<!--:es-->CARTA DEL CARDENAL ROGELIO M. MAHONY AL PRESIDENTE GEORGE W. BUSH.-Acerca del proyecto de inmigración H.R. 4437<!--:-->

CARTA DEL CARDENAL ROGELIO M. MAHONY AL PRESIDENTE GEORGE W. BUSH.-Acerca del proyecto de inmigración H.R. 4437

Diciembre 30, 2005

Honorable

George W. Bush

Presidente de los Estados Unidos

La Casa Blanca

1600 Pennsylvania Ave., NW

Washington, DC 20500

Estimado Sr. Presidente Bush:

La Casa de Representantes recientemente pasó una Propuesta de ley de seguridad de la Frontera (H.R. 4437), que tiene enormes implicaciones y ramificaciones para todos nosotros en este país.

Aunque seguramente estoy en favor de tomar la acción apropiada del gobierno para proteger las fronteras de nuestro país, no cada acción es factible o aconsejable. Aparentemente la propuesta de ley que reciente ha sido aprobada por la Casa de Representantes requerirá que todo el personal de las iglesias y de las organizaciones no lucrativas, verifiquen el estado migratorio legal de cada persona individual que es servida a través de nuestras diferentes entidades.

En efecto, sacerdotes, ministros, rabís y otros involucrados en las diferentes actividades relacionadas con las iglesias, se verán forzados a convertirse en “cuasi -oficiales de implementación de las leyes de inmigración”. La Iglesia Católica, solamente ofrece un amplio espectro de servicios para todos aquéllos que están en necesidad, incluyendo educación, cuidado de salud y servicios sociales. Nuestra regla de oro ha sido siempre servir a la gente en necesidad, no verificar de antemano su situación migratoria. Pero la Propuesta de ley impone castigos increíbles a cualquier persona que asista a otra a través de la Iglesia o de una organización de servicio social. Hasta cinco años en prisión y la confiscación de bienes acompañaría el servir a los pobres que resulten estar aquí sin la documentación legal apropiada.

Uno podría interpretar este Proyecto de ley para sugerir que cualquier servicio espiritual o pastoral que se dé a cualquier persona, requerirá prueba de residencia legal. ¿Vamos nosotros a detener a cualquier persona que venga a recibir la Sagrada Comunión para pedirle prueba de residencia legal, antes de que podamos ofrecerle el Cuerpo y la Sangre de Cristo?

Hablando por la Arquidiócesis Católica de Los Ángeles, tales restricciones son imposibles de ser cumplidas. La base sobre la que se apoya nuestro servicio a los demás, especialmente los pobres, es el ejemplo, las palabras y las acciones de Jesucristo en el evangelio. El capítulo 25 del evangelio de San Mateo, no simplemente nos invita a servir a otros en el nombre de Jesús, sino que ofrece ese servicio como requisito para pertenecer al Reino de Dios:

Entonces dirá el Rey a los de su derecha: Venid benditos de mi Padre,

recibid la herencia del Reino preparado para vosotros desde la creación del

mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed y me disteis de

beber; extranjero, y me acogisteis; estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo

y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a verme.

Entonces los justos le responderán: Señor, ¿Cuándo te vimos hambriento y te dimos de comer; o sediento, y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos extranjero, y te acogimos; o desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte?

Y el Rey les dirá: En verdad os digo que cuanto hicisteis a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis. (Mateo 25, 31-46)

Este es un ejemplo en el evangelio de Mateo que es fundamental para nuestro discipulado de Jesucristo, y todo lo que hagamos en servicio de los más necesitados, es hecho a la luz de nuestro compromiso bautismal.

Es asombroso que el gobierno federal reprima nuestro alcance espiritual y pastoral a los pobres, y que imponga castigos por hacer lo que nuestra fe demanda de nosotros.

Durante su presidencia, usted ha animado a las organizaciones basadas en la fe, a ser firmes colaboradores para solucionar las necesidades de las personas de nuestras comunidades. Ahora esta Propuesta de ley producirá el efecto opuesto.

Usted debe hablar claramente y enérgicamente en oposición a esos aspectos represivos, e imposibles, de cualquier esfuerzo de reforma migratoria. Se necesita su liderazgo personal para responder a tales esfuerzos enfermizos.

Gracias por dar su firme liderazgo en este asunto, y con mis saludos personales, quedo

Sinceramente suyo, en Cristo

Su Eminencia

Cardenal Rogelio M. Mahony

Arzobispo de Los Ángeles

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