‘DESDE UNA EDAD MUY TEMPRANA CONOCÍ LA VIDA REAL DEL SACERDOTE’

‘DESDE UNA EDAD MUY TEMPRANA CONOCÍ LA VIDA REAL DEL SACERDOTE’

(fOTO: El Padre Juan José Ochoa Sahagún en su ordenación en 2014 en la Catedral Nuestra Señora de los Ángeles).

Por JUAN JOSÉ GARCÍA, PH.D.

Ya de niño, el Padre Juan José Ochoa Sahagún quería ser sacerdote. Incluso “decía” misa para sus primos y amiguitos cuando tenía unos cuatro o cinco años, pero debió esperar 28 para celebrar su primera misa “de verdad” para la comunidad de San Patricio de Los Ángeles.

El Padre Ochoa nació en La Barca, Jalisco (México), fue el menor de los tres hijos de Guillermo y Genoveva. Sus dos hermanas son mayores.

El sacerdote subraya que toda su familia, la inmediata y la extendida, la de allá y la de acá, eran muy religiosas y colaboraban siempre con los sacerdotes de sus parroquias respectivas. Él mismo, recuerda para VIDA NUEVA, fue monaguillo desde una temprana edad. “Desde entonces -dice- jugaba y soñaba con ser sacerdote”.

Su educación siempre se dio en escuelas católicas, en La Barca y Ocotitlán de su estado mexicano, y luego en Los Ángeles, adonde se trasladó el año 2000 a la edad de 14 años por quedar huérfano.

“La familia de un hermano de mi difunta mamá se convirtió en mi familia. Los cuatro hijos ser convirtieron en hermanos míos y los tíos se convirtieron en mis papás”, explica.

Sus cuatro primos [hermanos] estudiaban en la escuela parroquial de Nuestra Señora de los Dolores (Mother of Sorrows) del Sur de Los Ángeles y sus tíos [padres] consideraron que él no iba a ser menos, “aunque tengamos que apretarnos un poquito más el cinturón”, dijo su tío. Estuvo un año en esa escuela porque ya venía con estudios primarios y medios de México.

De ahí pasó a la Secundaria de la Catedral (Cathedral High) donde estudió los cuatro años regulares. Luego vino la llamada Casa de Juan Diego (Juan Diego House) del Este de Los Ángeles donde se alojan los jóvenes que están calibrando si de verdad tienen la vocación sacerdotal que sienten, al mismo tiempo que estudian en las instituciones normales de enseñanza. En su caso, el Padre Ochoa estudió en la Universidad Estatal de Domínguez Hills, donde obtuvo dos bachilleratos universitarios (B.A.) en Filosofía y Ciencias.

Recuerda que, de sus hermanas mayores, una no quería que fuera sacerdote mientras que a la otra le resultaba indiferente. Eso entonces, pues ahora ambas están orgullosas de su hermano y de la labor que desempeña.

En ningún momento se tambaleó la vocación que llevaba dentro desde pequeñito y ello lo condujo al Colegio/Seminario Teológico arquidiocesano de San Juan Camarillo, para completar cuatro años de estudios teológicos combinados con la práctica del apostolado.

‘…LOS SACERDOTES SON TAMBIÉN PERSONAS DE CARNE Y HUESO…’

En realidad se encontró con una experiencia nueva en el seminario. Lo explica diciendo que se trata de una familia grande y como en toda familia, siempre hay diferencias, al mismo tiempo que grandes alegrías y satisfacciones suscitadas por el roce y contacto continuos que exige la vida en común.

En el tercero y cuarto año de Teología, el Padre Ochoa hizo prácticas de apostolado sacerdotal como diácono en las Parroquias de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro de Downey, San Anastasia de Westchester y San Pedro Claver de Simi Valley.

El entrevistado explica que llegó al sacerdocio con los ojos bien abiertos, es decir conociendo de antemano la vida sacerdotal por haber tenido contacto con los sacerdotes desde pequeño, ya que sus padres y toda su familia ayudaron en todo momento a sus respectivos pastores. Por ello, explica, “no tenía una idea romántica de lo que significa ser sacerdote, a quien algunos católicos colocan en un pedestal sin darse cuenta de que los sacerdotes son también personas de carne y hueso, con sus virtudes y defectos. Eso sí, elegidos por el Señor Jesús para ser sus canales de gracia para quienes los rodean”.

“Desde una edad muy temprana conocí la vida real del sacerdote, por eso no me resultó sorpresiva la vida que vivo”, explica. “Es decir, siempre tuve un visión realista del sacerdote”, y lo atribuye a la involucración de su familia en la vida parroquial.

