LA TRAGEDIA DE LOS MENORES DESAPARECIDOS

El secuestro de niños es un drama que vive la sociedad a diario, pero ¿hay formas de prevenirlo?

El mes pasado aparecieron tres jóvenes que estuvieron secuestradas desde su adolescencia en Cleveland, Ohio, por alrededor de una década y en condiciones infrahumanas, abusadas por su secuestrador. Las noticias sobre su aparición han dejado en la población sentimientos encontrados de esperanza y al mismo tiempo horror. Los maltratos que sufrieron durante su cautiverio han indignado a la sociedad. Y si bien ellas pudieron sobrevivir esta experiencia dejando una esperanza para familias con hijos desaparecidos, desgraciadamente no es tan común que estos casos terminen de esta manera.

El Departamento de Justicia de Estados Unidos estima que actualmente un promedio de 2,185 niños son reportados como perdidos cada día. Y en un año desaparecen alrededor de 115 mil niños en manos de extraños que no tienen autorización para llevárselos, que los retienen por la fuerza por más de una hora, y les ocasionan daño. Además, entre 200 y 300 menores son secuestrados con la intención de retenerlos en forma permanente para propósitos criminales. Varios son asesinados. El 64% de estas víctimas son niñas.

Por otra parte, alrededor de 360 mil menores son raptados al año por uno de sus padres con el propósito de alejarlos del otro, violando un acuerdo de custodia legal.

Sin embargo, el caso más común de menores desaparecidos se trata de aquellos que huyen de su familia. Cada año, aproximadamente 450 mil engrosan estas filas. La mayoría tiene de 16 a 17 años de edad y casi el 60% son mujeres. Solamente el 28% del total de menores desaparecidos proviene de hogares donde ambos padres están presentes; por lo general viven con sólo uno de los progenitores.

Muchos de los hallados vuelven a fugarse a la primera oportunidad que se les presenta.
Gilbert Lavorín, del Departamento de policía de menores extraviados, dijo que cuando un menor desaparece, la policía recoge toda la información pertinente y con el auxilio de fotos y la radiografía de la dentadura, inicia la investigación. Entonces, en todas las estaciones de policía, escuelas, áreas de esparcimiento y viviendas se distribuyen volantes con la fotografía y señas particulares del menor extraviado, y si es posible, información sobre el sospechoso del secuestro.

En los últimos años, la cantidad de niños localizados ha aumentado gracias a las operaciones de rescate, junto a la implementación de la Alerta nacional Amber que desde 1997 a marzo de 2012 ha contribuido a encontrar a 572 menores.

MITOS Y REALIDADES

Según David Finkelhor, investigador y director del Centro de Investigación de Crímenes contra Niños de la Universidad de New Hampshire, es importante reconsiderar las creencias o mitos entorno a los menores desaparecidos, que muchas veces no coinciden con la realidad.

Un mito común es creer que la mayoría son secuestrados por extraños. Según expertos, la realidad es que estos casos representan sólo el uno por ciento del total de menores desaparecidos. Los casos más comunes son de menores que huyen de sus casas, que se han perdido, lesionado o han sido secuestrados por un miembro de la familia, usualmente en una disputa por la custodia. También se dan casos en los que las familias falsamente reportan a un menor como perdido para encubrir su asesinato.

Otra creencia es que cada vez desaparecen más menores. En realidad, según estudios, el problema ha estado mejorando. Según informes, ha habido una disminución de estos casos. Además, estadísticas del FBI reflejan que el número de personas perdidas de todas las edades, ha bajado un 31% entre 1997 y 2011. El número de homicidios, asaltos sexuales, y casi todos los otros crímenes contra niños también ha bajado. La razón se debe en parte al uso de teléfonos celulares que permite a los niños pedir ayuda y alejarse de situaciones peligrosas, y a los padres tener una idea de dónde están sus hijos.

También, en las últimas tres décadas se ha vuelto más agresiva la búsqueda, persecución, encarcelamiento, supervisión y tratamiento de los criminales sexuales. Y se han implementado programas de prevención y sistemas de respuesta efectivos, tales como la Alerta Amber.

Asimismo, falsamente muchos creen que la Internet ha facilitado los secuestros, cuando en realidad parecen no ser así, según las autoridades. Muchos padres se preocupan de que sus hijos lleguen a conocer a criminales a través de la Internet. Sin embargo, la disminución de delitos contra los niños en los últimos tiempos sugiere que este medio pudiera haber contribuido a la disminución de este crimen. En cierta forma la Web ha cambiado la forma en que los jóvenes corren riesgos. En vez de salir de la casa sin vigilancia, ellos socializan en línea. Y aunque pueden conocer a gente con malas intenciones, existe una distancia física. Por otra parte, el uso de la Internet crea pistas electrónicas que pueden ayudar a las autoridades a descubrir y frustrar planes de secuestro.

