
LA PARTIDA DE UN LEGÍTIMO LÍDER.- Fallece Miguel Contreras, el hijo de un inmigrante campesino que se convirtió en uno de los dirigentes sindicales más destacados en Los Angeles y en la nación
A todos tomó de sorpresa la muerte de Miguel Contreras a sus 52 años, ya que aparentemente gozaba de buena salud y se hallaba en la cúspide de su carrera sindical como el Secretario-Tesorero de la Federación del Trabajo del Condado de Los Angeles, que agrupa a unos 345 sindicatos con alrededor de 800 mil trabajadores. La noticia conmovió a trabajadores, políticos y activistas.
Catalogado tras su desaparición física como “el campeón de los trabajadores” por sus triunfos en el gremio laboral y su tremenda habilidad para unir sindicatos diversos en huelgas y campañas, su ausencia deja un gran vacío en el campo laboral de Los Angeles y la nación.
Su lista de logros es larga. Como secretario-tesorero de la Federación de Trabajadores en Los Angeles, Contreras encabezó y organizó campañas exitosas que consiguieron una mayor cantidad y mejores contratos laborales, y además ganó más batallas políticas que cualquier otro líder sindical en la nación.
Unificó a una coalición de sindicatos revitalizando de esta manera al movimiento laboral en Los Angeles. Y pese a algunas derrotas, como la huelga de los trabajadores de los supermercados, sus éxitos lograron que la federación en su conjunto nombrara a la ciudad de Los Ángeles, “La Ciudad Sindicato”, y se la llegó a considerar como un “modelo” a seguir para el movimiento organizado de los trabajadores del país.
Este líder mexicoamericano nació el 17 de septiembre de 1952 en Dinuba, lugar donde también se crió junto a sus progenitores, ambos campesinos, y a cinco hermanos. Su padre emigró de México en la década de los veinte y fue parte del programa bracero.
La relación de Contreras con uno de los grupos de trabajadores más desfavorecidos del mercado laboral comenzó en los campos del Valle Central a la edad de 5 años, cuando cargaba agua para su padre y hermanos mayores que laboraban en la cosecha de uvas.
Arturo Rodríguez, presidente de la Unión de Campesinos (UFW), mantuvo con Contreras una larga amistad. “Antes que nada era un campesino”, pronunció al darle el último adiós, junto a familiares, amigos y seguidores. “Aprendió mucho en sus días con los campesinos. No teníamos nada y nos enfrentábamos a un grupo de patrones poderosos”, agregó.
Probablemente heredó los ideales de su padre Julio, quien participó activamente en la lucha de los trabajadores agrícolas en la década de los años 60 y Miguel se le unió los fines de semana.
Durante una huelga en 1973, todos los miembros de la familia Contreras se involucraron y esto le costó a Miguel varias entradas a la cárcel por violar los requerimientos judiciales de las manifestaciones.
Cuando tenía 17 años, él y sus hermanos se fueron a San José los fines de semana para unirse a los boicots contra la venta y consumo de uvas frente a las tiendas donde las vendían.
Fue en esa época que conoció a César Chávez, y la influencia del respetado líder marcó su vida. En una ocasión, Contreras comentó: “Los trabajadores mexicanos eran vistos como herramientas de la agricultura a quienes usaban y desechaban como a una pala vieja. César Chávez nos cambió ese sentimiento y nos mostró que tenemos el poder de tomar el control de nuestra vida”.
Chávez lo invitó a trabajar más de cerca con la Unión de Campesinos y entonces Miguel se convirtió en un organizador sindical, por lo que viajó a Toronto, Canadá, a trabajar en el boicot de la uva.
En Salinas, a fines de los años 70, organizó a los trabajadores de la lechuga y en San Francisco ayudó en la organización del Local 2 del Sindicato de Trabajadores de Hoteles y Restaurantes (HERE), donde coordinó una huelga de 27 días en 1979 y se mantuvo viajando entre Nevada, Nueva York y Los Ángeles, organizando grupos locales para dicho sindicato.
En esa labor puso en práctica sus habilidades como negociador y dado que su desempeño fue destacado, lo nombraron organizador nacional para la Unión Internacional de Empleados de Hoteles y Restaurantes, responsabilidad que llevó a cabo en Los Angeles a finales de los 80.
En medio de una disputa electoral, conoce a María Elena Durazo, quien actualmente es presidenta del Sindicato de Empleados de Hoteles y Restaurantes Local 11, quien más adelante se convertiría en su esposa.
Con ella procreó un hijo, Michael, y además fue padrastro de Mario.
En Los Angeles, Contreras halló una ciudad que había sido históricamente hostil con los sindicatos, y a pesar que en la década de los años ochenta los demócratas le dieron un impulso al movimiento laboral, la participación de ellos en la política sindical fue limitada.
Entre 1988 y 1991, Contreras trabajó con el Local 11, donde organizó un programa de asistencia legal para inmigrantes tramitando su residencia legal en este país.
En 1993 pasó a ser director del AFL-CIO e impulsó campañas de apoyo a políticos y causas que ayudaron al triunfo de líderes como el actual presidente de la Asamblea, Fabián Núñez, el senador estatal Gil Cedillo y el ex asambleísta y nuevo alcalde Antonio Villaraigosa.
En 1994 fue nombrado como el director político de las federaciones e inmediatamente reconstruyó el papel a desempeñar por los sindicatos y a nivel nacional obtuvo importantes victorias, tales como aumentos sustanciales en el salario mínimo para los trabajadores.
