LAS TRES “C’S”: COMUNIÓN, CULTURA Y COMUNICACIÓN
Palabras de Cardenal Rogelio Mahony sobre el trabajo, planeacion y la implementación del Sínodo
El Sábado 18 de noviembre, en la iglesia de San Mel en Woodland Hills se reunieron delegados del Sínodo y de líderes arquidiocesanos para reflexionar la visión de la Iglesia local.
Mis queridos miembros de nuestra iglesia local:
La reunión que tuvimos la semana pasada en Sierra Madre –con los obispos regionales, los decanos y el Consejo de Sacerdotes– fue extremadamente importante. En ella se juntó toda la experiencia, reflexión, el trabajo y la planeación que ha estado teniendo lugar en los años anteriores por todos ustedes, verdaderamente, por cada uno que ha estado involucrado en el estudio de viabilidad de la parroquia, a nivel parroquial. Yo encontré nuestra sesión de la semana pasada muy, muy inspiradora.
Le dije al grupo la semana pasada, que a principios de julio yo estaba en Roma. El cardenal de Boston, Sean O’Malley, también estaba allí. Estuvimos hablando acerca de diferentes cosas y yo le conté de nuestros esfuerzos para garantizar la viabilidad de nuestras parroquias. Le expliqué que nos estaríamos reuniendo a principios de noviembre para discutir cómo podemos servir a semejante comunidad católica creciente, con tan pocos sacerdotes. Él me miró y dijo: “Con gusto cambiaría su problema por mi problema”. Y yo le pregunté: Bueno, ¿Cuál es su problema? Él respondió: “Estamos teniendo la misma clase de reunión, pero nuestra reunión es para cerrar 45 parroquias”. Yo dije: “Usted tiene razón, yo tomaré su problema” y añadí: “Además, este no es un problema. Es un desafío. Es un maravilloso don tener poblaciones católicas a reventar, y nosotros encontraremos una solución”.
Todos los consejos parroquiales y los consejos de pastoral regionales, y el envío hoy del Consejo Pastoral Arquidiocesano, son esenciales. Estoy encantado de que tanta gente de los consejos pastorales regionales esté haciendo del establecimiento del Consejo Pastoral una de sus prioridades. Esto es lo que hace que esto (la implementación del Sínodo) trabaje. Hemos logrado tener consejos pastorales bien entrenados, bien organizados a nivel de la parroquia local, a fin de dar vitalidad a los decanatos, las regiones y la Arquidiócesis. Así es que yo aprecio mucho lo que ustedes están haciendo.
Cuando miro hacia los años que vienen juntos, mi visión se enfoca alrededor de tres puntos. Esas son mis prioridades de gobierno, mis principales preocupaciones. Yo me refiero a ellos como las “Tres C’s”. Dos de las tres C’s están surgiendo como las dos prioridades fundamentales del pontificado de Benedicto XVI. La tercera C, es una de los sellos distintivos perdurables del pontificado de Juan Pablo II.
De modo que permítanme tomar las tres “C’s” una detrás de la otra: Comunión, Cultura y Comunicación.
COMUNIÓN. Esto es clave para entender la visión de la Iglesia del Papa Benedicto. Y ahí hay toda clase de ideas que podemos discutir acerca de esto. Pero prácticamente lo que significa es que la gente necesita tener una comunidad parroquial vital, vibrante. La Comunión significa que la gente siente que pertenece a una comunidad que tiene sentido para ellos; una comunidad parroquial que los nutre y fortalece. Y así, a fin de asegurar que tenemos comunidades parroquiales buenas, que funcionan, que florecen, hemos ido adelante, y hemos podido implementar nuevas formas de liderazgo parroquial. Estamos preparando Asociados Pastorales y Directores de Vida Parroquial para responder a las necesidades de nuestra creciente, maravillosa Arquidiócesis. En sus paquetes de hoy, está una copia de SERVIR HOMBRO A HOMBRO: DIRECTORES DE VIDA PARROQUIAL EN LA ARQUIDIÓCESIS DE LOS ÁNGELES, producida en nuestro formato usual Inglés/Español. Este documento es el resultado de muchas aportaciones y colaboración. Él señala a este nuevo papel de liderazgo que está surgiendo entre nuestros miembros laicos, diáconos y Hermanas religiosas.
Aunque estamos muy dedicados a esto, comprometidos con esta nueva forma de liderazgo parroquial, como discutimos la semana pasada en Sierra Madre, todavía necesitamos más sacerdotes ordenados. Nosotros somos una Iglesia Eucarística, que se reúne fielmente para la celebración de la Eucaristía. Necesitamos continuar estos esfuerzos, así como rezar por ellos y animar a más mujeres a entrar en la vida religiosa consagrada para el bien de la Iglesia.
En la primera y hasta ahora única Encíclica de nuestro Santo Padre, Deus Caritas Est, él habla del misterio de comunión a nivel de la vida parroquial y de la iglesia local en las siguientes palabras que yo cito:
“La naturaleza íntima de la Iglesia se expresa en una triple tarea: anuncio de la Palabra de Dios (kerygma-martyria), celebración de los Sacramentos (leiturgia)
y servicio de la caridad (diakonia). Son tareas que se implican mutuamente y no pueden separarse una de otra. Para la Iglesia, la caridad no es una especie de actividad de asistencia social que también se podría dejar a otros, sino que pertenece a su naturaleza y es manifestación irrenunciable de su propia esencia”.
