LA VOCACIÓN A LA VIDA CONSAGRADA NO TIENE FECHA DE LLEGADA

Mary Catherine Antczak quiso ser monja desde que hizo la primera Comunión

La Eucaristía llevó al convento a la hermana Antczak y ha continuado siendo el centro de su vida. La hermana dominica nació en Los Ángeles, el primer retoño de ocho del matrimonio de Alphonse J. Antczak y Helen Elizabeth Fitzpatrick -cuatro mujeres (Mary, Helen, Margaret, Teresa) y cuatro hombres (Al, Tom, John, Joseph)-. El padre, fallecido en 2006, nació en Detroit, Michigan, y su madre en Frisco, Texas, en una familia de raíces mexicanas-Aguascalientes-; su madre pasó a mejor vida en 1994.

La familia era católica y guadalupana. “La fe católica era el centro de nuestra familia”, cuenta la hermana Mary Catherine a VIDA NUEVA. “De hecho -agrega- yo aprendí a rezar con mis padres. En casa teníamos una preciosa imagen de Nuestra Señora de Guadalupe y rezábamos delante de ella. En eso se traslucían nuestras raíces de Aguascalientes”, lugar de origen de la abuela materna, Adelaida García.

Su padre trabajó por 42 años en The Tidings, semanario de la Arquidiócesis de Los Ángeles, como editor los últimos 16.

Sus padres le dieron, como a todos sus hijos, una educación católica en todos los niveles -primaria (Misión San Gabriel), secundaria (San Gabriel H.S.). Los estudios universitarios los realizó en el “College” Reina del Rosario de su congregación en Fremont, California, los continuó en el “College” del Santo Nombre de Oakland (B.A en Historia, 1971), en la Universidad de San Francisco (USF, jesuita) -credencial para enseñar- y en la Universidad de Loyola Marymount (LMU, jesuita) de Los Ángeles -M.A. en Historia.

EUCARISTÍA E INSPIRACIÓN

Recuerda que en la escuela primaria ya notó “el gozo profundo y la bondad que irradiaban sus maestras -las hermanas Dominicas de la Misión San José-. Eran buenas hermanas. Su espíritu de comunidad me atraía”.

Tanto le impresionaron que al hacer la primera Comunión ya estaba pensando que quería ser como ellas, pues la Eucaristía la tenía atrapada. “Ya comprendía de alguna manera la centralidad de la Eucaristía en la vida cristiana. De hecho, hasta el día de hoy, la Eucaristía es el centro de mi vida espiritual”, confiesa a VIDA NUEVA.

En su último año de secundaria habló de su vocación con la hermana Joan Dominick, quien le aconsejó que solicitara la admisión en la congregación.

Así lo hizo. Se graduó en junio de 1967 y en septiembre ya estaba en el convento de Fremont, casa madre de la Congregación de las Hermanas Dominicas de la Misión San José, O.P.

VOCACIÓN FAMILIAR

En el mes de febrero ya tenía decidido ir al convento y tocaba comunicárselo a sus padres.
“Primero a mi madre, que lo aceptó divinamente. ‘No me sorprende’, me dijo. ‘Tú eres buena para eso, pero se lo tienes que comunicar a tu padre”.

“Me haces muy feliz”, me contestó mi padre.
“Mi madre tenía una hermana religiosa en la Congregación de San José de Carondelet, la Hermana Mary Brigid Fitzpatrick, que acaba de celebrar los 76 años de vida religiosa. Por eso mis padres ya sabían qué significa ser monja y tener a una religiosa en la familia. Mi madre había sido educada por hermanas y mi padre se educó con los jesuitas”.

Sus hermanos recibieron la noticia con alegría, aunque ella misma y una hermana debieron enfrentarse a un cambio de vida radical: eran gemelas. “Todo lo hacíamos igualito, la ropa, etc. Y ahora tendríamos que cambiar”.

“Estoy muy agradecida que mis padres me apoyaran. Salí de casa con su bendición y eso es muy importante. Es más -cuenta- a la hora de ir al convento, mi padre alquiló un van y los diez de la familia nos fuimos para Fremont”.

“Fue una gracia muy grande contar con su bendición”, asegura la hermana Mary Catherine.

Enseguida comenzó el periodo llamado postulantado, dirigido a acoplarse a la vida comunitaria (un año), seguido por otro año de noviciado orientado a conocer la espiritualidad de la congregación, sus normas, forma de vida desde dentro, teología, etc.

En 1969 hizo los votos temporales, lo que significa en términos de la vida consagrada que se deben repetir año tras año hasta que se hace la profesión o votos perpetuos.

ESTUDIOS Y ENSEÑANZA

Tras conseguir el bachillerato universitario en historia en 1971, comenzó a enseñar en la Academia de la Inmaculada Concepción en San Francisco (4 años), a la vez que estudiaba para la credencial del estado en USF.

