JOSHUA RODRÍGUEZ: SU VIDA EN LA CASA BLANCA

Sus padres vinieron de El Salvador y él nació en el Este de Los Ángeles y ahora, después de egresar como economista del Pomona College y hacer su servicio social en el centro del poder mundial, ya está listo para surgir como un auténtico líder de nuestra comunidad

Para Joshua Rodríguez la Casa Blanca es más grande y hermosa que para la mayoría de los estadounidenses. Comió en sus pasillos, se desveló generando ideas para políticas públicas y a veces hasta durmió -sin querer- entre sus escritorios. Cuando cumplió los tres meses de servicio social como egresado de economía del Pomona College, Joshua supo que su vida había cambiado 180 grados y que el resto de su vida tendrá para siempre el impacto de su inigualable experiencia en la Casa Blanca.

José y Rina Rodríguez, inmigrantes de El Salvador en la década de 1980, son los padres de Joshua; Rina trabaja en una cafetería del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles y José ahí mismo pero en el departamento de limpieza.

Con desvelo y muchas, muchas horas de trabajo extra, lograron darle a sus hijos Joshua y Miguel Rodríguez la mejor herencia: educación.

Más aún cuando pensaban en lo mejor para sus hijos, los Rodríguez nunca se imaginaron posar en la Oficina de Prensa de la Casa Blanca para la foto del recuerdo. Mucho menos ver a Joshua transformado en un joven con filosofía de líder en busca de soluciones para una posible reforma migratoria, y su conexión con la comunidad latina en un mundo lleno de oportunidades a través de la tecnología y acceso a la información.

Joshua Rodríguez, de 23 años y originario del Este de Los Ángeles, representa a una generación de jóvenes portadores del orgullo hispano y de una inquieta personalidad que va mas allá de libros, celulares inteligentes y redes sociales. Una generación que combina lo mejor de su naturaleza social y construye las bases para una juventud audaz, vibrante y llena de propuestas.

Esta entrevista no será la única, pero si la primera de muchas que Joshua tendrá en un futuro lleno de logros, porque su educación, su visión y su liderazgo, así lo disponen.

VD.- ¿Qué significa para ti esta pasantía en la Casa Blanca?

JR.- El honor de servir al pueblo americano. Un privilegio como ninguno porque tuve la oportunidad de ver cómo funciona nuestro gobierno. Fui testigo de cómo actuó la Casa Blanca con las acciones Ejecutivas de Inmigración (dadas a conocer por el presidente Barak Obama el 20 de noviembre de 2014), la reapertura de las relaciones comerciales con Cuba, y el acuerdo de China y Estados Unidos sobre el Cambio Climático.

VN.- ¿Crees que este capítulo en tu formación profesional te ayudará a desarrollar una personalidad como líder?

JR.- Sí, pero lo que más valoro es que confirmé que un líder es una persona que tiene una visión y metas por las cuales está dispuesto a encausar sus acciones. Eso no es algo que se aprende formalmente en la escuela; sólo viviendo la realidad como yo lo hice en la Casa Blanca. Los líderes son personas que toman la iniciativa, resuelven problemas reales. Un líder no tiene que tener la voz más fuerte del grupo. Es la persona que dirige a la comunidad hacia una solución.

VN- ¿En el futuro, cómo puede esta pasantía en la Casa Blanca beneficiar tu trabajo a favor de la comunidad?

JR.- Esta experiencia en la Casa Blanca me ha cambiado la vida. Encontré un tema que me apasiona en la política de inmigración y espero seguir trabajando en este tema. Hay mucho trabajo por hacer con las nuevas acciones ejecutivas que incluye DACA y DAPA, y la integración de inmigrantes a la sociedad estadounidense con derechos y obligaciones que les corresponde como parte de este país. Somos una nación construida por inmigrantes y una nación cuyo futuro está profundamente ligado a la inmigración. Tengo la esperanza de que el Congreso actué y pase una reforma migratoria integral que reformaría nuestro sistema de leyes migratorias.

VN.- ¿Cómo era un día en la vida de Joshua en la Casa Blanca?

JR.- Para empezar, tener en la mente que este no es un lugar para trabajar de 9 a 5, tomar una hora de almuerzo y regresar a casa. No. En la Casa Blanca cada día aprendes y haces algo nuevo y cada minuto que pasa tiene mucho valor. Siempre tenía en mente de que estaba en el más alto nivel de gobierno, donde la gente confía para solucionar los problemas más urgentes de nuestro país. No te puedes distraer, tienes que estar concentrado.

Durante los cuatro meses que estuve ahí, terminé proyectos de investigación sobre la inmigración y la legislación vigente, escribí memorandos, seguí y analicé noticias y portales electrónicos relacionados con inmigración. También realicé actividades administrativas y ayudé a planificar y organizar la logística para reuniones y eventos.

VN.- ¿Ves este servicio social en la Casa Blanca como una recompensa o como un desafío? ¿Tal vez los dos?

JR.- Lo veo como un honor y un privilegio. En mi opinión, no vas a la Casa Blanca al menos que quieras ayudar a resolver nuestros retos sociales más importantes. Llegas a la Casa Blanca para servir al público americano. Es una experiencia única. Trabajando en la Casa Blanca, ves cómo se implementa la política pública, cómo funciona la política, y cómo funciona la democracia en Estados Unidos. Estoy muy agradecido porque tuve esta oportunidad.

VN.- Y tus padres, ¿se imaginaban este futuro para ti?

JR.- Ellos dirían que sí. Honestamente, todo padre quiere lo mejor para su niño en la vida y mis padres no son diferentes. Pero las experiencias que he tenido son especiales y trato de disfrutarlo al máximo. En pocas palabras, mis sueños se han hecho realidad.

VD.- ¿Cuál sería tu mensaje para otros jóvenes como tú, hijo de migrantes luchadores y que muchas veces se desilusionan y dejan la escuela?

JR.- Que aprovechen las oportunidades disponibles para ellos. Si no existen las oportunidades entonces que las generen. La capacidad de crear y aprovechar las oportunidades en este país es lo que hace a Estados Unidos grande. Tenemos un sistema empresarial en el que podemos crear cosas que no existen.

Yo también les diría que no se den por vencido. No siempre soy la persona más inteligente en el grupo, pero soy la persona que trabaja más duro. El espíritu de trabajar duro es algo que obtuve de mis padres y lo aplico en mi trabajo. Cuando comparo los desafíos de mis papás con los míos, no se pueden comparar.

VD.- ¿Tu inspiración?

JR.- La gran lucha de mis padres para que yo pudiera tener las oportunidades que tengo.

Actualmente Joshua Rodríguez trabaja como encargado regional de Los Ángeles de FWD.us, una organización fundada por reconocidos líderes de la comunidad tecnológica que diseña y promueve políticas de impacto en una economía global, incluyendo una reforma inmigratoria integral y una reforma educativa.

Share