivos cotidianamente a su familia, debido a la falta de recursos, según un estudio difundido hoy por el Consejo Nacional de La Raza.

Líderes de La Raza (NCLR, en inglés), el grupo hispano de derechos civiles y acción política más grande de EEUU, explicaron en una rueda de prensa, que esta minoría -la de más rápido crecimiento en este país- “sufre tasas demasiado altas de inseguridad alimenticia”.

Informaron que casi uno de cada cinco miembros de esta comunidad de 42 millones de personas (19,6 por ciento o sean 8,23 millones) “sufre de hambre o falta de acceso a comida saludable cada año” lo que pone en peligro su salud y bienestar.

Advirtieron que de persistir este fenómeno dentro de la comunidad latina, el impacto de la falta de nutrición aumentará significativamente el peligro de que la próxima generación sea aún menos saludable.

La NCLR consideró que esta tendencia podría disminuir si el gobierno aumenta el acceso a alimentos saludables y a programas federales de asistencia nutricional a los hispanos.

“La falta de acceso a recursos está obligando a demasiadas familias latinas a tomar decisiones que nadie debería tener que tomar, como escoger entre tener un techo o poner comida en la mesa”, señaló la presidenta de La Raza, Janet Murguía, en la conferencia de prensa celebrada en la Escuela Internacional Carlos Rosario.

Agregó que la falta de alimentos saludables a costos razonables también tiene efectos “devastadores” en la salud de los hispanos, como aumento de la obesidad, lo que afecta no sólo a la comunidad latina, sino el bienestar de todo el país.

Murguía dijo que las enfermedades derivadas en las deficiencias nutricionales se pueden evitar si se incluye al gobierno y a las comunidades en la lucha por garantizar que todas las familias tengan acceso a alimentos saludables.

Asimismo dijo que concretar este objetivo reduciría el costo de los servicios médicos y mejoraría los logros académicos de todos los niños.

Ellen Vollinger, directora legal del Centro de Acción e Investigaciones de Alimentos, declaró que “en todo el país, el programa de cupones de alimentos es la defensa principal contra el hambre”, pero que sólo el 51 por ciento de los latinos elegibles participan del mismo.

Sugirió reforzar este programa que abastece de comida a las familias de bajos recursos económicos, con el aumento de los beneficios mensuales; que se apoyen los esfuerzos de su difusión y se eliminen las “barreras arbitrarias” como criterios de elegibilidad.

El estudio destacó que los alimentos saludables podrían estar fuera del alcance económico de muchas comunidades latinas y de sus miembros de bajos ingresos.

También determinó que muchos latinos elegibles no están participando en los programas de asistencia nutricional y que más de tres millones de familias elegibles no reciben los beneficios del programa de cupones de alimentos.

La Raza atribuyó este hecho a la falta de información cultural y lingüísticamente adecuada y a la confusión sobre las normas para ser seleccionado.

A muchos inmigrantes legales y ciudadanos estadounidenses latinos se les restringe el acceso a los cupones de alimentos o se les desanima de solicitarlos, subrayó.

La NCLR exhortó al Congreso y al Gobierno del presidente George W. Bush a esforzarse por fortalecer y aumentar la participación en los programas de asistencia nutricional a fin de reducir la inseguridad alimenticia en los estadounidenses, incluido latinos.

El informe también recomendó que se aumente la participación de las organizaciones comunitarias que dan servicios a la comunidad latina y que apoyan la campaña para frenar el hambre y la falta de comida saludable entre las familias. VN

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