PRESTAR ATENCIÓN A LO QUE SE CONSUME DURANTE EL EMBARAZO EVITA COMPLICACIONES

El embarazo suele ser una etapa en la que las futuras madres se dedican a satisfacer todos sus antojos y en la que tomar ciertas precauciones puede ayudar a preparar la llegada del bebé libre de preocupaciones.

Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) con sede en Atlanta advierten sobre la importancia de prestar atención a ciertos alimentos, que aunque pueden parecer inofensivos pueden representar un peligro durante esta etapa, e incorporar sencillas medidas de higiene y salud para evitar sufrir complicaciones.

Una medida tan simple como lavarse regularmente las manos con agua y jabón durante 15 a 20 segundos tras preparar alimentos, en especial después de manipular carnes o huevos crudos, puede ayudar a prevenir infecciones que afecten el desarrollo del bebé, señalan.

Consumir alimentos crudos o poco cocinados aumenta significativamente el riesgo de contagiarse de Listeriosis, una infección grave que afecta en su mayoría a mujeres embarazadas, recién nacidos, ancianos y personas con sistemas inmunitarios debilitados.

Como regla básica, además de evitar el “sushi”, los expertos recomiendan cocinar bien la carne, hasta que los jugos que desprende al presionarla sean de un tono claro o no esté roja en su interior.

Si el antojo por un “hot dog” o “perro caliente” es irresistible, los expertos recomiendan hervir las salchichas para eliminar cualquier bacteria antes de consumirlo.

La misma regla debe aplicarse al consumo de carnes frías o fiambres y embutidos para evitar el contagio, advierten.

Los CDC, aconsejan además evitar el consumo de leche o quesos sin pasteurizar (cruda), como queso fresco, feta y brie, a menos que las etiquetas digan que son pasteurizados para disminuir el riesgo de contagio de esta enfermedad.

La Listeriosis durante el embarazo puede provocar desde padecimientos como enfermedad “seudogripal” leve en la madre, hasta otros con consecuencias más graves como provocar abortos espontáneos, muertes fetales, partos prematuros o infecciones en los recién nacidos.

Como medida de prevención, las autoridades sanitarias también aconsejan evitar compartir cubiertos, vasos o alimentos con niños pequeños, para evitar el contagio de otras enfermedades infecciosas, que si bien son inofensivas para los niños, pueden representar un riesgo mayor para la embarazada o el bebé que está por nacer.

Los CDC recomiendan además consultar con el médico sobre llevar a cabo ciertas pruebas que pueden evitar complicaciones en el parto y en la salud del bebé al nacer.

La prueba de estreptococos del grupo B, que usualmente se realiza entre las 35 y 37 semanas de embarazo (noveno mes), se puede tratar y ayudar a preparar el parto de la forma más segura.

Además, las autoridades aconsejan llevar a cabo pruebas de detección de enfermedades de transmisión sexual (ETS), como el VIH y la hepatitis B, aunque no se tengan síntomas.

Saber si se padece alguna de estas enfermedades antes del parto puede ayudar a reducir las posibilidades de que esta afecte en mayor medida al bebé.

Los CDC destacan la importancia de mantener una buena comunicación con el médico y consultarle todas las dudas que surjan durante el embarazo con respecto a la alimentación adecuada y la prevención y control de enfermedades para llegar a término sin complicaciones. VN

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