QUINCE POLICÍAS SERÁN SANCIONADOS POR ACCIONES DE MARCHA 1 DE MAYO DE 2007
El Comando Central de la Policía de Los Ángeles (LAPD, en inglés) decidió sancionar 11 de sus miembros y anunció la decisión de excluir del departamento a otros cuatro, por las hechos presentados en el Parque MacArthur, durante la marcha del 1 de mayo de 2007.
El jefe de la policía William Bratton anunció ante la Comisión de la Policía -un organismo civil que supervisa las acciones del LAPD- su intención de cancelar el contrato a cuatro de los agentes por el abuso de fuerza contra los manifestantes e incluso contra periodistas que cubrían el evento.
Además, uno será suspendido por 10 días, dos recibirán suspensión de cinco días, cinco tendrán suspensión de tres días y tres recibirán llamada de atención.
Según lo establecido en los procedimientos, el caso de los cuatro agentes que serán excluidos de la fuerza, será llevado ante la Junta de Derechos (Board of Rights), un tribunal administrativo responsable de evaluar las conductas irregulares de los miembros del LAPD , autorizado para destituir los oficiales, establecer una sanción menor o inclusive, liberarlos de los cargos.
Los otros oficiales, tres de los cuales también recibirán disminución de su salario, tienen cinco días para apelar sus sanciones o llamadas de atención. No se revelaron públicamente los nombres de los oficiales sancionados.
“El hecho que los oficiales hayan sido recomendados para recibir sanciones por el Departamento, no significa que el proceso administrativo está terminado para ellos”, explicó hoy Tim Sands, presidente de la Liga Protectora de la Policía de Los Ángeles (LAPPL, en inglés) al recordar que los miembros tienen el derecho de apelar la decisión o aceptar la sanción.
Sands indicó que el reporte oficial del LAPD sobre las acciones del Parque MacArthur, “claramente apunta a que los problemas fueron causados por fallas en comando y control, planificación, y entrenamiento”, y en su comunicado enfatiza que la Junta de Derechos “debe tomar estas fallas” en consideración al tomar sus decisiones.
Por su parte, el alcalde Antonio Villaraigosa, manifestó que el primero de mayo fue un día oscuro para Los Ángeles y ahora es una oportunidad para que el LAPD sea un departamento mejor.
“El jefe Bratton y yo estamos de acuerdo: lo que ocurrió estuvo mal, y estamos decididos a corregirlo. El departamento presentó una autocrítica completa, sin pretextos y asumiendo la responsabilidad de lo ocurrido”, sostuvo el alcalde.
“Hasta el día de hoy, el Departamento ha puesto en marcha casi todas de las 23 recomendaciones presentadas en el reporte. Puedo decir con confianza que el proceso funcionó, y que hoy la integridad del LAPD no sólo está intacta, sino más fuerte que nunca”, finalizó. VN
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