CIUDAD “OLVIDADA” DE COLORADO OFRECE LECCIONES SOBRE CONFLICTOS CULTURALES

Denver.- Una localidad del sur de Colorado, fundada por hispanos hace un siglo y medio y ya desaparecida, ofrece lecciones actuales sobre conflictos culturales y tecnológicos, según Virginia Sánchez, historiadora independiente de la Sociedad de Genealogía Hispana de Colorado (CSHG, en inglés).

En octubre de 1862, ocho familias originarias del norte de Nuevo México cruzaron las Montañas Sangre de Cristo y fundaron la ciudad de Cuchara en el sur de Colorado, donde se dedicaron a trabajos agrícolas y a la cría de ovejas.

Pero la llegada una década después del ferrocarril y la apertura de minas y de fábricas metalúrgicas en esa misma zona, provocaron el cambio forzado de idiomas (del español al inglés) y la separación de las familias (los hombres trabajaban largas temporadas alejados de la casa), causando eventualmente la desaparición de la ciudad.

La historia de Cuchara y de la rápida transformación cultural de las familias hispanas que allí residían hubiese quedado olvidada si no fuese por un documento de 1884 sobre el uso de las acequias (canales de irrigación) que Estela Fernández, suegra de Sánchez y descendiente de los habitantes de Cuchara, le entregó hace años.

El análisis de ese documento y de otros, incluyendo catastros, periódicos, mapas y censos de aquella época y de épocas posteriores, y las entrevistas con descendientes de las ocho familias de pioneros, le permitieron a Sánchez reconstruir “una compleja historia de intercambios culturales” entre varias tribus nativas, hispanos, blancos e inmigrantes (especialmente chinos).

Sánchez compiló los resultados de sus investigaciones en un libro, “Forgotten Cuchareños of the Lower Valley” (Los Cuchareños Olvidados del Valle Inferior) que presentó el fin de semana.

Su libro, dijo a Efe, incluye nueva información sobre los primeros hispanos en Cuchara, enfocándose en dos elementos que anteriormente recibieron poca atención: la presencia de nativos adoptados como criados en las familias hispanas y la responsabilidad de las mujeres en cuanto al cuidado y mantenimiento de las acequias, sentando jurisprudencia todavía vigente en cuando al uso del agua.

“Los cuchareños fueron fuertemente influenciados por sus relaciones con las tribus indígenas de la zona y luego por los anglo-americanos y por los inmigrantes europeos. Muchos cambios ocurrieron cuando los anglos llegaron al Valle de Cuchara a finales del siglo XIX y principios del siglo XX”, dijo Sánchez.

A partir de 1872, “los periódicos en inglés de Denver, Colorado Springs, Pueblo, Walsenburg y Trinidad trabajaron junto con el ferrocarril Denver & Río Grande (D&RG) para promover la venta de terrenos en el sur de Colorado y para atraer a empresarios y granjeros anglos”, agregó.

Como resultado, los granjeros y terratenientes hispanos de Cuchara y zonas aledañas se vieron obligados primero a vender sus tierras, luego a abandonar la zona y finalmente a cambiar de idioma. Hacia 1930, con el cierre del ferrocarril y de las minas, Cuchara quedó prácticamente desierta.

“Cuchara era un lugar en el que los hispanos convivían con los nativos, como los Ute y los Navajo, al punto que los hispanos adoptaron el estilo de vida y muchas de las prácticas de los nativos, como el calzar mocasines y comer ciervos. Hispanos y nativos intercambiaban cobijas para caballos, bolsas, tilmas y ponchos”, explicó Sánchez.

“Pero la llegada de las empresas ferroviarias cambió todo”, indicó.

Por ejemplo, las dos calles de Cuchara se llamaban “Valdez” y “Bustos”. Poco después de la apertura de la estación del ferrocarril en agosto de 1874, esos nombres se cambiaron a “Main” y “Miller”.

Y las leyes y los contratos que hasta ese momento se redactaban solo en español, comenzaron a redactarse solo en inglés.

La campaña de los periódicos en inglés de aquella época fue tan exitosa “que nos hemos olvidado de una parte importante de la historia de Colorado y de las importantes contribuciones que los hispanos del sur de Colorado realizaron a este estado”.

De hecho, Cuchara ni siquiera aparece en los primeros mapas de Colorado, a pesar de que era la oficina de correos más importante del área.

“Quedan muchas otras comunidades que también debemos documentar, porque los eventos que allí sucedieron provocaron cambios sociales y políticos que aún afectan a los habitantes de Colorado”, expresó Sánchez. VN

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