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LA VIDA HUMANA: EL “DON MÁS GRANDE” DE DIOS

En la Misa de Réquiem, el Cardenal Mahony apremia a los partidarios en favor de la vida a continuar su lucha para cambiar los corazones de la gente

El 20 de enero en la Misa anual de Respeto a la Vida de la Arquidiócesis, para conmemorar el aniversario de la decisión de 1973 Roe vs. Wade, de legalizar el aborto en los Estados Unidos, el Cardenal Rogelio Mahony enfatizó que el “don más grande” de Dios para el mundo es la creación de los seres humanos.

Después pidió a las casi 2,000 personas congregadas en la Catedral de Nuestra Señora de los Angeles que renovaran su compromiso con todos los aspectos de la vida humana, y que continuaran rezando y alimentando la esperanza de que todos reconozcan el don más precioso en toda la creación.

“Esta tarde nos reunimos una vez más para reafirmar nuestro profundo entendimiento del mayor don que Dios ha dado al mundo que ha creado, y este es la creación de los seres humanos”, dijo el Cardenal durante su homilía. “Nosotros somos el mejor y la mayor obra de Dios. Nosotros somos el reflejo más cercano de su imagen y semejanza, como Él nos dice en las Escrituras”.

El Cardenal señaló que cada persona nace con un alma inmortal, y que Dios habita y camina con cada individuo.

“Así, esta tarde –dijo– todos nosotros nos reunimos en oración para continuar orando a Dios todopoderoso para que nos ayude a cambiar los corazones de la gente a fin de que cada uno llegue a reconocer que la vida humana es preciosa”.

Esta no es una tarea fácil, reconoció el Cardenal Mahony, en un mundo con una actitud desdeñosa hacia la vida. El aborto se ha vuelto tan frecuente y tan fácil de obtener desde que la Suprema Corte lo legalizó hace 34 años, que la mayoría de los americanos han perdido de vista lo que el aborto implica actualmente: el asesinato de inocentes. Él dijo que lo mismo aplica al problema de la terminación de la vida de la eutanasia. Con cada uno, se ha extendido un vocabulario para disfrazar y camuflar la horrible realidad que tiene lugar.

“GENTE DE FE”

“Nosotros vemos muchas matanzas, terror y violencia en todo el mundo, esto está casi diariamente en las primeras páginas de nuestros diarios”, dijo. “La gente puede llegar a llenarse de tanto odio que se explotan ellos mismos esperando poder matar a muchos otros, tantos como sea posible. Y nosotros vemos esto en la violencia de las pandillas y en la toma de la vida humana mediante tantos asesinatos en nuestra sociedad y en el mundo.

“Y todo esto en medio de todo lo que nosotros sostenemos como gente de fe y de gran esperanza. Porque nosotros conocemos finalmente al Dios que dice ‘Yo soy su Dios y ustedes son mi Pueblo’, una vez más recreará el balance de la vida de acuerdo al plan de Dios, en y a través de su hijo Jesucristo.

“Nosotros creemos eso –añadió–. Nosotros no tenemos que estar convencidos de eso, pero tenemos que vivirlo”.

Cuando la gente le pregunta, “¿No es verdad que la lucha por la vida no tiene esperanza en este mundo?” El Cardenal dijo que siempre responde con un firme “¡No!”.

Señaló que se han hecho muchos avances por las oraciones y los sacrificios de las personas a favor de la vida. El número total de abortos continúa disminuyendo. Y encuestas nacionales recientes muestran que más americanos quieren que el acceso al aborto sea restringido Puestos juntos, dijo, ambos son un “cambio positivo” en pensamiento y mentalidad.

Otro buen signo es que los católicos ya no están más solos en su manifiesta oposición al aborto, observó el Cardenal Mahony. Miembros de muchas otras comunidades religiosas –incluyendo cerca de 30 representantes presentes en la liturgia del 20 de enero– mantienen creencias similares acerca de la dignidad de toda vida humana.

Finalmente el Cardenal se refirió al reciente hallazgo hecho por investigadores médicos en dos centros de mucho prestigio, que mejores y más abundantes células madres se encuentran en el líquido amniótico que rodea al bebé en el seno, lo que es un “tremendo avance”, porque no se dañaría al feto al extraer las células.

“Todas estas son buenas noticias porque muestran que nuestras oraciones, nuestro continuo compromiso y nuestra voluntad de ser gente a favor de la vida, continúa teniendo influencia” dijo. “Y nunca deberíamos desanimarnos por no ver resultados inmediatos concretos a nuestro derredor. Debemos tener ánimo porque vemos una tendencia llena de esperanza, la cual está moviendo más y más el apoyo a la vida”.

VELAS Y SILENCIO

La liturgia de casi dos horas comenzó con jóvenes danzantes vestidas en vaporosos vestidos blancos y terminó con miembros de la congregación trayendo 157 velas encendidas al altar, seguidas de 157 segundos de silencio, representando el número de abortos efectuados en el Condado de Los Angeles durante ese sábado.

El conjunto musical Shantigarh, junto con coros de parroquias de toda la Arquidiócesis, ejecutaron el original “Réquiem por los No Nacidos”, escrito en 1995 por el compositor local John Bonaduce.

La presencia ecuménica durante la Misa incluyó representantes budistas, musulmanes, mormones, armenios, ortodoxos, cristianos fundamentalistas y otras religiones. El Padre Alexei Smith, director arquidiocesano de Asuntos Ecuménicos e Interreligiosos, dijo al Tidings que este era el grupo más grande y más diverso que jamás ha asistido a este evento anual.

“Yo creo que ellos están aquí porque ellos creen, como nosotros, firmemente en los asuntos de la vida” dijo. “Y ellos estaban más que deseosos de participar en solidaridad con nosotros para mostrar al mundo que esos problemas no son sólo católicos, sino que su congregación los enfrenta también.

“Nosotros podemos tener diferencias doctrinales en otras áreas, pero en términos de vida y de respeto a la vida, ellos están con nosotros”, señaló el Padre SEIT. “O quizá, podemos decir que nosotros estamos con ellos”. VN

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