Para decirlo simplemente, mi visión para nosotros de la Iglesia Local, es una en la cual vivimos más profundamente esta comunión mediante el testimonio, la liturgia y el servicio.
La segunda C es CULTURA. Como ustedes saben, el Papa Benedicto tiene una profunda preocupación por la cultura y su impacto en la vida humana, la historia, el mundo y la Iglesia. La Cultura puede ser concebida como una red de elementos que expresan un sentido básico de significación, valor y propósito. La Cultura es la “segunda naturaleza” para los seres humanos. Dondequiera que haya seres humanos, ahí hay cultura. La Cultura es central para la identidad de una persona y un grupo. Pero las culturas difieren. Todas son diferentes. Y una no puede desecharse y otra tomarse igual que se cambian un par de zapatos por otros.
En la Arquidiócesis de Los Ángeles –una de las más, si no la más diversa Arquidiócesis en el mundo en términos de etnicidad, lenguaje, religión y cultura– la diversidad es uno de nuestros dones y desafíos más grandes. Nosotros hemos visto incrementarse esto con el amplio debate sobre la reforma de inmigración. Estamos muy conscientes del enorme número de inmigrantes que viven entre nosotros.
Con respecto a nuestro trato de la diversidad cultural, mi visión de nuestra iglesia local, tan rica en diversidad cultural, está expresada en la inscripción del profeta Isaías en la piedra angular de la Catedral de Nuestra Señora de los Ángeles: “Mi casa será llamada casa de oración por todas las gentes”.
Y la tercera C es COMUNICACIÓN. Además de los grandes progresos que él hizo en el diálogo interreligioso –particularmente entre judíos y cristianos– quizá el mayor legado de nuestro difunto Santo Padre Juan Pablo II es en el área de las comunicaciones. La comunicación del Evangelio, primero y antes que todo. Al igual que el apóstol Pablo, el Papa Juan Pablo fue el gran evangelizador.
Recuerden que “Evangelización y la Nueva Evangelización” es la primera iniciativa pastoral endorsada por nuestro Sínodo. Esto fue articulado y explicado otra vez hoy. Nosotros necesitamos continuar esta iniciativa en educación, catequesis, formación continua, estudio de la Biblia, grupos de apoyo y comunidades de base locales. Necesitamos estar atentos a la importancia de “la Nueva Evangelización”, la cual, como nuestro difunto Santo Padre insistió, llama a un “encuentro fresco con Jesucristo”. El Papa Juan Pablo II insistía este “fresco encuentro con Jesucristo” es la base, el fundamento, de cualquiera de nuestros programas de evangelización”.
Nosotros pedimos que cada uno de nosotros busque los medios de comunicación y la moderna tecnología para proclamar esas Buenas Nuevas. (Por eso yo estoy usando estos aparatos aquí hoy para podcast y otros propósitos. Espero que todavía estén funcionando correctamente). Tenemos que estar conscientes de la importancia de nuestra tecnología, y tenemos que lograr estar a la vanguardia con ella y no retrasados.
Durante el último par de años, como parte del proceso de implementación del Sínodo –casi todo lo que yo hago trato de verlo a través del lente de la implementación del Sínodo– Yo he estado teniendo esas maravillosas reuniones y cenas con sacerdotes de todas las Arquidiócesis. Hemos tenido ya más de 55 de ellas. La primera ronda fue toda sobre evangelización. Con el liderazgo de varios de nuestros sacerdotes, pronto vendrá un documento llamado “Direcciones en Evangelización”. En este documento los sacerdotes están describiendo modelos actuales de evangelización y “la Nueva Evangelización” sobre la que ya se está trabajando en sus parroquias. Este va a ser un manual soberbio. A nadie se le pide que haga nada por encima y más allá de lo que ya ha sido hecho, pero nos está ofreciendo a todos en la Arquidiócesis ejemplos y modelos de lo que está trabajando en evangelización. Yo estaba continuamente, gozosamente sorprendido mientras íbamos alrededor de esas reuniones para encontrar que hay maneras muy creativas e innovativas con las que las parroquias están evangelizando. Y esa es otra parte de nuestra comunión. Necesitamos compartir con otros lo que está pasando en la Arquidiócesis, y lo que está trabajando bien.
El difunto Santo Padre Juan Pablo II será recordado durante mucho tiempo por su énfasis en evangelización y en “la Nueva Evangelización”. Y yo he sugerido y reiterado esto a nuestro actual Santo Padre: Sería muy bueno tener un directorio de todo el mundo sobre la Nueva Evangelización –para juntar esta línea de pensamiento y algunas ideas específicas para la implementación.
Así, mientras vamos hacia delante, veo nuestra Iglesia Local yendo hacia delante en el árbol de las tres C’s de Comunión, Cultura expresados en un compromiso con la diversidad cultural, y Comunicación del Evangelio. Con esas tres palabras yo terminaré mi presentación. Espero en el futuro trabajar con todos ustedes, especialmente hoy, mientras enviamos e inauguramos nuestro nuevo y nuestro primer Consejo Pastoral Arquidiocesano. VN
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