
UN PROBLEMA GENERADO IN VITRO
Experto en bioética reflexiona sobre reciente nacimiento de óctuples mediante inseminación artificial
Los óctuples que fueron concebidos mediante Fertilización in Vitro han enfocado la atención del público sobre los problemas éticos y morales inherentes en el procedimiento, así como en la industria multimillonaria de infertilidad no regulada en los Estados Unidos,, dice un experto católico en bioética.
El Padre Tadeusz (Tad) Pacholczyk, director de educación del Centro Católico Nacional de Bioética, dijo al Tidings en una entrevista telefónica desde su oficina en Philadelphia, que él espera que las discusiones provocadas por el nacimiento de óctuples de una madre soltera, quien ya tenía seis hijos concebidos a través de IVF, puedan ser una catálisis para un cambio.
“Este podría ser un momento educativo donde los americanos revaloren la decisión hecha hace 25 años de lanzarse de lleno en el proyecto de crear vida humana en el laboratorio”, dijo el Padre Pacholczyk.
“El modelo de negocio no es suficiente (para la industria de la infertilidad), nosotros necesitamos alguna ética,” continuó el Padre Pacholczyk, un sacerdote de la diócesis de Fall River, Massachusetts, quien ha dado conferencias internacionales y ha aparecido en numerosos programas de televisión, hablando sobre asuntos de ética contemporáneos. En tanto que señala que la Iglesia Católica “ha sido la voz solitaria en contra de la IVF desde el principio”, el bioeticista reconoce que la mayoría de la gente, católicos entre ellos, están confusos sobre por qué es inmoral un procedimiento que puede resultar en un bebé.
“La IVF incidentaliza y adultera el sexo, reduciéndolo a otro campo por manipulación, de acuerdo a nuestros propios deseos” señaló el Padre Pacholczyk. “Cuando damos este paso inmoral, rápidamente siguen otros, incluyendo la congelación o hasta el desecho de nuestros propios hijos, como si ellos fueran una forma de basura médica”.
Al hacer bebés en probeta, primero violamos el acto humano sagrado por el cual hacemos circular la vida. Pero este es un corto paso para ir adelante y violar la vida misma que nosotros produjimos en el laboratorio”.
De acuerdo al sacerdote bioeticista, “la mayoría de la gente duda frente al desafío de extender la práctica de la IVF, pero lo que puede ocurrir es que la sociedad comience a darse cuenta de que “es tiempo de regular la práctica”.
Él dice que los Estados Unidos deberían seguir el ejemplo de Alemania a mediados de los años 90, a la que siguieron leyes similares en Italia, las cuales especifican que sólo un máximo de tres embriones pueden ser reproducidos por métodos artificiales, y todos deben ser implantados en la madre. También la ley prohíbe el congelamiento del embrión o su destrucción.
“Este tipo de ley es un atentado para minimizar el daño colateral. Es un paso muy bueno para los países que lo den”, dijo el Padre Pacholczyk. Cerca de 500,000 embriones humanos están actualmente guardados en tanques de nitrógeno líquido en clínicas de fertilidad en los Estados Unidos, un número comparable a la población de una ciudad de tamaño mediano, como Cleveland o Tucson, dijo.
Los católicos, declaró el Padre Pacholczyk, generalmente están mal informados sobre las alternativas a los tratamientos de infertilidad, tales como la cirugía por endometriosis. En vez de buscar la IVF después de solamente unos meses de infertilidad, él sugiere que las parejas busquen un doctor que se tome el tiempo para buscar lo que está mal.
Él señala que las parejas infértiles pueden beneficiarse de un avanzado proceso de diagnóstico llamado NaProTECHNOLOGY, que usa el Modelo de Cuidado de Fertilidad Creighton™ cuyo sistema de biomarcadores monitorean la ocurrencia de diferentes eventos hormonales durante el ciclo menstrual de una mujer.
De acuerdo a la información de www.NaProTechnology.com, cuando los sistemas procreativos y ginecológicos funcionan anormalmente, NaProTECHNOLOGY identifica los problemas y coopera con los ciclos menstruales y de fertilidad que corrigen la condición, mantienen la ecología humana y sostienen el potencial procreativo. “Como católicos, necesitamos ser personas que alienten a la gente mucho más en esta dirección,” dijo el Padre Pacholczyk.
Sobre la percepción del público sobre el tratamiento de infertilidad, comentó: “Nosotros solamente podemos esperar que el caso de los óctuples resulte en leyes que sean finalmente implementadas para monitorear y supervisar el ‘salvaje Oeste’ de infertilidad” en nuestro país”. VN
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