PROPONEN EN CALIFORNIA QUE REPATRIADOS MEXICANOS RECIBAN REMUNERACIONES

Dos propuestas de ley para ofrecer indemnizaciones monetarias e incluir la historia de la miles de personas que fueron repatriadas a México durante la Gran Depresión en libros de texto escolares serán discutidas en el Senado el lunes.

Las medidas SB 551 y SB 552 del senador demócrata de Los Angeles Gil Cedillo son la continuación de las presentadas en años anteriores por los ex-senadores Joe Dunn y Martha Escutia, que pedían al estado reparar las pérdidas que miles de personas sufrieron al ser repatriadas a México en los años treinta.

La SB 551 propone establecer una junta directiva, nombrada por el gobernador y aprobada por el Legislativo, para investigar los casos de deportación, o repatriación, analizar la información y determinar si es que existe evidencia suficiente para ofrecer remuneraciones a los sobrevivientes.

Los familiares de los repatriados no serían incluidos en esas remuneraciones.

Asimismo, la SB 552 incluiría el tema de las repatriaciones en los libros de texto de ciencias sociales para estudiantes de secundaria en California.

El senador Cedillo dijo que de las dos millones de personas que se estima fueron deportadas a México entre 1929 y 1944 en el “Programa de Repatriación de la Gran Depresión”, unos 400.000 eran de California, y que la mayoría de éstas, eran niños.

“Este fue un capítulo muy negro en nuestra historia y creemos que es justo que se ramifique a los afectados por las pérdidas que mantuvieron”, dijo Cedillo, representante del distrito 22, durante una reciente audiencia.

Hace dos años, el gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, firmó una ley a través de la cual California formalmente pidió disculpas por las repatriaciones, muchas de ellas forzadas, pero vetó propuestas similares de remuneraciones.

Emil Cervantes, uno de los sobrevivientes de las repatriaciones, manifestó a Efe que espera que el mandatario cambie de parecer.

Cervantes era tan sólo un bebé cuando él y sus padres fueron deportados a México en 1930, a pesar de que sus progenitores habían sido criados en California.

“Mis padres, especialmente mi madre, sufrió muchos años. Era muy difícil para ella hablar del tema, casi imposible. Fue humillada y sacada de un país en el que había crecido, y no la dejaron regresar sino hasta después de 20 años, cuando pudo arreglar sus papeles,” dijo Cervantes, desde su hogar en Hayward, California.

Cervantes nació en California y era ciudadano estadounidense. Sin embargo, no pudo regresar a Estados Unidos hasta que cumplió los 16 años.

“Yo perdí muchas cosas, y lo que más me duele, es el que este país me haya negado un derecho a recibir una buena educación, y más oportunidades, pero gracias a Dios, pude salir adelante”, agregó Cervantes, ahora de 76 años.

Francisco Estrada, representante del Fondo Mexicoamericano para la Defensa Legal y Educación (MALDEF), dijo a Efe que las medidas están basadas en la remuneraciones de 20.000 dólares en 1988 que recibieron los japoneses-americanos que fueron repatriados, o que estuvieron detenidos en campos de concentración, durante la Segunda Guerra Mundial.

“El gobierno debe de hacer algo similar para los méxico-americanos que perdieron todo, simplemente por el color de su piel y por la discriminación”, manifestó Estrada.

Estrada agregó que por ahora, el número de sobrevivientes se desconoce. Tampoco se sabe con certeza cuántos pudieron regresar, como Cervantes y su familia.

El Programa de Repatriación de la Gran Depresión, iniciado bajo la administración del presidente Herbert Hoover, tuvo como propósito deportar a los inmigrantes indocumentados, para reservar los puestos de trabajo para los estadounidenses.

Sin embargo, un 70 por ciento de los deportados eran residentes legales e, inclusive, ciudadanos, como el caso de Cervantes.

Las redadas se llevaron a cabo en toda la nación, pero se concentraron mayormente en los estados de California, Texas, y Michigan.

Las medidas SB 551 y SB 552 serán escuchadas en el Comité Fiscal del Senado el próximo lunes. De ser aprobadas, pasarían directamente al pleno para su consideración.

Cervantes espera ver justicia este año.

“En esos tiempos, las personas no estaban bien educadas y el gobierno se aprovechó de eso. El mexicano siempre ha sido muy humilde, pero en estos días, la gente ya está más educada, ya cuestiona más. Antes, sólo hacíamos lo que nos pedían”, concluyó Cervantes. VN

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