FUNDADOR DE FRONTERAS COMPASIVAS DICE QUE FALTA POR HACER A FAVOR INMIGRANTES
Aún falta mucho por hacer en la frontera de Arizona en favor de los inmigrantes, asegura el reverendo Robin Hoover, fundador de Fronteras Compasivas, que celebra hoy su noveno aniversario, período en el que ha colocado miles de galones de agua en el desierto.
“Creo que durante todo este tiempo poco o nada ha cambiado en la frontera de Arizona”, dijo Hoover en entrevista.
En su opinión, continúa existiendo una gran necesidad de colocar agua en el desierto ya que el número de fallecimientos de inmigrantes indocumentados no ha mermado en lo que muchos llaman “el corredor de la muerte”.
Hoover criticó severamente los esfuerzos del Gobierno federal por militarizar la frontera, así como la construcción de un muro virtual en la frontera de Arizona, al que calificó de “una pérdida de dinero”.
“Creo que no deberíamos estar construyendo muros, no estamos en guerra con México, son nuestros vecinos”, agregó el reverendo de la Primera Iglesia Cristiana en Tucson.
De acuerdo con estadísticas de la Patrulla Fronteriza, en la frontera de Arizona se concentra anualmente cerca del 40 por ciento del total de muertes de indocumentados que se registran en las casi 2.000 millas de frontera que comparten Estados Unidos y México.
Fronteras Compasivas nació el 11 de junio de 2000 y desde entonces ha colocado más de 100 estaciones de agua en puntos estratégicos de la frontera entre Arizona y Sonora (México), como las tierras públicas del condado Pima, el Monumento Nacional Organ Pipe Cactus, el Refugio de Vida Salvaje de Buenos Aires y de Cabeza Prieta, entre otros.
En promedio, la organización coloca 1.500 galones de agua cada semana en el desierto de Arizona, especialmente durante los meses de verano, cuando las temperaturas superan fácilmente los 110 grados Fahrenheit en las zonas más apartadas del desierto.
El activista manifestó que en estos nueve años ha aprendido dos cosas muy importantes, la primera “que la Patrulla Fronteriza no ha logrado controlar ninguna parte de la frontera”, y la segunda, el gran apoyo y deseo de ayudar que existe entre la comunidad en Arizona.
Actualmente, Fronteras Compasivas cuenta con promedio de 300 voluntarios en ciudades como Tucson y Phoenix, pero constantemente llegan personas de otras partes del país para ofrecer sus servicios desinteresadamente.
Entre los escollos que han enfrentado en estos años está la obtención de los permisos necesarios para colocar las estaciones de agua.
También Hoover ha tratado inútilmente de colocar estaciones de agua dentro de la reserva indígena Tohono O’odham, lugar donde -de acuerdo con el activista- se reportan anualmente más del 42 por ciento del total de muertes que se registran en el desierto de Arizona.
El reverendo dijo estar preocupado ante el fallo de culpabilidad contra un voluntario de la organización por arrojar basura, debido a que fue sorprendido dejando galones de agua dentro de un parque nacional.
El voluntario enfrenta una posible pena de hasta un año de prisión cuando sea sentenciado el próximo mes de agosto.
“Es una injusticia lo que pasó con este joven, nosotros nos ofrecimos a recoger basura en esta región y nos fue negado el permiso”, sostuvo Hoover.
Añadió que a pesar de todo y mientras exista la necesidad del otro lado de la frontera, los inmigrantes indocumentados continuarán cruzando la frontera.
“Creo que una solución es una reforma migratoria, pero desafortunadamente no es algo que yo vea en futuro cercano”, dijo el reverendo, que apoya un programa de trabajador huésped que dé la oportunidad a los inmigrantes de cruzar la frontera de manera legal y trabajar en EEUU por un periodo de tiempo.
También se mostró a favor de la colocación de más torres de teléfonos celulares en la zona desértica, las cuales podrían salvar la vida de indocumentados que al verse en peligro llamen al número de emergencia 911 desde sus celulares.
En tanto, Hoover aseguró que Fronteras Compasivas continuará trabajando arduamente para seguir colocando agua en el desierto.
“Si en todo este tiempo hemos podido salvar por lo menos la vida de un inmigrante, creo que todo este trabajo ha valido la pena”, finalizó. VN
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