ESTUDIAN CAUSAS DE VIOLENCIA CONTRA MUJERES EN CIUDAD JUÁREZ

La investigadora estadounidense Kathleen Staudt dedica su reciente estudio a los crímenes en Ciudad Juárez, México, que, entre 1993 y 2003 le costaron la vida a más 370 niñas y mujeres.

El libro, titulado “Violencia y activismo en la frontera”, sitúa estos crímenes en un contexto más amplio, vinculándolos a la historia de violencia contra la mujer, tanto en México como en otras partes del mundo.

El estudio combina análisis académico con narraciones atroces provenientes de la participación de Staudt en grupos de protesta, ayuda y capacitación tanto de víctimas como de sus familias.

Staudt, catedrática de la Universidad de Texas en El Paso (UTEP), también examina el activismo y las redes de apoyo a ambos lados de la frontera y compara los sistemas policiales y jurídicos de México y EEUU en cuanto a la prevención, reporte y procesamiento criminal en casos de violencia contra la mujer.

“La frontera complica la ley y la aplicación de la misma, ya que prevalen sistemas legales diferentes en dos países soberanos,” escribe.

“A un lado existe una parcialidad contra el procesamiento y, al otro, a favor”, añade.

Staudt aboga por soluciones binacionales, ya que los criminales a menudo cruzan la frontera tratando de escapar de las autoridades y las víctimas buscando refugio.

El texto describe las condiciones que dieron lugar al término “femicidio” que, aunque surgió para describir la situación específica de Ciudad Juárez, desde entonces se utiliza para clasificar homicidios de mujeres por la sola razón de serlo.

Aunque Staudt reconoce que centenares de hombres son asesinados anualmente en Juárez, añade que dichas víctimas rara vez son mutiladas o violadas como ha sido el patrón en los casos de femicidio, que es el enfoque de su estudio.

La investigadora conecta los incidentes de las últimas décadas en Juárez a la indiferencia con la cual las autoridades y la prensa han tratado casos individuales de violencia contra la mujer.

Según Staudt, la incidencia de femicidio en Juárez refleja un problema más amplio en cuanto a violencia contra la mujer, “no sólo en términos de asesinatos en serie, sino también en cuanto a violencia interpersonal y doméstica”.

Staudt, quien ha trabajado en El Paso desde hace más de 25 años, objeta la “demonización: de esa zona fronteriza a manos de la prensa y del turismo académico.

Aunque la investigadora apunta que Juárez cuenta con uno de los mayores carteles de droga a nivel mundial y una de las mayores tasas de violencia del país, es también una ciudad con un sector industrial floreciente y hogar a varias universidades.

Según la experta, su intención al dedicarse a este estudio fue indagar en la compleja realidad de la frontera en cuanto a las raíces de la violencia contra la mujer.

Su estudio revela los efectos de la economía global y la búsqueda incansable de mano de obra barata, sobretodo en el modelo de la maquiladora, en los casos de violencia contra mujeres.

Sin embargo, también recalca el rol de conceptos culturales, desde mitos hasta conceptos formalmente aceptados como parte de la cultura mexicana, que han contribuido que se tolere la violencia contra la mujer como algo relativamente normal en la sociedad.

No obstante, el libro no descansa en una visión pesimista.

Staudt avanza propuestas en cuanto a vigilancia de derechos humanos, aplicación legal, redes de apoyo y educación, que tienen el potencial de cambiar tanto la dinámica fronteriza como la tasa de violencia contra mujeres en el área y servir de modelo para otras zonas de femicidio en el mundo.

(Staudt, Kathleen. “Violence and Activism at the Border: Gender, Fear, and Everyday Life in Ciudad Juárez”. Austin: University of Texas Press, 2008). VN

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