QUIEREN AMPLIAR EL PROGRAMA DE VERIFICACIÓN LABORAL INMIGRANTES

El programa piloto de verificación de empleados, del que forman parte más de 10 mil empresas de EEUU, amenaza con ampliarse y ser obligatorio, lo que cada vez hará más difícil el acceso a puestos de trabajo para los indocumentados.

Actualmente más de 10 mil empleadores participan en el programa “Piloto Básico” del Departamento de Seguridad Nacional (DHS).

A través del programa, al que se accede gratuitamente vía Internet, es posible comprobar la elegibilidad del solicitante para trabajar en el país.

Con la forma I-9, el empleador somete los datos del aspirante al sistema de verificación que el DHS comparte con la Administración del Seguro Social.

La meta del DHS es que todos los empleadores -por ley- usen el mecanismo, lo que a la postre será una realidad, si se tiene en cuenta que las dos versiones de reforma migratoria que estudia el Congreso lo contemplan.

“Este es un programa que se ha venido probando por 10 años, que ya está en funcionamiento”, afirmó Gerri Rattif, encargada del programa en el DHS, quien resaltó que la meta del gobierno es implementarlo en todo el país.

“No podemos hacer que el empleador lo use hasta que no sea una ley, y esa es nuestra meta”, recalcó Ratiff en un foro de discusión auspiciado por el Centro de Estudios Migratorios en Washington.

Frente a las críticas que se han formulado sobre la inviabilidad del programa, Ratiff afirmó que es cierto que para su eficaz implementación, se necesita aumentar los fondos, lo que ya está contemplado en el presupuesto de 2007.

La funcionaria resaltó que el DHS está trabajando “muy de cerca” con el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE, en inglés), para evitar el robo de identidades y el uso indiscriminado de un mismo número de seguro social.

“Estamos trabajando para identificar claramente cuáles son las herramientas que tenemos que usar para hacer que el programa sea totalmente exitoso”, dijo Ratiff, quien observó que ningún método es infalible, porque “siempre habrá personas que traten de ingresar ilegalmente al sistema laboral”.

Del mismo modo, la funcionaria sostuvo que su oficina está buscando las mejores formas de atraer a los empleadores y hacerlos participes del programa de verificación.

Sin embargo, según los expertos, la inmigración ilegal es demasiado alta y la legal no solventa la demanda laboral de un país que actualmente emplea a más de doce millones de inmigrantes indocumentados y cuya economía depende -en gran medida- de ellos.

Según Erik Gutiérrez, especialista en leyes del Fondo México Americano de Defensa Legal y Educación (MALDEF), lo preocupante es que actualmente muchos empleadores utilizan el programa como una forma de discriminación.

Sin embargo, Gutiérrez afirmó que la propuesta de verificación de empleados incluida en el proyecto del senado, contiene cláusulas que protegen a los empleados.

De acuerdo con el abogado, de convertirse en ley la propuesta del senado, el sistema de verificación sería aplicable sólo a los nuevos solicitantes y no tendría retroactividad.

“La propuesta de la cámara sí es retroactiva”, enfatizó Gutiérrez.

“Nosotros lo vemos como una amenaza, el programa no resuelve el problema, lo que hace es sembrar miedo en la comunidad inmigrante”, sostuvo Jaime Contreras, presidente de la Coalición Nacional de Inmigración del Area Metropolitana de Washington.

Contreras indicó que este tipo de mecanismos no son más que un “truco” del Gobierno del presidente George W. Bush, para “congraciarse con los sectores más conservadores del país” y que al final de cuentas “no resuelven el problema”. VN

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