INVESTIGADORES BUSCAN DOCUMENTAR LA HISTORIA DE BRACEROS MEXICANOS EN EE.UU.
Investigadores de la Universidad de Texas en El Paso (UTEP) recorren Arizona en busca de ex braceros para recabar su testimonio y poder documentar las historias de los mexicanos que trabajaron durante años bajo este programa en EE.UU.
“Queremos plasmar el lado humano, saber ¿cuáles eran sus gustos, qué comían cuando estaban en el campo, qué música les gustaba?”, dijo Alma Carrillo, investigadora del proyecto “Historia del Bracero”.
Durante este mes, representantes de UTEP realizarán entrevistas en Arizona en foros públicos y durante visitas a los hogares de ex-braceros en ciudades como Tucson, Douglas y Phoenix.
“Nos interesa documentar las historias de cada uno de estos hombres, su infancia, sus gustos, el porqué se hicieron braceros y cómo fue su experiencia”, dijo Carrillo, quien ha realizado varias visitas a diferentes hogares de braceros en Tucson.
Indicó que también están interesados en conocer las historias de los familiares de estos trabajadores quienes fueron los más afectados por las separaciones.
El programa comenzó en 1942 con el propósito de solucionar la escasez de mano de obra en EE.UU. que se presentó a raíz de la Segunda Guerra Mundial y permitió la llegada de trabajadores mexicanos que se desempeñaron principalmente en el campo y en la construcción de las vías del tren en 28 estados entre 1942 a 1964.
Los investigadores, que cuenta con el apoyo del Museo Nacional de Historia Americana de la Institución Smithsonian, buscan documentar datos curiosos, como los juegos que hacían durante sus horas de descanso y sus pasatiempos favoritos.
Se espera que el Museo Nacional de Historia Americana inaugure para 2010 una exhibición sobre los braceros.
Y con este propósito, el museo está interesado en la donación de objetos, incluidas herramientas, ropa, fotografías y documentos (como contratos con empleadores, tarjetas de identificación y cartas).
Una vez lista la exhibición, la idea es llevarla a todos los estados en los que hubo una importante presencia de braceros.
“Queremos dejar a un lado la imagen del bracero como un simple trabajador agrícola, queremos que la gente se dé cuenta de la importancia que tuvieron estos hombres para muchas comunidades”, dijo Carrillo, cuyo tío fue bracero.
“Gracias a su presencia muchos pueblos fueron fundados, se comenzaron a construir las primeras casas y se abrieron las primeras tiendas”, agregó.
Hasta la fecha, el grupo ha entrevistado a más de 300 braceros en estados como Arizona, California, Illinois y Texas.
El año pasado, los investigadores visitaron algunos estados en México con el mismo propósito.
Durante los próximos 12 meses el grupo continuará recolectando las historias de trabajadores como Ernesto Muñoz, de 76 años y originario del estado mexicano de Sonora.
Muñoz, quien a los 20 años se integró al programa, recuerda las largas jornadas de trabajo en los campos agrícolas del Valle de San Joaquín, en California.
“Nosotros recolectamos betabeles. Era un trabajo muy duro, muy pocos aguantaban estar agachados tanto tiempo y sacarlos con un pequeño asador”, dijo Muñoz, quien vive junto con su familia en el sur de la ciudad de Tucson.
Dijo recordar las comidas que hacía junto con sus compañeros, quienes disfrutaban de tortillas de maíz con fríjoles y gallina.
“Sin duda los braceros transformaron la vida de muchas ciudades, queremos que la gente sepa de su legado”, dijo la investigadora.
Carrillo enfatizó que esta exhibición será un “homenaje” a la vida de los braceros y a sus familias, cuyas vidas cambiaron para siempre. VN
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