JÓVENES PROFESIONALES SE MUDAN AL CENTRO DE LA Y SUBEN ARRIENDOS
Muchos de los residentes de Boyle Heights que durante años han pagado arriendos bajos y muchas veces subsidiados, enfrentan ahora un cambio dramático en su situación.
Desde principio de año y continuamente hasta ahora, han recibido cartas donde se les pide que desalojen las viviendas alquiladas. Los motivos varían: por remodelación, por cambio de dueño o porque los propietarios no desean alquilar más.
Pero el que parece ser el verdadero motivo subyace silenciosamente: desde hace aproximadamente un año, en toda el área del este de Los Angeles se ha venido notando una tendencia de cambio en los arrendamientos.
Antiguos -viejos- edificios han sido remodelados para albergar nuevos -jóvenes- residentes, profesionales que trabajan en el área de Los Angeles y desean estar cerca de su sitio de trabajo.
Por su juventud, no están interesados todavía en comprar vivienda. Desean fortalecer su carrera y vivir cerca es una ventaja. Además con los altísimos precios de la vivienda en Los Angeles, prefieren esperar a que “los precio bajen y haya mejores opciones” como comenta Alberto Buitrago, ejecutivo de cuenta de una compañía nacional con oficinas en el centro angelino.
La tendencia está marcada y afecta a los residentes tradicionales de esta área. Leonardo Vilchos, director de la Unión de Vecinos, organización que defiende los derechos de los inquilinos, lo confirma.
“Yo creo que este fenómeno es producto del proceso de reubicación por el que pasa Los Angeles para regresar a la gente de altos ingresos a vivir en el centro. Los terrenos en el centro se han valorizado mucho y los dueños prefieren tener como inquilinos a personas con altos ingresos que pagan el doble de arrendamiento.”
Los arriendos baratos son una historia antigua y así lo confirma María Cabildo, directora ejecutiva de la Corporación Comunitaria del Este de Los Angeles (ELACC siglas en inglés) en un mensaje a la comunidad.
“Boyle Heights ya no es una comunidad con rentas asequibles para inmigrantes y residentes de largo plazo. Ahora es una comunidad presionada por los altos precios del mercado de bienes y raíces en el centro y el resto de la ciudad.”
Y agrega: “mientras que el aumento de rentas es un beneficio para propietarios ausentes, estos aumentos desalojan a familias e incrementan la sobrepoblación de viviendas.”
De acuerdo con cifras de ELACC, tres de cada cuatro residentes de Boyle Heights son arrendatarios, y el hecho de que más residentes tengan que abandonar el área tiene además un efecto negativo en el distrito escolar, que ha visto una reducción promedio del 11 por ciento en la matrícula, lo que a su vez afecta el presupuesto asignado a cada escuela.
En el último trimestre, los precios de la vivienda se han estancado y el ritmo de venta de casas ha disminuido, llevando a que potenciales compradores de vivienda esperen para tomar una decisión, con lo que ha aumentado la demanda por arriendos.
En el condado, en general, se presenta una tendencia al alza en el precio de la renta de viviendas.
A pesar de sus problemas de seguridad, Boyle Heights se rebeló contra sus antiguos residentes, gente trabajadora pero de bajos ingresos y ahora recibe con los brazos abiertos y los arriendos elevados a los flamantes ejecutivos jóvenes -de laptop, ipod y Starbucks- de Los Angeles. VN
Redes Sociales