‘EL PAPA FRANCISCO ME HA INSPIRADO Y RETADO…’

Se ordenó de sacerdote en 2014 de manos del Arzobispo José Gomez y celebró la primera misa “de verdad” el 1 de junio en su parroquia madre de San Patricio, pero sin olvidar aquellas misas que decía para sus amiguitos de La Barca. El sueño se había hecho realidad y los juegos se iban a jugar en una cancha más grande en la Viña del Señor.

En el momento de su ordenación ya tenía marcado su primer destino: vicario de San Emidio de Lynwood, donde desempeñó el ministerio total por dos años. El 1 de julio de 2016 tomó posesión de su nueva labor: vicario de la Parroquia de Nuestra Señora de Los Ángeles, identificada con la catedral de la Arquidiócesis. Es la iglesia central de la Arquidiócesis donde tienen su pertenencia y acogida todos los católicos de la comunidad, ya que no tiene territorio propio. Recibe su centralidad por ser el lugar donde reside la “cátedra” episcopal, el punto de encuentro y enseñanza de todos los católicos presididos por el obispo, arzobispo en este caso.

Precisamente por eso, el Padre Ochoa señala que la labor de la parroquia es básicamente “litúrgica”, donde tienen lugar las “celebraciones arquidiocesanas” como la Misa para los inmigrantes, de alcance regional, la celebración del Señor de los Milagros -fiesta netamente peruana-, y las Fiestas patronales de otras regiones geográfica con presencia notable en Los Ángeles.

Una faceta importante de su ministerio, dice el religioso, es la catequesis y preparación para el bautismo de adultos que quieren hacerse católicos o iniciación cristiana (RICA), en inglés y en español, la preparación para el sacramento de la confirmación y la de las parejas que desean contraer matrimonio.

“Alrededor de la catedral -explica- viven o trabajan muchos profesionistas a los que hay que llegar para darles a conocer al Señor Jesús con los medios de evangelización modernos, especialmente la informática, y para ello hace suyo el capítulo 10, versículos 13-15, de la Carta de San Pablo a los romanos, donde el apóstol señala que la fe llega por el oído, y se pregunta: ‘¿Cómo oirán sin que se les predique? Y ¿cómo predicarán si no son enviados?”.

Según el Padre Ochoa, en aquellos tiempos la carta era el medio principal para evangelizar a distancia, para hacer llegar el mensaje ya que, como dice el apóstol, “la fe viene de la predicación y la predicación por la palabra de Cristo”. De ahí la necesidad de usar los medios modernos para evangelizar: internet, redes sociales, televisión, etc. Como ejemplo personal, el sacerdote menciona las veces que decía misa en El Sembrador con la que llegaba a miles de personas quienes, de otro modo, no recibirían la Palabra aquel día.

Para terminar, el padre repite una explicación que dio para internet antes de la ordenación: “El Papa Francisco me ha inspirado y retado como sacerdote futuro a ir a los márgenes, y a ser testigo personal de la Palabra de Dios. Creo que el ministerio sacerdotal no es únicamente actuar en la persona de Jesucristo en la celebración de los sacramentos, sino también imitarlo sirviendo a los demás”. VN

Preguntitas

• ¿Qué le gusta comer?- “No tengo un plato favorito. Si acaso enchiladas verdes con pollo”.

• ¿Cocina?- “Sí. En la Casa de Juan Diego aprendí a cocinar y puedo cocinar de todo”.

• ¿Qué hace en sus días libres?- “Me gusta visitar a los familiares, especialmente a mis tíos/padres”.

• ¿Qué lugares le gustaría visitar?- “Quisiera volver a celebrar misa en la Basílica de la Virgen de Guadalupe de la Ciudad de México y en la capilla donde fue asesinado el Beato, pronto canonizado, Óscar Arnulfo Romero”.

• ¿Cómo le gustaría ser recordado?- “Como un sacerdote que vivió con Cristo y para Cristo”. Y como santo modelo menciona a San José, “no sólo por llevar su nombre -Juan José-, sino porque es un ejemplo para el sacerdote, siempre abierto a los sueños de Dios más que a los propios”.

• ¿Qué consejos le daría a jóvenes católicos que están considerando la vida sacerdotal o religiosa consagrada?- “No deben dejarse llevar por el miedo, la incertidumbre; no sólo deben pensar en lo que no se puede hacer, como casarse o tener hijos, sino centrarse en lo que sí pueden hacer, como expandir la palabra de Cristo y ayudar al hermano que se cruza en su camino. No tengan miedo al compromiso que dura toda la vida”.

PADRE JUAN JOSÉ OCHOA SAHAGÚN
Catedral de Nuestra Señora de los Ángeles
556 W. Temple St. Los Ángeles, CA 90012
(213) 680-5200

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