EL DÍA DE LOS MUERTOS
El Padre Luis Ángel Nieto, explica el significado de este día dentro de la Iglesia Católica
Mientras en Estados Unidos se festeja el Día de Halloween (el 31 de octubre) con una fiesta de disfraces y escenas de terror, en la mayoría de los países latinoamericanos se celebra el Día de los Muertos (el 2 de noviembre) con una fiesta de devoción y ritos tradicionales, donde las familias se unen en espíritu con sus familiares muertos.
El Padre Luis Ángel Nieto, de la Parroquia de La Resurrección, explica que antes de entrar a hablar sobre el significado de este día dentro de la Iglesia Católica, es importante recordar que “el Día de Muertos es una fiesta prehispánica que celebraban las culturas indígenas mucho antes de la Conquista”.
Como por ejemplo, denota el religioso, los indígenas que poblaban México tenían muy claro que la muerte no era la última palabra de la existencia, ni tampoco creían en la fatalidad de la muerte.
“Ellos concebían que había algo más después de la muerte. Creían que había otra vida, pero no sabían exactamente cómo era (o es) esa vida.
“Esta creencia, como lo dijo el Papa Juan Pablo II, dentro del contexto católico nos deja ver que los indígenas ya tenían un vago concepto de la semilla del Verbo, es decir de la vida eterna. Por eso, cuando vino la Conquista y se efectuó el sincretismo religioso entre la cultura católica y prehispánica, se enriquece esta fiesta en la que recordamos a nuestros seres queridos que han muerto”.
UN DÍA DE PRECEPTO
El padre Nieto señala que mientras en Estados Unidos el día de precepto es el 1 de noviembre, por la fiesta de Todos los Santos, en México y resto de Latinoamérica es el 2 de noviembre, cuando las familias van a misa para rezar por las almas de sus difuntos.
El religioso destaca la forma tradicional como se celebra la festividad en México, donde se celebran las misas en los panteones debido a que las familias se aglomeran en éstos para ponerle a los muertos sus ofrendas, que son los tradicionales altares.
LAS OFRENDAS
De acuerdo al Padre Nieto, las ofrendas simbolizan el sentido de que los muertos siguen vivos en nuestras vidas, nuestros corazones, tal como lo dice la tradición cristiana.
Explica que con el simple hecho de ofrecerle a nuestros seres queridos que han muerto con una sencilla ofrenda –que consiste de su retrato, una vela (para iluminar el camino) y un vaso de agua (para la fatiga)– los estamos recordando de una forma sublime. VN
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