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ENTREVISTA CON EL ARZOBISPO JOSÉ HORACIO GOMEZ

"Ver, Conocer y Actuar"

Al Arzobispo José Horacio Gomez le gusta estar entre la gente y escucharla, para así poder servir mejor al ministerio como pastor de la Iglesia Católica.

A sus 58 años de edad ha sido nombrado por el Santo Padre Benedicto XVI, como Arzobispo Coadjutor de la Arquidiócesis de Los Angeles, para sustituir el próximo año al Cardenal Rogelio Mahony, como Arzobispo de la Arquidiócesis más grande de los Estados Unidos.

El Arzobispo Gomez fue entrevistado en exclusivo por Vida Nueva en San Antonio, Texas, días antes de su despedida a la arquidiócesis de esa ciudad. He aquí lo que nos dijo:

SU INSTALACIÓN COMO ARZOBISPO DE LOS ANGELES SE APROXIMA MUY PRONTO. ¿CUÁLES SON SUS PENSAMIENTOS ACERCA DE ESE DÍA Y DE ESA NUEVA ASIGNACIÓN?

Todos estos días, desde que me enteré de la noticia, le he dado gracias a Dios por la confianza del Santo Padre en mí para ir a Los Angeles. Y le he pedido mucho a la Virgen de Guadalupe, le he encomendado a la Virgen mi ministerio en Los Angeles. Estoy muy contento, con muchos deseos de trabajar en la Arquidiócesis de Los Angeles y hacer mi mejor esfuerzo para servir a todos los católicos y a toda la gente de buena voluntad.

¿CUÁL SERÍA SU PLAN PARA FAMILIARIZARSE CON ESA ARQUIDIÓCESIS?

Lo que he conversado con el Cardenal Mahony, es que mi deseo es escuchar y conocer a la gente y las actividades de la Arquidiócesis de Los Angeles. Entonces lo que me parece que vamos a hacer es tener misas y reuniones en todos los decanatos y poco a poco conocer a todos los católicos de la Arquidiócesis. Me va a poner eso muy contento, espero que se pueda hacer porque me gusta mucho estar con la gente.

¿CÓMO FUE AVISADO POR EL PAPA BENEDICTO XVI CUANDO FUE SELECCIONADO ARZOBISPO DE LOS ANGELES? ¿SE ACUERDA USTED QUÉ PENSÓ EN ESE MOMENTO?

Cómo no, me llamó por teléfono el Nuncio Apostólico Monsenor Pietro Sambi y me preguntó que si estaba solo, que si podía hablar, me metí en un cuarto privado y allí por teléfono me dijo que el Santo Padre me había nombrado Arzobispo Coadjutor de Los Angeles. Me quedé sin habla, al principio no sabía qué decir. Después le dije que me sentía honrado por esta confianza del Santo Padre. En cuanto terminé la conversación por teléfono con el señor Nuncio me fui a la capilla, y aún antes de eso, muy curioso, porque salí del cuarto un poco asustado, por lo importante de este nombramiento, y lo primero que vi en el pasillo fue una imagen de la Virgen de Guadalupe. Un cuadrito así chiquito, como de tilma, estaba allí en la pared y eso me dio una gran paz. Porque sentí que la santísima Virgen me estaba diciendo que ella me iba a apoyar y ayudarme en mi ministerio en Los Angeles.

Después me fui a la capilla y le pedí a Dios que me ayudara -darle gracias por la confianza tan grande- y a pedirle que me ayudara a hacer lo mejor que pueda en el servicio de la gente de Los Angeles.

ANTES DE ESO ¿TENÍA ALGÚN PRESENTIMIENTO DE QUE ALGÚN CAMBIO VENÍA EN SU VIDA?

No, siempre hay rumores ¿verdad?, cuando hay una diócesis que no tiene arzobispo o un obispo se está retirando, todo mundo dice ‘te vas a ir para allá’, pero obviamente yo no creía ninguno de esos rumores. San Antonio es hasta cierto punto mi casa. Porque yo como sacerdote empecé aquí en San Antonio y aquí tengo familia. Soy de Monterrey pero estamos cerca de Monterrey y yo nunca creí que me fueran a cambiar de aquí, la verdad no. Por eso sí me cayó de sorpresa.

¿QUÉ ES LO QUE VA A EXTRAÑAR DE SU GENTE AQUÍ?

¡Ah! La gente. La gente de San Antonio tan extraordinaria. Gente de mucho corazón, muy entregada a la fe católica. La ciudad es probablemente 65% católica, todas las raíces y el ambiente es de fe católica. Y para mí lo más importante es el cariño, el amor a Dios y el cariño que la gente tiene a la Iglesia de San Antonio. Es muy bonito.

