CUARESMA, EL CAMINO DE LA IGLESIA Y EL DE NUESTRAS FAMILIAS

CUARESMA, EL CAMINO DE LA IGLESIA Y EL DE NUESTRAS FAMILIAS

Por DR. J. ANTONIO MEDINA 

La Cuaresma es un tiempo oportuno de conversión, de mirar hacia el futuro desde los ojos de Dios. Es un itinerario que nos pide salir de nuestra zona de confort y dejar que la Palabra de Dios nos conduzca a una nueva vida. Supone esfuerzo, lucha y conquista, pero es un camino seguro a una vida más plena y feliz.

Este año nos toca leer en los domingos de Cuaresma pasajes de los Evangelios de Mateo y Juan, los cuales nos darán la oportunidad de revisar nuestra vida a la luz de la Palabra de Dios. Mateo y Juan ven la vida cristiana como un encuentro personal con Jesús que se prolonga en la vida de la Iglesia, en la comunidad de los bautizados. En esta nota le propongo que viva su itinerario cuaresmal revisando su vida familiar y eclesial. Deje que la Palabra de Dios sea el espejo frente al que se mira como padre, madre, hijo o hija de una familia y además miembro de una comunidad parroquial.

Mi propuesta es que esta página la guarde en un lugar que pueda leerla en las próximas cinco semanas. De preferencia el domingo por la tarde, si es posible en familia para que sea una oportunidad de conversación familiar. Va a leer solamente el comentario al domingo correspondiente y va a contestar personalmente o en familia las preguntas qué propongo. También puede hacerlo durante la semana en su comunidad parroquial. Recordará la lectura del Evangelio proclamada en la Misa, pero de preferencia tenga una Biblia a la mano para que al iniciar su reflexión, lea de nuevo el Evangelio del domingo correspondiente.

PRIMER DOMINGO DE CUARESMA, MATEO 4, 1-11 JESÚS ES TENTADO POR EL DEMONIO

Jesús es llevado al desierto para discernir sobre su vocación, sobre la misión que su Padre Dios le estaba encomendando. Allí va a enfrentar el misterio del mal, tal como lo enfrentó el pueblo de Israel en el desierto y tal como nosotros lo enfrentamos en le desierto que es la vida. El pueblo judío falló, pero Jesús triunfó y en él también triunfaremos nosotros. Las tres tentaciones sintetizan nuestras tentaciones, la primera manda que estas piedras se conviertan en panes”, que hace relación a la obsesión por el éxito material, la satisfacción de los gustos físicos y materiales; la segunda “échate para abajo, porque está escrito: Mandará a sus ángeles que te cuiden”, la tención de poner a Dios a nuestro servicio, a utilizar la religión como un botiquín para nuestro provecho o para justificar nuestras malas acciones. Y la tercera tentación Te daré todo esto, si te postras y me adoras”, que sintetiza todo nuestro anhelo de poder y prestigio, aplastando a quien se atraviese en nuestro camino, aunque sea nuestra propia familia. Las armas de Jesús para vencer al mal están a nuestro alcance, éstas son la Palabra de Dios y la oración. Jesús cita pasajes del libro del Deuteronomio para contestar al demonio, lo que nos indica que tenía un conocimiento muy profundo de la Tora judía y que además tenía una intima comunicación con Dios su Padre. Nosotros tenemos la Biblia y tenemos la oportunidad de hablar con Dios a lo largo del día, pero especialmente si le dedicamos algunos momentos especiales.

Podríamos preguntarnos en familia o en nuestro grupo parroquial. Todos necesitamos dinero y satisfacer nuestras necesidades de alimentación, vivienda, vestido y entretenimiento entre otras muchas cosas, pero ¿en que se nos notaría que los bienes materiales se han convertido en un obstáculo para seguir a Jesús? ¿Qué características tiene una religiosidad que sólo busca a Dios para el propio provecho? Muchos de nosotros tenemos personas bajo nuestra autoridad, ya sea en la familia, trabajo o Iglesia, ¿qué delataría que ejercemos el poder sin amor?

