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¡SÍ SE PUEDE!-Recordando al líder campesino César Chávez

¡Sí se puede! Este fue el grito de marcha que identificó “La Causa” de César Chávez. Y sigue siendo el grito viviente que rememora la ardua lucha que el líder sindicalista acarreó por más de tres décadas para mejorar las condiciones laborales y la calidad de vida de los trabajadores del campo de esta nación.

A siete años de su ausencia física, el grito de Chávez sigue en pie y son miles las personas que continúan su lucha. VIDA NUEVA recuerda los principales momentos de la fructífera vida de César Chávez, quien fue catalogado como el líder latino más importante en la historia de este país.

Cesár Chávez falleció el 23 de abril de 1993, en la misma tierra que lo vio nacer: Arizona, a pocos días de haber iniciado uno de sus acostumbrados ayunos para limpiar su cuerpo y alma. Tenía 66 años de edad. Murió de causas naturales mientras dormía. La muerte lo sorprendió en el cumplimiento de su deber: Chávez se encontraba en San Luis testificando en una demanda de diez millones de dólares que el Rancho Bruce Church había entablado contra el sindicato de campesinos.

Su muerte repentina causó gran conmoción y consternación en California y resto del país. Sobre todo, dejó un inmenso vacío en el pequeño caserío de Nuestra Señora de La Paz, Keene (donde vivió sus últimos 22 años) y en los corazones de sus seguidores.

Después del día de su partida, fue velado durante seis días en una funeraria de la ciudad de Bakersfield. Respetando sus deseos, los restos de Chávez fueron depositados en un sencillo ataúd de pino blanco construido por su hermano Ricardo y enterrados en el cementerio de Delano, ciudad donde realizó su primera huelga de hambre para exigir mejores salarios y condiciones de vida para los campesinos agrícolas.

Más de 50 mil trabajadores agrícolas, dirigentes políticos y religiosos, actores de cine y cantantes se congregaron al norte de Delano -específicamente, en los “Cuarenta Acres” donde se construyeron las primeras oficinas de la Unión de Campesinos (UFW)-, para darle el último adiós al líder campesino. Se le despidió con una misa campal y una marcha que se extendió desde Delano hasta los “Cuarenta Acres”.

En la marcha memorial, que iba liderada por sus restos, estuvieron presente los líderes políticos Jesse Jackson, el ex-gobernador de California Jerry Brown, miembros de la familia Kennedy y representantes de la Casa Blanca. Así como los actores Edward James Olmos, Paul Rodríguez y el director de cine Luis Valdez. El Cardenal Rogelio Mahony ofició la misa fúnebre y leyó un mensaje de condolencias enviado por el Papa Juan Pablo II.

“Él era un campesino incansable en la lucha por el reconocimiento y respeto de los derechos humanos y la dignidad de los trabajadores agrícolas de California y a lo largo de los Estados Unidos -dijo el Cardenal Mahony al referirse al líder sindical, que siempre hizo pública su devoción por la Virgen de Guadalupe-. A través de su compromiso por los derechos a las negociaciones colectivas César Chávez fue el primer y principal líder del movimiento en mejorar las condiciones laborales y los salarios de los campesinos agrícolas del país. Su compromiso dio testimonio de sus profundas raíces en la fe católica y las enseñanzas sociales de la Iglesia…. frecuentemente, sus discursos y escritos se referían a los evangelios y citaba documentos de la Iglesia sobre justicia y derechos humanos. En realidad, él entendió su vocación cristiana de edificar el Reino de Dios en este mundo”.

Por su parte, el presidente Bill Clinton afirmó que “con la muerte de César Chávez, el movimiento laboral y los estadounidenses perdieron a un gran líder, quien fue un héroe auténtico para millones de personas alrededor del mundo”.

“Todos debemos estar orgullosos con sus logros y por la dignidad y mejores condiciones de vida que trajo a los trabajadores menos poderosos y más desposeídos del país”, dijo Clinton en una declaración escrita que fue leída ante los presentes.

Entretanto, el entonces alcalde de Los Angeles, Tom Bradley, ordenó que todas las banderas de la ciudad fueran izadas a media asta en honor a Chávez. Bradley indicó que el líder sindical era “una leyenda nacional e internacional que mantuvo una lucha incansable en favor de los trabajadores inmigrantes del campo… y también por los que han sido oprimidos en este país y otras partes del mundo”.

Los líderes políticos hispanos de Califonia y de Los Angeles manifestaron también sus condolencias ante la muerte de Chávez ya que, para muchos, él fue el maestro formador e inspirador en la lucha por los derechos de cualquier trabajador.

Los restos Chávez se encuentran descansando en el cementerio de La Paz, Keene, California.

Una vida entregada a “La Causa”

Con la paz que lo caracterizaba, Chávez entregó su vida a “La Causa”, logrando formar uno de los movimientos laborales más poderosos de la nación, en las últimas tres décadas del siglo XX.