¿DÓNDE APRENDIÓ SU ESTILO DE LIDERAZGO, O MÁS IMPORTANTE, CÓMO DESCRIBE SU ESTILO DE LIDERAZGO?

O sea lo que a mí me gusta es escuchar. Primero escuchar. Cuando hay una situación escuchar cuál es la realidad, los hechos, y tratar de hacer participar a todos los que tienen que ver en ese asunto complejo. Y luego rezar, ponerme en la presencia de Dios. Creo que se le llama ministerio de colaboración. Es lo que a mí me gusta. Quizá lo aprendí un poco cuando yo estudié Contador Público en la UNAN México, me recibí en la Universidad Nacional de México. Los números por sí mismos no te dan toda la información. Entonces siempre me ha gustado escuchar a la gente. Como se dice oír las dos campanas, y luego tomar la decisión. la cual está en las enseñanzas de la Iglesia, sobre todo la que viene de los documentos de los obispos de América Latina: ver, conocer y actuar, que eso es muy importante en el proceso de la toma de decisiones.

¿QUÉ PIENSA USTED QUE VA A SER LA DIFERENCIA DEL CARGO COMO ARZOBISPO DE SAN ANTONIO Y EL CARGO EN LOS ANGELES?

Bueno, primero el tamaño de la Arquidiócesis. Aquí hay como un poquito más de un millón de católicos, y en Los Angeles son como cinco millones.

Un aspecto que a mí me pone muy entusiasmado es la diversidad de Los Angeles. Aquí en San Antonio sí hay varias culturas: la mexicana, hispana, polaca, alemana, italiana e irlandesa, pero en Los Angeles dicen que hay 45 idiomas; pues hay mucha gente de todas partes del mundo. Allí se ve la universalidad de la Iglesia, independientemente de la cultura.

Estoy muy emocionado de participar en eso.

¿ALGÚN PLAN DE CÓMO PROMOVER LAS VOCACIONES?

Sí, eso me interesa mucho. Yo pienso trabajar junto con el Cardenal Mahony y los demás Obispos Auxiliares para la promoción de las vocaciones.

Aquí en la Arquidiócesis hemos tenido un proceso, como lo tendrán en Los Angeles, de animar a los jóvenes a que consideren la posibilidad de la vocación al sacerdocio y la vida consagrada. A mí lo que me gusta es hablar personalmente con los jóvenes, conversar, entrevistarlos, o sea dialogar con ellos, para ver si tienen la posibilidad de la vocación sacerdotal; este tema es muy importante para mí.

Aquí en San Antonio cuando yo llegué hace cinco años teníamos unos 30, 35 estudiantes en el Seminario, y este año que viene va a haber más de cien. Me interesa mucho que se promuevan las vocaciones entre los distintos grupos étnicos porque eso ayuda mucho a la integración de toda la gente en la Iglesia Católica.

¿EN DÓNDE NACIÓ?

Nací en Monterrey.

¿POR QUÉ NO ME CUENTA UN POQUITO ACERCA DE SU NIÑEZ?

Mi mamá vivió aquí en San Antonio, creció aquí en San Antonio, se graduó aquí en una High School que está muy cerca, que se llama Thomas Jefferson, pero luego sus papás se regresaron a México y allá ella conoció a mi papá, en la Ciudad de México, y luego se casaron, estuvieron en varias partes y finalmente se fueron a vivir a Monterrey, porque mi papá era originario de Linares, Nuevo León, una ciudad que está cerca de Monterrey.

Mi papá era médico y mi mamá estudió Química, se casaron y somos 5 de familia. Tengo 4 hermanas y yo. Yo soy el cuarto, mis tres hermanas mayores y una más chica. Aunque dicen que desde que me hicieron Obispo yo soy el más grande de la familia. Yo crecí en Monterrey, nací y crecí en Monterrey, fui a escuelas católicas con los hermanos Maristas. Luego terminé la Preparatoria en la Preparatoria de la Universidad de Nuevo León, y después me fui a estudiar la carrera de Contador Público en la UNAN, en la Ciudad de México.

¿CUÁNDO SINTIÓ USTED QUE TENÍA LA VOCACIÓN?

Bueno, estando en escuelas católicas siempre te dicen, que si quieres ser sacerdote. Luego pasaron las cosas, mi mamá se enfermó de cáncer, un primo mío que yo lo admiraba mucho se murió en un accidente de automóvil; era brillante, buen deportista, y su muerte de la noche a la mañana me hizo pensar qué es lo que yo quería hacer con mi vida.