SEGUNDO DOMINGO DE CUARESMA,          MATEO 4, 1-11 LA TRANSFIGURACIÓN DE JESÚS A SUS AMIGOS  

Jesús invita a sus mejores amigos a una caminata al monte donde inicia una conversación con ellos muy agradable y profunda, les revela que su misión en el mundo ya estaba anunciada en la tradición judía y en las palabras de los profetas y les revela su misterio más grande, que él es el Hijo de Dios. La experiencia de comunicación es tan profunda que escuchan a Dios Padre corroborando la revelación de Jesús. Los tres amigos experimentan un gozo tan grande en esa experiencia mística que quisieran que no acabara, por eso le dicen a Jesús “hagamos tres tiendas”. Realmente no eran capaces de entender lo que estaba pasando, pero todo partió de un diálogo de un amigo que ama a sus amigos. Este modelo de comunicación desde el corazón debe ser lo cotidiano en nuestra vida de pareja y también en nuestra vida de familia. Porque cuando las personas son auténticas y hablan con la verdad, los lazos de unidad se vuelven irrompibles y hacemos felices a nuestros familiares porque se sienten escuchados y amados.

Podríamos preguntarnos en familia o en nuestro grupo parroquial ¿Qué tanto tiempo dedicamos a la semana a pasar tiempo de calidad con tu familia? ¿Vamos a caminar a la montaña, como lo hizo Jesús con sus amigos? ¿Qué tanto tiempo dedica a dialogar en profundidad con su esposa (o) o hijos? ¿Sabe sus gustos? ¿Sus preocupaciones?

TERCER DOMINGO DE CUARESMA,             JUAN 4, 5-42 JESÚS Y LA MUJER DEL POZO
En este pasaje del Evangelio podemos ver tres ideas, 1. Jesús es el agua viva, 2. La adoración verdadera a Dios no es en el templo, es en la vida, 3. Jesús se revela como el Mesías verdadero. La orilla del pozo es un lugar típico para el encuentro, todos tienen que llegar a ese lugar, Jesús cansado de la caminata se sienta a esperar y una mujer aparece y él le pide de beber. Esto inicia la conversación que llevará a la afirmación de que realmente quien necesita pedir agua es ella y que Jesús es la fuente de la verdadera vida. La segunda sección empieza con el enigmático anuncio de los cinco maridos de la mujer y esto da pie a un diálogo sobre, ¿cuál es el verdadero templo para adorar a Dios, Jerusalén o Samaría? Recordemos que los samaritanos se habían aparatado del judaísmo. Ellos realizaban sus cultos religiosos en el monte Garizim, pero Jesús le ofrece una nueva visión religiosa a la mujer, no es Jerusalén o Garizim los lugares del verdadero culto, es en la vida, es en los lugares ordinarios donde te relacionas con los demás donde Dios manifiesta su presencia por la acción del Espíritu Santo. Es en el “otro”, el próximo, donde Dios el “OTRO” está presente. La mujer introduce el tercer tema en la conversación “Se que va a venir el Mesías, el llamado Cristo” a lo que Jesús responde “yo soy, el que te está hablando”. Esta respuesta suscita una emoción y alegría en la mujer que ella misma se convierte en una evangelizadora, en una testigo vivo de quien se ha encontrado con Jesús.
Podríamos preguntarnos en familia o en nuestro grupo parroquial ¿Estamos contentos, convencidos de nuestra fe en Jesús? ¿Qué nos crea confusión y duda respecto a la fe? ¿Aceptamos a Jesús como fuente de vida? ¿Qué significa eso para nosotros hoy? ¿Nos provoca alegría saber que Jesús es nuestro Mesías-Redentor? ¿En qué se nota que somos felices?
CUARTO DOMINGO DE CUARESMA, JUAN 9, 1-41 EL CIEGO DE NACIMIENTO
El pasaje empieza con una pregunta que los discípulos hacen a Jesús respecto a la ceguera de un hombre que se acerca. Recordemos que en el pensamiento judío las enfermedades graves eran un castigo de Dios por los pecados de la persona o de la familia. Jesús aclara contundentemente, no, no es por lo pecados de él o de su familia que él es ciego. Aclaración que rompe con una mentalidad esclavizadora y excluyente de los judíos hacia los enfermos de todo tipo. Y Jesús agrega que la ceguera de ese hombre será la oportunidad de manifestar las obras de Dios. La narración es presentada en diferentes escenarios, primero, el ex ciego frente a sus vecinos, que nos muestra que realmente él no conoce a Jesús, pero que sabe que Jesús es una persona común y corriente, un hombre como cualquier otro. La segunda escena es delante de los fariseos, quienes se dividen, unos dicen: “no puede venir de Dios porque cura en sábado”, a lo que los otros responden: “nadie puede hacer nada bueno sino viene de Dios”. Esta escena concluye con la afirmación del ex ciego, “Jesús es un profeta”. La tercera escena nos presenta a los padres del ciego junto a los fariseos. Allí los padres representan a los cristianos de los primeros tiempos que temen las repercusiones de ser expulsados de las sinagogas, esto tenía repercusiones muy negativas en la vida social de una familia judía, por eso la respuesta de los padres a la pregunta sobre el milagro de su hijo que ahora ve, es evasiva, “pregúntenle a él, ya tiene edad”. La cuarta escena es otra vez el ex ciego con los fariseos, pero aquí ya hay una confrontación. ¿Cómo es posible que los fariseos que saben tanto de religión y de la Tora, no puedan reconocer a un profeta? Finalmente, en la quinta escena Jesús le pregunta al ciego: ¿Tú crees en el hijo del hombre? A lo que responde, ¿y quién es para que crea en él? Jesús le dice: “Lo has visto”, a lo que el hombre responde: “Creo Señor”.

