MISA BLANCA, CELEBRACIÓN DE ‘UNA NOBLE VOCACIÓN’

Médicos católicos, enfermeras y profesionales de la salud de toda la Arquidiócesis angelina asistieron a la llamada Misa Blanca (White Mass) para escuchar un mensaje especial y recibir la bendición del Arzobispo José Gomez, quien la presidió. Esta misa honra las contribuciones cotidianas y excepcionales de estos trabajadores.
“Jesús quiere estar presente, estar al lado de quienes están afligidos y enfermos, y se acerca a estas personas necesitadas a través de nosotros”, dijo el Arzobispo en su homilía. “Dios muestra su presencia misericordiosa, su cuidado a cada persona, a través de nuestros humildes actos de servicio y amor. Esta es la razón por la cual vuestro trabajo en la profesión de la salud es tan importante”, puntualizó dirigiéndose a los profesionales.

“Ustedes tienen una vocación noble, mis hermanos y hermanas – a través de su trabajo son representantes de Jesús. Ustedes son la presencia sanadora de Dios en nuestro mundo. Gracias por su servicio y gracias por su ejemplo de amor”.

La Misa Blanca de este año también reconoció las extraordinarias contribuciones de la Escuela de Enfermería del Colegio Mount St. Mary en Los Ángeles, que recibió el “2014 Catholic Healthcare Service Award” (Premio al servicio católico de cuidado médico 2014). Esta entidad creó la primera licenciatura en ciencias de la enfermería en el estado de California en 1952, y hoy cuenta con cinco programas diferentes para satisfacer las necesidades de una comunidad en constante cambio.

Según la presidenta de Mount St. Mary, la doctora Ann McElaney-Johnson-quien aceptó el premio en nombre de la universidad-, el enfoque católico de la escuela en la carrera de enfermería “nos ayuda a asegurar que nuestros alumnos y ex-alumnos entiendan las cuestiones culturales, emocionales y físicas que enfrenta cada paciente, y les proporcionen una atención integral que sea sensible y respetuosa”.

La hermana de la Santa Fe Sor Angela Hallahan, directora de la Oficina de Asuntos de la Salud, señaló que las palabras del profeta Daniel “hablan con especial resonancia” de Mount St. Mary: “Las personas con visión brillarán como el esplendor del firmamento. Y los que enseñaron a muchos la justicia serán como las estrellas para siempre”.

Al acercarse el final de la Misa, el Arzobispo Gomez pidió a las decenas de profesionales de la salud presentes ponerse de pie con los brazos extendidos hacia adelante y las manos ahuecadas frente a ellos con el fin de que sus “manos sanadoras” recibieran una bendición especial.

“Que su fuerza interior les dé el valor para enfrentar con compasión todas las situaciones, mientras continúen llevando su toque sanador a todos aquellos bajo su cuidado”, oró el Arzobispo.

La Misa Blanca es co-patrocinada por la “Office of Health Affairs” y “The Mission Doctors Association” (Oficina de Asuntos de Salud y la Asociación de Doctores en Misión) que entrena, envía y apoya a los médicos católicos a servir a gente de todas las religiones en regiones marginadas alrededor del mundo. Esta misa se celebra cerca de la fiesta de San Lucas (18 de octubre), Patrón de los curanderos, y se llama así por las batas blancas que usan muchos profesionales que trabajan en el área de la salud.

Jorge Francisco Carreón es un incansable ginecólogo que atiende a pacientes del St. Francis Medical Center en Lynwood y en su propia clínica en South Gate. Cuando no está atendiendo partos, el doctor Carreón – conocido por su admirable ética de trabajo y liderazgo – es miembro de numerosas juntas y comités asesores. Pero este médico de 70 años de edad, siempre hace tiempo para la fe y la familia.

“El domingo por la mañana él trae jamón y pan a la casa y tenemos el desayuno”, dijo su nieto Aurelio Mayesh. “Ha sido una gran inspiración para mí desde que nací. Me ha mostrado la importancia de los valores y el trabajo duro. Él puede llegar a estar en el hospital toda la noche, todo el día, y esto realmente me muestra cuánto esmero y pasión siente por su trabajo…”.

Ese compromiso perdurable le otorgó al doctor Carreón el honor de haber sido seleccionado a nivel nacional en 2014 como el “Doctor católico del Año”. Mayesh aceptó el premio a nombre de su abuelo durante la sexta Misa Blanca anual en la Catedral de Nuestra Señora de los Ángeles el 12 de octubre. El homenajeado no pudo asistir porque estaba visitando a su Perú natal, ayudando a organizar un congreso médico internacional. VN

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