Entonces decidí tomarme mi religión más en serio. Iba a misa diario, conocí a sacerdotes, etc. Fue cuando me planteé la posibilidad de meterme al Seminario y ser sacerdote.

Pero mi papá muy sabiamente me dijo ¡No! No te vas a ir al Seminario. Lo único que yo te voy a dejar es tu educación. No te voy a dejar herencia, no te voy a dejar nada más que tu educación. Entonces quiero que termines tu universidad, cuando termines la universidad haces lo que quieras. Entonces no me quedó de otra, pero fue una decisión sabia. Hice la universidad, terminé como contador publico, y entonces pensé yo, lo que quiero ser es sacerdote.

Yo siempre sentí que Dios me pedía, el ser sacerdote. Aunque no es que me estuviera muriendo de ganas, porque también me gustaba la escuela, los amigos, y la posibilidad de tener una familia.

Pero ya cuando terminé mi carrera pensé no estoy contento, no es lo que yo quiero y me gustaría ser sacerdote.

Le dije a mis padres y me apoyaron y me fui a estudiar Teología.

¿Y SUS PADRES QUÉ PENSARON CUANDO SE ORDENÓ DE SACERDOTE, QUÉ DIJO SU PAPÁ?

Felices. Mis padres, los dos fueron a España y los dos fueron a la graduación; mis primos, mis tíos, todos estaban felices. Todo aquello de mi papá quien me había dicho en el principio no, no te vas, se convirtió en una alegría muy grande cuando ya vio que eso era lo que quería y que yo había seguido el camino que me había sugerido. Felices estaban. Y luego que me ordené de sacerdote regresé a Monterrey. Estuve allí varios años.

¿CUÁNTOS IDIOMAS HABLA?

Hablo español, inglés y entiendo italiano.

¿Y SU COMIDA FAVORITA?

Ja, ja, ja. No sé, me gustan todas en verdad. La comida mexicana.

¿Y QUÉ HACE PARA RELAJARSE?

Me gusta mucho el deporte. Tanto cuando puedo practicarlo, he jugado basquetball con los seminaristas y si me dan la oportunidad en Los Angeles me gustaría jugar basquetball con los seminaristas. Luego me gusta también leer. Me gustan sobre todo libros de historia, que tienen algo que ver con la realidad. Lo bueno que tenemos los contadores públicos es que nos gusta mucho la realidad, lo que es verdad, la ciencia ficción no me gusta.

ACERCA DEL TEMA DE MIGRACIÓN ¿COMO VE ESTE TEMA EN ESTE PAÍS, ESPECIALMENTE CONTRA LOS HISPANOS?

Yo lo veo como un asunto muy importante, que siempre ha sido parte de mi ministerio. Siempre he estado muy activo. Ahora me eligieron Presidente del Comité de Migración de los Obispos. Creo que es un tema de derecho natural que es parte de las enseñanzas de la Iglesia. Buscar la mejor solución para que la gente pueda moverse de un lugar a otro, respetando las fronteras, sin una cosa exagerada, teniendo en cuenta que las fronteras se tienen que respetar.

De acuerdo con la doctrina de la Iglesia hay derechos, pero también están los derechos de la gente de poder moverse de un lado a otro; el derecho a los padres para proveer a los hijos, que la gente tenga un trabajo digno, etc. Los principios de la Iglesia pienso que son muy importantes y se aplican perfectamente a la situación de migración.

Espero colaborar con el Cardenal Mahony en promover la comunicatoria que los Obispos de los Estados Unidos han estado proponiendo y pidiendo desde hace años acerca de este tema.

ESPECIALMENTE CON EL PROBLEMA AHORA CON ARIZONA.

Sí, el problema en Arizona creo que legalmente va a ser muy difícil que lo puedan implementar. Pero obviamente no tiene mucho sentido. Lo que hay que hacer es, por el bien de los Estados Unidos, por el bien de este país, por el bien de las personas que viven en este país, es buscar una solución comprensiva.

Vamos a buscar una solución que sea justa, que respete los derechos de las personas, que apoye a las familias, es lo lógico.

Este país es de inmigrantes. Y además tenemos más 12 millones de personas que no tienen documentos. Incluso por seguridad nacional, nos conviene buscar una solución para que la gente que está aquí, sepamos quiénes son, paguen impuestos, sean productivos para la sociedad en la que viven.

SON PARTE DE LA SOCIEDAD PRODUCTIVA. ADEMÁS LA MAYORÍA DE NUESTRA GENTE ES PRODUCTIVA PORQUE ESTÁN TRABAJANDO HONESTAMENTE.

