MINORÍAS DE EEUU SON PRINCIPALES PERJUDICADAS DEL SISTEMA JUDICIAL JUVENIL

Un informe denuncia las deficiencias del sistema judicial juvenil en Estados Unidos, que afectan de manera discriminatoria especialmente a las minorías del país, entre ellas a los jóvenes latinos.

La Fundación Annie E.Casey (AECF, por sus siglas en inglés) ha presentado ante el Congreso estadounidense un ensayo que perfila las claves para cambiar la realidad de cerca de 100.000 jóvenes confinados en reformatorios juveniles del país.

Bajo el nombre “Kids Count 2008”, el informe resalta que una de las principales metas del sistema judicial juvenil tendría que ser la erradicación de las desigualdades raciales, que afectan a los latinos y a los afroamericanos.

A pesar de que el informe califica al sistema judicial juvenil del país de “costoso, discriminatorio, peligroso y ineficaz”, señala que “por suerte, han aparecido diferentes políticas, prácticas y programas que lo están reformando”.

“Además, la mayoría de estas alternativas han sido implementadas de manera efectiva -señala-, lo que provee una clara y convincente ruta hacia la reforma”.

Como ejemplo, la AECF apunta a que en el condado californiano de Santa Cruz el período de detención de los jóvenes hispanos era “considerablemente más largo” que el de sus compañeros de raza blanca.

Tras una investigación, las autoridades locales determinaron que estas medidas se debían a la ausencia de adecuados programas educativos dirigidos exclusivamente a este colectivo.

La implementación de esta clase de programas contribuyeron a que la duración de las detenciones de los jóvenes hispanos se acercaran más a las del resto.

De este modo, el número de hispanos en el centro pasó de 34 detenidos en 1998 a un total de 17 en el año 2007.

Entre las deficiencias denunciadas en el ensayo se hallan la ignorancia o poca matización de las diferencias establecidas entre los detenidos jóvenes y los adultos.

Según la AECF, cada año alrededor de 200.000 jóvenes por debajo de los dieciocho años de edad son juzgados en tribunales criminales de adultos a lo largo del país.

“Sin embargo, estudios recientes en el impacto de la delincuencia encontraron que los jóvenes juzgados y encarcelados como adultos -manifiesta- tienen más probabilidades de reincidir que los retenidos en centros juveniles”.

El informe anota que los jóvenes internados en prisiones adultas son más susceptibles de suicidio, asalto sexual o blanco de peleas.

Asimismo, esta fundación muestra su preocupación sobre jóvenes con problemas de salud mental y dificultades en el aprendizaje que “demasiado a menudo” son tutelados por el sistema judicial juvenil, cuando otras instituciones públicas se tendrían que hacer cargo de ellos.

Las medidas propuestas para mejorar las deficiencias actuales incluyen la reducción de la apuesta por el encarcelamiento para abogar por el desarrollo de los trabajaos comunitarios.

En aquellos casos que el menor necesite ser recluido, la AECF exige condiciones de confinamiento seguras, saludables y constructivas.

Otro gran valor que el informe promueve es fortalecer el rol de las familias de los jóvenes delincuentes y darles más oportunidades para que puedan ayudar al desarrollo de los menores.

Los últimos datos estiman que la policía detiene anualmente a 2,2 millones de jóvenes y 1,7 millones de casos son remitidos a los tribunales juveniles.

En esta línea, 400.000 jóvenes pasan por centros de detención juveniles cada año y 100.000 menores son detenidos en cárceles, prisiones o otras facilidades residencial dirigidas a este colectivo. VN

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