Desde sus comienzos en los soleados campos y viñedos que rodean el pueblo de Delano, Chávez batalló por mejorar las condiciones de aquellos trabajadores cuyos sufrimientos él había compartido.

En 1962, César Chávez comenzó a organizar la Asociación Nacional de Trabajadores Agrícolas (National Farm Workers Association, NFWA) , la cual cuatro años más tarde, se convirtió en la Unión de Campesinos de América (UFW, por sus siglas en inglés). Desde entonces, se dedicó a luchar arduamente por mejorar las condiciones de vida para los campesinos migratorios de California y de los que trabajan los campos de Texas, Arizona y Florida.

Con la organización de su histórica marcha de 1965, solidificó los cimientos del movimiento campesino. Cientos de jornaleros del valle de San Joaquín, California, caminaron desde Delano hasta Sacramento, pidiendo justicia social.

En 1970, cuatro años después que co-fundara la Unión de Campesinos de América (UFW) en Delano, Chávez obtuvo tal vez su mayor victoria: todos los principales productores de uvas firmaron contratos. A través de la lucha para esta victoria, se establecieron oficinas de boicot en la parte este del país, en ciudades como Nueva York, Boston y Montreal. A fines de la década de 1970, el sindicato movió sus oficinas centrales desde Delano (donde nació la “Unión”) a las montañas Tehachapi, unas 30 millas al este de Bakersfield.

En 1975 el sindicato de Chávez logra una gran victoria política cuando el entonces gobernador de California, Jerry Brown, firmó el Acta de Relaciones Laborales Agrícolas, una ley trascendental que les garantizó a los trabajadores su derecho a organizarse. Con dicha medida en efecto, la batalla entre los agricultores y la Unión de Campesinos se trasladó desde los terrenos de cultivo hacia los salones de audiencia pública. Numerosos abogados representando a las diferentes partes -los agricultores, la UFW y los poderes de la nueva ley- presentarían desde ahora sus casos frente a un juez.

El 16 de septiembre de 1974, Chávez y su esposa Helen viajan a Europa a promover la lucha de los campesinos y los boicots contra la uva y la lechuga. Durante este viaje, el Papa Paulo VI lo recibe en su despacho de Roma y tiene una audiencia privada.

Continuando con su batalla de lograr mejores condiciones laborales y salarios para los trabajadores de la uva, en 1984, Chávez retomó a su táctica de boicot que tan bien había funcionado durante los turbulentos años sesenta. Esta vez, con el lema de “No Uvas”, Chávez instó a los consumidores a no comprar las uvas de mesa de California, porque la Ley de Relaciones Laborales Agrícolas había sido revocada por los funcionarios designados por el nuevo gobernador republicano George Deukmejian.

Un año después, Chávez demandó prohibir el uso de cinco pesticidas empleados en las plantaciones de uva por ser dañinos tanto para los trabajadores como para los consumidores. Con casos vivientes y cifras específicas, el sindicato culpó a dichos pesticidas por los numerosos casos de cáncer que se presentaron (y continúan presentándose) en niños y adultos de las comunidades agrícolas de McFarland y Earlimart. La denuncia pública generó un movimiento nacional de concientización y de boicot que todavía sigue en pie.

En 1990, el reconocido líder campesino firma el histórico acuerdo con el gobierno mexicano, el cual permite que los campesinos mexicanos en los Estados Unidos, provean beneficios médicos a sus familias en México.

Mensajero de la lucha pacifista

Sus protestas se caracterizaron por la acción del ayuno, el fervor religioso, la no violencia, y la no agresión ante los arrestos policiales. Los ayunos más notorios los realizó en 1968, 1972 y 1988. Con estos ayunos logró el boicot nacional contra los productores de la uva y dejó a luz pública, la utilización de pesticidas en las cosechas y conservación de los productos agrícolas.

El 11 de marzo de 1968, a pocos días de cumplir sus 41 años, concluyó su primer ayuno que duró 25 días, con la celebración de una misa campal en Delano, en la que estuvieron presentes 8,000 seguidores, su madre Juanita, su esposa Helen y Robert Kennedy.

El 11 de mayo de 1972 comenzó otro ayuno en Arizona que duró 24 días, en protesta a leyes laborales inconstitucionales que se estaban practicando en este estado.

Pero, tal vez, la huelga de hambre que más repercusión tuvo a nivel mundial, fue la que realizó en 1988. Con su ayuno de 36 días, a sólo pan y agua y quebrantada salud, el líder campesino denunció nuevamente el uso de “peligrosos pesticidas” que ponían en riesgo la salud de campesinos y consumidores por igual.

Su actitud pacifista y espiritual en la busqueda del respeto, la dignidad y la justicia social para los trabajadores del campo, lo colocaron al nivel del indú Mochandas Gandhi, fundador del movimiento de la “no violencia” en la lucha por los derechos humanos y del afroamericano Martin Luther King, defensor de los derechos de la raza negra.