Toda la narración es una explicación de que la fe es un proceso creciente, que va madurando, que se va confirmando especialmente frente a quienes atacan esa fe. Y es un proceso en el que nos abrimos a la luz que nos quita las cegueras que llevamos en la vida, que nos impiden ver la verdad, que nos impiden ver a Jesús quien es la luz del mundo que desvela las intenciones del corazón.

Podríamos preguntarnos en familia o en nuestro grupo parroquial: ¿Cómo ayudas a tu esposa (o) y a tus hijos a ir madurando en su fe? ¿Cuáles son los enemigos reales que tu familia enfrenta a su vida de fe? ¿Recuerda algún momento significativo en que tú o tu familia experimentaron la presencia de Dios? ¿Recuerda en su familia o grupo parroquial alguna experiencia en la que se afianzó su fe?

QUINTO DOMINGO DE CUARESMA, JUAN 11, 1-45 LA RESURRECCIÓN DE LÁZARO
Como en los pasajes anteriores, el milagro de la resurrección de Lázaro sigue un proceso pedagógico en el que el escritor sagrado nos invita a profundizar en nuestra propia experiencia de fe. Empieza describiendo las circunstancias en las que Jesús se entera de la enfermedad de su amigo Lázaro. Lo importante en esta parte es que reconocemos a Jesús como un ser humano completo, que tiene amigos y amigas, que ama y se deja amar en la amistad. El texto nos narra que la vida de Jesús está en peligro, que realmente lo quieren matar, lo que nos anticipa que este milagro es un anuncio profético de la muerte y resurrección de Jesús. El texto nos describe lo que estaba pasando en Betania. Ya ha muerto Lázaro y los amigos y familiares han venido a consolar a Marta y a María. Jesús se encuentra con Marta y ella se dirige a él con un gran respeto y con mucho amor, pero también con un reclamo y una petición: “Si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano”. Recordemos que la muerte del único hombre de la familia era una verdadera tragedia pues las mujeres no tenían personalidad jurídica, por lo tanto, estaban realmente abandonadas. Jesús sólo responde “tu hermano resucitará”, a lo que Marta asiente con la fe de una creyente verdadera: “Sí Señor, yo creo que tú eres el Cristo”. El encuentro con María es muy semejante, pero aquí se agrega una nota muy importante en la que el evangelista resalta los sentimientos de Jesús, por lo que los presentes comentan “mira cuánto lo amaba”. Luego Jesús pregunta sobre el lugar donde ha sido enterrado, pide que quiten la piedra que cubre el sepulcro, ora con una profunda fe a su Padre y grita con voz fuerte: “Lázaro sal fuera”. El milagro más grande de la vida de Jesús acababa de ocurrir, y en esa narración Jesús anticipa su muerte y profetiza su propia resurrección. No será como la de Lázaro quien vuelve a morir, pero si es anuncio de las maravillas que Dios el Padre hará en Jesús.

Podríamos preguntarnos en familia o en nuestro grupo parroquial: ¿En tu familia o en tu grupo han dialogado alguna vez lo que significa que Jesús fue verdadero Dios y verdadero hombre? ¿Qué implicaciones tiene esa confesión de fe para tu vida ordinaria? ¿Cómo cuidas la amistad con tus amigos? ¿Cómo cuidas la amistad con tu esposa (o)? ¿Qué tendría que mejorar en tu vida para ser un testigo de Cristo muerto y resucitado?

Estas cinco semanas son oportunidad de crecimiento y de conversión. Que Dios nuestro Padre por la acción de su Espíritu Santo abra su mente y corazón para que al conocer más a Jesús nuestro Dios y Señor sea capaz de amarlo y poner en práctica lo que Él nos mostró con sus palabras, con su vida, su muerte y resurrección. VN

 

 

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