JOVEN LATINA LOGRA SUEÑO UNIVERSITARIO CON BECA NACIONAL

Los Ángeles.- Una joven mexicana, hija de campesinos, iniciará en el otoño sus estudios en una prestigiosa universidad tras ganar una competida beca nacional y haber superado una serie de circunstancias adversas.

Ariana Chávez es una de las cuatro ganadoras nacionales de la beca de 100.000 dólares “HACER” de la Fundación Ronald McDonald House Charities (RMHC) que le permitirá iniciar este otoño su carrera de psicología en la Universidad de California Davis.

Ariana, una inmigrante cuyos padres trabajan en los campos del Valle Central de California, conoce de primera mano esas difíciles circunstancias, pues ella misma ha trabajado en los cultivos.

“Yo tenía 14 años la primera vez que fui a trabajar al campo y fui solamente por dos semanas; trabajé una semana en tiempo de calor y después una semana en el invierno”, dijo la joven.

Ésa experiencia le reforzó su deseo de estudiar.

“Es muy duro trabajar el campo; en el verano del calor te quita las fuerzas y en el invierno hace mucho frío y las plantas se mojan y tus manos están siempre entumecidas”, dijo.

Tras esa experiencia contrajo una infección en los pulmones que le generó neumonía y anemia.

“Me dio Fiebre del Valle (una infección de los pulmones causada por un hongo)”, señaló y agregó que “el médico que me trató, me dijo que le echara ganas al estudio porque mi salud no era buena para trabajar el campo”.

La joven inmigrante nacida en Michoacán, México, llegó a Estados Unidos a los 8 años para cursar tercero de primaria sin saber hablar inglés.

“Para mí fue muy duro pues no conocía nada, no entendía nada y no tenía más familia -diferente mis padres y mis hermanos- aquí. Todos mis primos y familiares estaban en Michoacán”.

“Mis papás trabajaban en la pizca y en el empaque de la uva en los campos de Delano, pero siempre me han motivado por el estudio, para tener mejores oportunidades”, afirmó.

Sin embargo, el inicio no fue fácil. Recuerda que una vez que la castigaron en el colegio porque no entendía las instrucciones que la profesora le daba en inglés.

“Yo tenía como dos semanas de haber llegado y la maestra nos puso a jugar deletreando unas palabras, pero yo no sabía qué me estaba pidiendo y un amigo que me traducía las instrucciones tampoco me supo explicar bien”.

Más adelante le asignaron una maestra que hablaba español y que “me ayudó mucho porque con ella a me sentí más segura y empecé a aprender inglés”.

Desde ese momento trabajó duro hasta graduarse este año con un promedio académico de 4,47, el cuarto entre los 433 estudiantes de su preparatoria.

En los dos últimos años de su escuela aprobó con la máxima nota siete asignaturas de programa avanzado por la Universidad (AP), lo que le permitirá obtener más rápido su título universitario.

Pero su excelente desempeño académico no ha sido el único factor que la llevó a ser uno de los cuatro estudiantes en el país seleccionados entre más de 6.000 aspirantes para ganar la beca HACER.

El servicio a la comunidad es uno de los factores que más se tiene en cuenta para escoger los merecedores del premio y a muchos otros ganadores de becas locales.

Ariana participa en un grupo juvenil de su iglesia, “donde visitamos ancianos y personas sin hogar, para llevarles algo de ayuda”, y ha formado parte de la National Honor Society, cuyos miembros deben dedicar horas de servicio a la comunidad.

También su fe ha sido un soporte de importante para su esfuerzo. “Yo le pido a Dios que me ayude a ser mejor y a echarle ganas”, concluyó la joven, que proyecta su futuro profesional ayudando a los demás. VN

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