INSTITUTO DE POLÍTICA MIGRATORIA CREA CENTRO DE INTEGRACIÓN PARA INMIGRANTES

El Instituto de Política Migratoria (MPI en inglés) presentó hoy el Centro Nacional de Política de Integración del Inmigrante y destacó el papel de la sociedad para lograr que dicha integración sea posible en “todos los ámbitos”.

En el evento, organizado en Washington D.C. por el MPI, se aprovechó además para presentar el libro “Securing the Future” y de una nueva herramienta de la página web del MPI (www.migrationpolicy.org), el Centro de Datos (Data Hub).

La creación del centro significa un importante avance “en una época en la que “muchos de los trabajadores en EEUU son inmigrantes y en la que más de uno de cada cinco niños del país viven en una familia inmigrante”, explicó Demetrios Papademetriou, presidente del instituto.

Según Margie McHugh, directora adjunta del centro, tanto la base datos de la web como el propio centro servirán para “unificar todas las herramientas disponibles para la fomentar la integración de los inmigrantes en EEUU”.

En opinión de Michael Fix, vicepresidente y jefe de estudios del MPI, la integración de los inmigrantes es necesaria como sinónimo de “seguridad” para todos los habitantes.

La base de datos es una herramienta multimedia que aglutina la información hasta hoy dispersa en Internet, y que se basa en datos proporcionados por el Departamento de Seguridad Nacional de EEUU (DHS, por sus siglas en inglés).

“Se trata de proporcionar acceso inmediato a la información actualizada sobre la integración de los inmigrantes en EEUU y los movimientos migratorios internacionales”, explicó Jeanne Batalova, gestora de la nueva base de datos del MPI.

En cuanto al libro, éste reúne una serie de temas relacionados con inmigración y tratados por numerosos expertos, algunos de los cuales estuvieron presentes hoy.

Uno de ellos, Donald Kerwin, director de la Red Católica de Inmigración Legal, abordó la integración desde el prisma de los derechos humanos y el bien común.

“Si se niega el acceso de los inmigrantes a buenos servicios sanitarios, educativos y de bienestar en general, se perjudica el bienestar de todos nosotros”, aseguró Kerwin.

Otra de las cuestiones recogidas en el libro es la del acceso del inmigrante a servicios de salud en un país como EEUU, en el que un seguro privado resulta indispensable para recibir atención médica.

El experto en política sanitaria del Centro de Prioridades Políticas y de Presupuesto, Leighton Ku, hizo hincapié en las barreras lingüísticas a las que debe enfrentarse un inmigrante.

“El 55 por ciento de los inmigrantes no naturalizados en EEUU no disponen de seguro y además muchos de ellos tienen problemas de comunicación con el médico porque hablan idiomas diferentes”, explicó.

La educación también se señaló como componente clave de la integración del inmigrante en EEUU y Ruby Takanishi, presidente de la Fundación para el Desarrollo de la Infancia, se refirió a algunos de los desafíos educativos a los que se enfrenta el inmigrante.

“Creo que se debe fomentar la integración desde la escuela y en entornos cercanos en los que se está formando al ciudadano de mañana y además creo que hay que pensar en hacerlo cuanto antes”, afirmó Takanishi.

Añadió que se debería “potenciar el aprendizaje de una segunda lengua para los niños que ya hablan inglés así como del inglés para los hijos de los inmigrantes que aún no lo hablan”.

Por su parte, Delia Pompa, vicepresidenta para la Educación de La Raza, lamentó la falta de una política educativa para inmigrantes y propuso que se atendiera más a las necesidades educativas de éstos y sus familias.

Insistió en que “se debe trabajar para integrarlos a todos (los inmigrantes), cada uno con sus necesidades”. VN

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