Datos biográficos

César Chávez nació en Yuma, Arizona, un 31 de marzo de 1927. Su nombre de pila fue Cesario, como el de su abuelo paterno quien, a fines del siglo XIX movió su linaje hacia el norte, al estar cansado de las injusticia que vivía en la Hacienda del Carmen, en Chihuahua, México. Después de establecerse en Arizona, Cesario trae a su esposa y sus tres hijos. Uno de ellos era Librado, quien al unirse en matrimonio con Juana Estrada, vino a ser el padre del líder campesino César Chávez.

Chávez vivió sus primeros años de vida en el pequeño rancho que sus padres poseían en Yuma, Arizona, el cual se vieron obligados a vender durante la Gran Depresión que azotó a esta nación y resto del mundo en las décadas de los treintas. Sin techo que los albergara y tierras que labrar para el sustento, los padres de César y él mismo se dieron a la forzada aventura de convertirse en trabajadores migratorios del campo. Es decir, en trabajadores que van de ciudad en ciudad siguiendo las cosechas de temporada.

Chávez contaba con sólo 10 años de edad cuando comenzó a trabajar en el campo para ayudar en el sustento de su familia. Como niño trabajador del campo, según afirmó numerosas veces en entrevistas con la prensa, se vio obligado a asistir a setenta escuelas diferentes para lograr su formación académica que sólo llegó hasta el octavo grado escolar.

En 1945 ingresó a la Marina de los Estados Unidos y terminada la Segunda Guerra Mundial regresa al campo. En esta ocasión se dirigió a los campos californianos, viviendo en San José, Oxnard y el Este de Los Angeles. En 1948, contrajó matrimonio con Helen Fabela, a quien conoció trabajando en los viñedos de Delano, California, poblado que vino a convertirse en la sede de operaciones de su agrupación sindical en la década de los sesentas. La pareja establece su hogar en “Sal si puedes”, un barrio ubicado al este de California. De la unión de Chávez y Fabela, nacen los ocho hijos que le sobreviven: Fernando, Silvia, Linda, Eloise, Ana, Paul, Elizabeth y Anthony. También le sobrevive su esposa, 30 nietos y cuatro bisnietos.

En 1952, mientras trabajaba en las cosechas frutales de San José, Chávez se une a la Organización de Servicios Comunitarios (CSO, por sus siglas en inglés) que había establecido el ex congresita Edward Roybal. Es en esta organización donde desarrolla sus habilidades de organizador de grupo bajo la influyente dirección de Fred Ross, el primer director de la CSO. Con la experiencia adquirida en la organización de servicios comunitarios, Chávez logra crear diez años más tarde la Asociación Nacional de Trabajadores Campesinos que generó la actual Unión de Campesinos de América (UFW).

Su legado

En el área cultural, su convicción motivó la creación de un teatro político, el “Teatro Campesino” que comenzó a formar parte de la cultura popular con las versiones teatrales y cinematográficas de la obra “Zoot Suit”.

Por su intachable trabajo y dedicación a “La Causa”, a Chávez se le considera “el maestro” del sistema de organización y funcionamiento del movimiento sindical campesino. Su esposa, hijos, nietos y quienes trabajaron a su lado, afirman que la UFW fue “la razón de su existencia”. Él mismo lo dejo notar en numerosas ocasiones, durante entrevistas públicas referentes a “La Causa”, al expresar estas palabras: “Si no se ve movimiento campesino después de mí, entonces yo no tuve éxito”. Y su afirmación no fue en vano. Con su ejemplar compromiso a “La Causa” y habilidades para la organización laboral, dejó suficiente gente preparada y capacitada para suceder su liderazgo en la UFW, como fue el caso de su yerno Arturo Rodríguez, quien hoy se encuentra a la cabeza del legado del movimiento campesino.

Además del legado de su “causa”, Chávez dejó un ejemplo de integridad: su influencia política y figura internacional nunca modificó su personalidad. A pesar de su fama, siempre siguió siendo el campesino humilde y trabajador, que laboraba de sol a sol para ganarse el mismo salario de sus colegas.

A siete años de su ausencia, César Chávez sigue presente en la lucha que inició tres décadas atrás. Muchas victorias se han logrado, pero en su grito ¡Sí se puede! estará presente hasta el día en que se respeten de lleno los derechos laborales de los campesinos migratorios de esta nación. VN

RECONOCIMIENTOS

1990, noviembre 12 – El presidente Salinas De Gortari entrega a César Chávez el prestigioso galardón, el “Aguila Azteca”.

1994, agosto 8 – El Presidente Bill Clinton entrega la “Medalla de la Libertad de Estados Unidos” a su viuda Helen en la Casa Blanca.

1999, en enero – El senador Richard Polanco introduce ante el Senado la legislación # 984, que designaría el 31 de marzo como un día feriado en California, en memoria a César Chávez.

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