Pasó a la secundaria de San Miguel (11 años) para enseñar teología e historia. En 1978 fue nombrada directora del centro.

En 1979, dice “recibí una enorme sorpresa: Fui elegida para el Consejo General de la Congregación con residencia en la casa madre en Fremont”, donde fungió de maestra de novicias (3 años) y directora de la escuela (5).

En 2006 es nombrada directora de la escuela primaria de Santa Teresita, en Boyle Heights, donde se encuentra feliz con los estudiantes y viviendo en comunidad con cinco hermanas, pues su congregación lleva la escuela. La hermana Dulce Aguilar Rodríguez enseña al cuarto grado y la hermana Rosaleen es la bibliotecaria.

La escuela tiene 250 estudiantes, el 93% de los cuales necesita algún tipo de ayuda económica para poder recibir una educación católica. Ahí practica los cuatro pilares del carisma o espiritualidad de la orden fundada por el español Santo Domingo de Guzmán en 1216 y plasmada por la madre Pía Backes en 1876: vivir en comunidad, oración, ayudar a los necesitados y predicar la palabra de Dios. En 1910 la madre estableció una comunidad en México donde son conocidas como Congregación de María Reina del Santo Rosario. A propósito, se debe recordar que Santo Domingo y sus frailes fueron en su tiempo firmes impulsores del rezo del rosario como medio de meditar en la vida y las obras de Jesús y María.

FORMAS DE PREDICAR

“Es cierto que no podemos predicar en la liturgia -responde a una pregunta de VN sobre el pilar de la predicación-, pero sí podemos dar a los estudiantes el Evangelio de Jesús. De hecho, al principio de la jornada educativa, todos los días hacemos un pequeño comentario del Evangelio o del Santo del día. Es muy importante hablar de Dios y los niños nos escuchan. En mayo y octubre, meses de María y del Rosario, respectivamente, empezamos el día escolar rezando un misterio”.

¿TIENE TIEMPO DE ABURRIRSE?

“Siempre hay algo que hacer -responde de inmediato-. Es una alegría dar algo a los demás. He recibido mucho y nada produce tanta alegría como repartirlo. Por ejemplo, la mayoría de los niños son pobres; ellos y sus familias tienen problemas y necesidades grandes y, por ello debemos asistirles en todo, desde buscar ropa para una familia hasta escucharles y darles ánimo para seguir adelante”.

“Es también lo que está predicando el Papa Francisco cuando insiste en que hay que ayudar a los pobres”, dice la hermana.

EL PAPA PROCLAMÓ ‘EL AÑO DE LA VIDA CONSAGRADA’ A PARTIR DEL PASADO NOVIEMBRE HASTA EL 2 DE FEBRERO DE 2016. ¿QUÉ SIGNIFICA ESO?

“Por una parte, significa que nosotras debemos renovarnos interiormente para responder mejor al Señor. Por otra, es una señal externa para la comunidad de que hay cristianos que dedican su vida a Dios, al seguimiento de Jesús de cerca por medio de los votos [pobreza, castidad, obediencia -algunas órdenes agregan otros votos] porque de esa manera dicen públicamente que van a seguir a Jesús y a la Iglesia toda la vida”, explica la hermana.

“No es fácil -agrega. Se necesita tomar muy en serio la oración personal, que es lo más importante para profundizar la relación con Cristo”.

¿QUÉ LE DICE A UNA MUJER QUE ESTÁ PENSANDO EN HACERSE RELIGIOSA?

“Que trate de conocer a alguna religiosa, para ver si ésa es la vocación para ella. Que constate la alegría y el gozo de vivir en comunidad y servir al pueblo de Dios”. VN

PREGUNTITAS

¿TIENE TIEMPO LIBRE?- Unas horas los fines de semana para un cambio de ritmo en la escuela y el convento.

¿DEPORTES?- Me gusta caminar por el barrio. Los niños me ven y me saludan.

¿QUÉ LECTURAS HACE?- En estos momentos estoy leyendo “The Joy of the Gospel”, una historia de la vida de Santo Domingo, la revista “América” y el periódico diario porque es importante estar al día con lo que sucede en el mundo.

¿QUÉ TIPO DE MÚSICA LE GUSTA?- Me gustan mucho el rock, Bach y Vivaldi.

¿COCINA?- Los domingos hago el desayuno para las hermanas. De comer me gusta el pescado -estamos en Cuaresma- y la capirotada.

¿CÓMO LE GUSTARÍA SER RECORDADA?- Como una dominica fiel que sirvió a Dios y a su Iglesia para educar a los jóvenes y a los pobres”.

Sta. Teresita School
2646 Zonal Avenue
Los Ángeles, CA 90033
(323) 221-1129

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