CIENTOS MARCHARON EN LOS ÁNGELES PARA PEDIR JUSTICIA PARA LOS INMIGRANTES

Los Ángeles.- Cerca de 300 personas marcharon hoy en Los Ángeles para pedir “que se haga justicia” con los inmigrantes indocumentados que residen en el país, a propósito del día de Acción de Gracias, que se celebra mañana en EE.UU.

El evento, organizado por la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes de Los Ángeles (CHIRLA, en inglés), incluyó presentaciones de líderes jornaleros, estudiantiles y de las trabajadoras del hogar.

“Nosotros como comunidad inmigrante en Los Ángeles celebramos este día marchando y recordando a nuestra comunidad el significado de Acción de Gracias”, declaró Angélica Salas, directora ejecutiva de CHIRLA.

La activista recordó que “ese fue el día en que los nativos americanos pidieron la bienvenida a todos los forasteros de Europa, a los inmigrantes que estaban sufriendo pobreza y persecución”.

Partiendo del Centros de Jornaleros de North Hollywood, los manifestantes recorrieron cerca de dos millas cantando consignas a favor de una reforma migratoria y pidiendo justicia para los inmigrantes indocumentados, hasta llegar a la iglesia de Nuestra Señora del Santo Rosario en Sun Valley.

“Los sueños de los inmigrantes ahora son los mismos de los inmigrantes peregrinos cuando vinieron a Estados Unidos por primera vez desde Europa”, dijo Jorge-Mario Cabrera, director de Comunicaciones de CHIRLA.

“Es importante recordarle al pueblo estadounidense que el deseo de superarnos, el deseo de mantener una familia, es igual en los inmigrantes de ahora y los inmigrantes de antes”, aseguró el activista.

Un grupo de cerca de 60 jóvenes hispanos y asiáticos portaban cruces blancas con los nombres, edades y país de origen de inmigrantes que han muerto tratando de cruzar la frontera.

Antes de la celebración de la misa, representantes de distintos grupos de trabajadores se dirigieron a los asistentes y destacaron la importancia del trabajo de los inmigrantes en la marcha del país.

“Aprovechamos también para recordarle a la comunidad americana que todas las leyes antiinmigrantes que se están aprobando van en contra de ese espíritu de bienvenida y en contra de los valores de esta nación”, aseguró Salas.

Después de la misa, a la que también asistieron estudiantes de la escuela de la parroquia, se ofreció un almuerzo a los participantes y se entregaron canastas de comidas a la comunidad.

En la celebración de Acción de Gracias también se recordó la importancia de la educación y de conocer los derechos civiles de toda persona, independiente de su estado migratorio.

“Es importante saber que si uno ejerce su derecho de permanecer en silencio, tiene más oportunidad para defenderse en caso de que uno caiga en manos de Inmigración”, declaró Miriam Mesa, coordinadora de Educación Comunitaria de CHIRLA.

Quizás la situación del esposo de Claudia Ayala, quien actualmente está detenido y espera ser deportado a principios de enero, pudiera ser distinta si él hubiera seguido la recomendación de Mesa.

“Yo me voy con él junto con mis hijos”, explicó Claudia, quien lamenta tener que dejar el país. Sus tres hijos de 13, 11 y nueve años nacieron en EE.UU. “y lo peor es que la niña mayor es discapacitada”.

“Que piensen y paren la redadas y las deportaciones”, pidió con lágrimas esta mexicana. “No lo digo por mi caso sino por las demás familias porque he visto cómo sufren y yo ya sufrí ese dolor”. VN

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