Otro mito también muy difundido es que la prevención consiste en enseñarles a los niños a alejarse de extraños. Muchos maestros y padres dicen: “Nunca hables con extraños”, pero hay dudas de que esto realmente ayude. Según estadísticas, los menores son más propensos a que los lastimen e incluso secuestren personas conocidas, que desconocidas. De acuerdo al investigador Finkelhor, es mejor enseñarles a que tengan cuidado con las personas que los tocan de manera inapropiada; o tratan de aislarlos, o individuos que se hallan bajo la influencia del alcohol u otros estimulantes, o que portan armas.

El experto dice que es más efectivo enseñarles a los niños a rechazar a individuos con estos comportamientos, y a pedir ayuda.

De igual manera, muchos creen que el objetivo principal debe ser reunir a los menores con sus familias, cuando la realidad dicta que no es necesariamente así. Quienes se ocupan de casos de menores desaparecidos son principalmente agentes de policía entrenados para localizarlos y regresarlos a sus casas. Lamentablemente, la mayoría de los niños desaparecidos sufren conflictos graves y prolongados en el seno familiar. Ellos huyen o son botados porque están en desacuerdo con sus padres y hermanos o porque son víctimas de abuso y negligencia. Regresar a estos niños a sus casas por lo general no resuelve el conflicto ni los abusos que se cometen contra ellos. La solución debería incluir terapia familiar, mediación y protección para ayudarlos a resolver esta situación.

El costo de los casos de niños desaparecidos es enorme en cuanto a las secuelas que dejan en las víctimas y sus familias, además de la enorme cantidad de horas que invierten los policías en la búsqueda. VN

QUÉ HACER

* El Centro de Niños Extraviados de California pide que ante la desaparición de un menor, de inmediato se haga la denuncia al Departamento de la Policía local, y éste avisará a todas las patrullas del área para que comiencen la búsqueda.

* También reportar que su hijo está perdido a la línea gratuita 1(800) 843-5678 (National Center for Missing and Exploited Children).

* Pedir ayuda a organizaciones no lucrativas que manejan este tipo de casos.

* Obtener la custodia legal del menor, en caso de que todavía no la tenga.

* Llenar cargos criminales contra el secuestrador si lo tiene identificado.

* Buscar al niño por su cuenta, al mismo tiempo que la policía investiga.

* Informarle a los medios de comunicación de la desaparición.

* Recurrir a ayuda sicológica si es necesario.

CONSEJOS DE SEGURIDAD

* Desde temprana edad, explíquele a sus hijos medidas de seguridad.

* Enséñeles desde pequeños su nombre completo, dirección y número telefónico.

* Tenga disponible las huellas digitales de los menores.

* Mantenga un récord actualizado de su dentadura y fotos recientes. A los menores de 7 años, sáqueles fotos cada seis meses. A los mayores de esa edad, al menos una vez al año.

* Nunca grabe el nombre del niño en una prenda de vestir o artículo personal, para evitar que extraños lo puedan llamar por su nombre con el propósito de inspirarle confianza y secuestrarlo.

* Tenga con sus hijos/as un código secreto. Ellos deben saber que la persona que no sepa este código, no es un conocido de sus padres, y debe alejarse de él/ella inmediatamente.

* Ponga especial cuidado al escoger guardería o babysitter. Verifique las referencias.

* Nunca deje a sus hijos solos en un vehículo.

* Coloque el número de emergencia cerca del aparato del teléfono. Explíqueles a sus hijos que deben denunciar cualquier situación que represente una amenaza a su seguridad o cualquier incidente sospechoso.

LUGARES DE AYUDA Y RECURSOS DISPONIBLES

• NCMEC: 1(800) THE-LOST (1-800-843-5678).
• Find the Children: 1 (888) 477-6721 ó (310) 314-3213

• Centro de Niños Extraviados de California: 1(800) 222-3463

• Programa de Alerta AMBER es una asociación voluntaria con el Departamento de Justicia de EE.UU., las fuerzas de seguridad, los organismos de radiodifusión y la industria inalámbrica para activar un boletín urgente en los casos más graves de secuestro infantil. El objetivo es que el público también ayude en la búsqueda de un niño desaparecido. La policía utiliza los ojos y oídos del público para ayudar a localizar rápidamente a un niño secuestrado por radiodifusión Alertas AMBER en radio, televisión, señales de tráfico y todos los medios tecnológicos disponibles. Las Alertas AMBER han ayudado a rescatar a más de 642 niños.

• La ‘Ley de Suzanne de 2003’ contiene una disposición que reconoce la preocupación del Congreso de Estados Unidos en la seguridad de los desaparecidos jóvenes adultos – mayores de 18 años de edad, en especial los desaparecidos en una circunstancia fuera de su patrón normal de comportamiento. Esta ley presenta los mismos procedimientos de investigación utilizados con los niños menores de 18 años. Para más información acerca de esta ley, contactar a NCMEC al 1(800) THE-LOST ó (1-800-843-5678). VN

Share