Yo creo que se tiene que establecer un tratado de movimiento de personas, porque la realidad es que vivimos en una sociedad global. Pretender que nos vamos a aislar y cerrar las fronteras ciento por ciento es irreal; tiene que haber un control de la frontera para que sepamos quienes están aquí.

Si una persona comete cosas ilegales, crímenes o lo que sea, pues la justicia se encargará de eso, pero lo que no podemos hacer es tratar de ignorar el problema y pensar que se va a resolver por sí solo, o con medidas extremas que no tienen solución.

¿A DÓNDE CREE QUE VA NUESTRA IGLESIA CATÓLICA HISPANA? ESPECIALMENTE AHORA QUE VIENE A LOS ANGELES DONDE HAY UNA CANTIDAD DE HISPANOS CATÓLICOS.

Bueno, primero lo que los Obispos de Estados Unidos siempre han dicho es que los hispanos son una bendición para la Iglesia en este país. Tenemos históricamente la primera evangelización de lo que ahora se conoce como los Estados Unidos. En 1598 ya había hispanos en lo que es ahora Nuevo México, California y Tejas. En todo el suroeste del país siempre ha habido presencia de los hispanos. Hay que tener esa conciencia de que somos participantes esenciales en el presente y el futuro de la Iglesia de los Estados Unidos.

En la Arquidiócesis de Los Angeles como en la Arquidiócesis de San Antonio tenemos programas y tenemos la manera de dar atención pastoral a todos los hispanos. Y queremos que los hispanos sientan que la Iglesia Católica es su casa. Todo lo que podamos hacer para ayudar a los hispanos a que se integren a la Iglesia Católica como parte esencial.

Es más, las estadísticas lo dicen. Actualmente probablemente 40 por ciento de los católicos son hispanos y en el futuro próximo van a ser la mayoría. Y si uno ve las estadísticas entre los más jóvenes, los números están mucho más altos. Entonces nosotros los latinos, los hispanos, tenemos que tener la conciencia de que tenemos una gran importancia para la Iglesia de los Estados Unidos.

Yo siempre he estado relacionado al ministerio hispano, porque es lo lógico. Y sobre todo en la integración, que tanto los latinos como las otras culturas, entiendan el concepto teológico de que la Iglesia es universal. Tenemos nuestras costumbres, nuestras tradiciones, nuestra religiosidad popular, pero formamos parte de una misma iglesia.

¿TIENE ALGÚN PLAN DE EVANGELIZACIÓN Y QUÉ SIGNIFICA VERDADERAMENTE?, PORQUE A VECES UNO ESCUCHA DIFERENTES SIGNIFICADOS. ¿QUÉ SIGNIFICA LA EVANGELIZACIÓN?

Mire, acabo de publicar una Carta Pastoral para la Arquidiócesis de San Antonio que se titula “Serán Mis Testigos”. Yo pienso que la evangelización nace de la visión de la Iglesia y cuando recibimos el bautismo, recibimos también la misión de evangelizar todos. Y esa evangelización se realiza a través de nuestra vida diaria, y obviamente de predicar el Evangelio. No en el sentido de imponer el Evangelio, sino presentarlo a todas las personas que nos rodean. De una manera natural; cómo nos comportamos con honestidad, en el trabajo, con la vida de familia y también hablándoles de Dios, porque si vemos una buena película, la comenzamos a contar a todos los demás. La película de la vida de Nuestro Señor Jesucristo que es nuestra fe, es la mejor película del mundo ¿verdad? Todo será que la sepamos contar. Pero en esta Carta Pastoral, ahí hablo desde el punto de vista que todos los católicos, tenemos que tener el sentido de evangelización.

Aquí en San Antonio empezamos una oficina de evangelización y es un éxito extraordinario. Porque realmente, lo que nos hace falta a los católicos, es tener el sentido de que somos todos apóstoles y misioneros en este mundo, que se está alejando de Dios, y lo tenemos que hacer de una manera natural: respetando la libertad de los demás; no tratando de forzar las cosas, sino simplemente con nuestra vida diaria, con nuestro ejemplo, y cada una de las cosas que hacemos tiene que tener el sentido de evangelización.

SU MENSAJE A LA COMUNIDAD DE LOS ANGELES.

Primero pedirles sus oraciones por el Ministerio de la Arquidiócesis. Estoy muy contento, con una gran ilusión. Les pido sus oraciones y les ofrezco mis oraciones, para que todos juntos podamos seguir construyendo el Reino de Dios. VN

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