En 1996, Contreras se convirtió en el primer Secretario del Tesoro de la Federación, proveniente de una minoría étnica, y la Unión aumentó considerablemente el número de sus miembros de 125 mil a más de 800 mil, un incremento representado mayormente por la población latina inmigrante.
Este crecimiento alarmó a algunos líderes anglosajones y afroamericanos que creyeron que Contreras estaba usando la federación para hacer avanzar la influencia de los latinos. Contreras dijo que simplemente su estrategia reflejaba la realidad demográfica.
A pesar de esas críticas, él luchó por formar alianzas con líderes comunitarios afroamericanos. De hecho, en los últimos dos años, la federación ha implementado campañas exitosas para candidatos políticos afroamericanos.
En una entrevista a principios de este año, Contreras dijo que quería contribuir a que algún representante de las minorías llegara a la Casa Blanca.
SU CORAZÓN DEJÓ DE LATIR
El pasado viernes 6 de mayo, un ataque cardíaco terminó con la vida de Contreras mientras manejaba su vehículo. Personalidades políticas y trabajadores se reunieron en la Catedral de Nuestra Señora de los Angeles para darle el último adiós. Vestidos con camisetas de colores con el logo del sindicato, los trabajadores ocuparon la catedral y todos ofrecieron un respetuoso aplauso de pie cuando el ataúd de Contreras llegó a la iglesia.
La ceremonia finalizó con la versión mariachi de “De colores” y se levantó otro aplauso. Se estima que alrededor de 4,500 personas estuvieron presentes, entre religiosos, campesinos, líderes políticos, funcionarios públicos y trabajadores sindicalizados.
Durante la ceremonia fúnebre, su viuda, María Elena Durazo, pronunció un emotivo discurso, en el que enfatizó: “Él (Miguel Contreras) luchó por cada uno de los trabajadores y es nuestro deber finalizar el trabajo que comenzó. Precisamente en septiembre pasado, durante un discurso en el Primer Congreso de Delegados de la Federación del Trabajo del Condado de Los Ángeles, Miguel dijo: “Yo he sido un hombre de Unión, ya que aprendí de mi padre en la línea de piquete las mismas lecciones que yo aprendí de César Chávez, sobre valentía y el valor de sí mismo. Esas lecciones todavía están conmigo”.
Varias personalidades también expresaron su sentir. El ex alcalde James Hahn recordó a su amigo: “Fue un gran hombre. Recuerdo qué importante fue en la resolución de la huelga del transporte; el tiempo que le dedicó. Sabía lo importante que era para los trabajadores en huelga que recibieran sus beneficios y también sabía de la importancia de la gente que dependía de los autobuses como transporte. Pasamos muchas horas, fue un negociador brillante y sabía cómo llegar a un acuerdo exitoso”.
Y el nuevo alcalde angelino, Antonio Villaraigosa, también tuvo unas palabras para el occiso: “Miguel Contreras dedicó su vida a Los Ángeles y sus trabajadores. Construyó un movimiento para las familias de trabajadores que será su legado. La relación que tuve con Miguel fue más allá de la política y de las organizaciones. He perdido a un hermano. Los Ángeles ha perdido a uno de los más brillantes y apasionados líderes”.
Por su parte, el gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, manifestó sus condolencias en un comunicado que decía: “Por más de tres décadas Miguel Contreras dedicó su vida a la causa de los trabajadores, no sólo en California, sino en todo el continente. Su devoción para mejorar la vida de otros inspiró a todos los que lo conocieron”.
En tanto que el Cardenal Rogelio Mahony declaró que fue un privilegio haberlo conocido por muchos años, desde que aquél luchaba en la Unión de Campesinos para lograr acuerdos laborales con los productores de uva en California. “Su compromiso con la justicia y los derechos para los trabajadores, especialmente aquéllos en el nivel más bajo del espectro económico era obvio entonces, y nunca flaqueó en los años posteriores.
“Él fue uno de los primeros líderes en nuestra comunidad en expresar preocupación de que tantos trabajadores de salario mínimo continuaran quedando atrás en su capacidad para mantener a sus familias”, comentó el líder católico.
El líder de la Asamblea, Fabián Núñez, manifestó: “Lo considero un gran amigo y un gran luchador por los trabajadores de Los Ángeles. He perdido a un gran amigo, un hermano y las familias trabajadoras han perdido a un gran campeón”, declaró Núñez.
Y la senadora demócrata Dianne Feinstein expresó: “Como César Chávez, Miguel Contreras creía profundamente que los trabajadores merecían mejores sueldos, cuidado médico, seguridad laboral y otros importantes beneficios que deberían incrementarse por su pesada jornada laboral. Fue un campeón no sólo para la comunidad latina, sino una voz valiente para el cambio y la igualdad de derechos en todo California”.
Contreras fue sepultado en su pueblo natal, un poblado ubicado a unas 200 millas al norte de Los Ángeles, y en su tumba se ha colocado un letrero: “Descanse en paz Miguel Contreras, te queremos”.
Y aún retumban las palabras de su viuda cuando también pronunció: “Mantengamos vivos los sueños de Miguel, tanto para el futuro de nuestro movimiento como por las grandes cosas que podemos lograr si solamente creemos en nosotros mismos”. VN
- El Rosario y el servicio de vela de Miguel Contreras se ofició en la Iglesia San Vicente en Los Angeles.(Foto Victor Aleman)
- Más de 4 mil quinientas personas atendieron a la misa fúnebre de Miguel Contreras, que se celebró en la Catedral de Nuestra Señora de los Angeles.
- Los hermanos de Miguel Contreras durante la misa fúnebre, que se celebró en la Catedral de Nuestra Señora de los Angeles.
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