IVAN NIKOLOV ES UN SÍMBOLO MÁS DE LA LUCHA POR EL “DREAM ACT”

Washington.- Ivan Nikolov, un joven ruso que logró su libertad de una cárcel en Michigan, es ahora un símbolo más de la difícil lucha por la aprobación del “Dream Act” que evite la expulsión de miles de estudiantes indocumentados en EEUU.

Nikolov es blanco, tiene ojos azules y habla sin acento, y aunque no es el estereotipo del indocumentado en EEUU – la mayoría proviene de México y otros países de América Latina- vive la pesadilla de miles que afrontan el peligro de la deportación por falta de “papeles”.

Nikolov y su madre “cayeron” en una redada en su casa en Roseville (Michigan) el 5 de mayo pasado, después de haber echado raíces en el área desde 1990.

Su madre fue deportada a Rusia a comienzos de este mes y él permaneció en una cárcel en Dearborn hasta el lunes cuando, gracias a todo un movimiento de base y el activismo de grupos como “One Michigan”, fue puesto en libertad.

Aún así, Nikolov, ahora de 22 años, no se ha librado de la posibilidad de una deportación, un temor que comparte con decenas de miles de jóvenes que no conocen otra vida más que la que se han labrado en Estados Unidos.

En eso, su vida transcurre como la de muchos otros en su condición: un dispositivo electrónico en su tobillo derecho es un recordatorio constante de que en cualquier momento podría ser deportado.

Pero Nikolov llegó a EEUU a los 11 años de edad y, ante las preguntas de los periodistas, siempre contesta lo mismo: creció en Estados Unidos, siente que pertenece acá, y no puede imaginarse la vida fuera de este país.

“Definitivamente (esta historia) no ha acabado. Me podrían deportar cualquiera de estos días”, dijo Nikolov en declaraciones a un canal local de la cadena televisiva Fox.

Nikolov confesó que le parece un “sueño” haber salido de la cárcel y agradece la labor de hormiga de quienes lucharon por su libertad.

Pero su mayor sueño es que, ante la imposibilidad de aprobar una reforma migratoria integral en pleno año electoral, el Congreso de EEUU dé el visto bueno al menos al “Dream Act”, para regularizar a los jóvenes indocumentados que reúnan los requisitos.

El senador demócrata Carl Levin es copatrocinador del “Dream Act”, un proyecto de ley bipartidista que, de aprobarse, permitiría la regularización de jóvenes que entraron ilegalmente a EEUU antes de cumplir los 16 años y que reúnen varios requisitos.

Entre esos requisitos, los jóvenes tendrán que mostrar que llevan al menos cinco años en EEUU, que no tienen antecedentes criminales y que aspiran a realizar estudios universitarios o prestar servicio militar.

La narrativa de Nikolov es tristemente similar a la de tantos otros estudiantes indocumentados, y en la blogósfera el asunto ha vuelto a enfrentar a grupos a favor y en contra de la legalización de los extranjeros clandestinos.

Ivan Nikolov todavía no celebra ya que, sin una “acción diferida” del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) -que básicamente frenaría el proceso de deportación-, bien podría verse en un vuelo a Rusia, contra su voluntad.

Su novia, Alanna Woolley, agradeció a los activistas y organizaciones locales y nacionales que presionaron por la puesta en libertad de Nikolov pero ha dejado en claro otra realidad: más que la compasión, los estudiantes indocumentados requieren la acción inmediata de los legisladores en Washington.

Si el Congreso aprueba el “Dream Act” daría a jóvenes como Nikolov la oportunidad de permanecer en Estados Unidos, ya libres de la pesadilla de las redadas y separación de sus familias. VN

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