BUSCAN REFORMAR LEY FEDERAL DE EDUCACIÓN

Reformar la ley federal Que ningún niño quede atrás es el objetivo de una serie de juntas que auspicia el Departamento de Educación de California y a las que tendrán la oportunidad de asistir padres de familia, educadores, y la comunidad en general.

Las juntas comenzaron hoy, y se llevarán a cabo en ciudades como Fresno, Riverside, y Glendale durante toda la semana y en las mismas, se espera recaudar información que luego será enviada al Congreso federal para cambiar algunas directrices de la ley.

Desde su aprobación en 2002, la ley federal conocida por sus siglas en inglés como NCLB ha implementado estándares para medir el nivel de aprovechamiento de los estudiantes en las escuelas públicas de la nación, que algunos califican de “absurdas”.

Si una institución no demuestra mejoría en el rendimiento de los estudiantes enfrenta sanciones del Gobierno federal como permitir a los alumnos trasladarse a otros centros, despedir a directores o maestros, y hasta convertirlas en escuelas “charter”.

Uno de los puntos clave que quieren los educadores en una nueva versión de la ley es cómo lidiar con los estudiantes que no dominan el idioma inglés.

Rick Miller, del Departamento de Educación de California, dijo que la ley actual no contiene orientaciones sobre cómo medir el aprovechamiento y aprendizaje de los estudiantes, y que esperar que los mismos dominen el idioma en un año no es “realista”.

“Estos estudiantes necesitan tiempo para aprender, y los distritos escolares necesitan tiempo para ver cuáles son las mejores técnicas de enseñanza para éste sector estudiantil. No es algo que podamos ignorar, y que podamos medir con un estándar general,” dijo Miller.

Añadió que la meta del estado es hacer que la NCLB sea más flexible.

Asimismo, el sistema de la “reclasificación” de estudiantes que han aprendido el idioma en California deja mucho que desear.

Miller dijo que cuando un estudiante es “reclasificado” su nivel de mejoría y aprovechamiento se traslada automáticamente al de la población estudiantil en general, y no a los estudiantes cuyo idioma natal no es el inglés.

Lo que resulta es que la mejoría de estos estudiantes no puede medirse dentro de la categoría de los alumnos que no dominan el inglés, y podría verse como que no han mejorado su rendimiento, con lo que varias de las escuelas podrían recibir sanciones federales.

“Lo que es claro es que después de varios años de la NCLB es que la ley ha impactado a nuestras escuelas, pero también ha tenido consecuencias no deseadas,” dijo Jack O’Connell, superintendente de Instrucción Pública de California, donde el 25 por ciento de los estudiantes no domina el inglés.

El mes pasado, el gobernador Arnold Schwarzenegger vetó una propuesta que hubiera permitido a los distritos escolares usar material de instrucción especializado para la enseñanza de estudiantes que no dominan el idioma, pero firmó otra propuesta que implementará un programa piloto para identificar los mejores métodos de enseñanza durante los próximos tres años.

El Congreso estadounidense tendrá que discutir si renueva la ley el próximo año. Por eso, las autoridades educativas dicen que este es el momento de buscar no sólo alternativas, sino enviar recomendaciones para reformar la ley.

Luego de estas juntas, los educadores pondrán las preocupaciones de padres de familia y maestros en un reporte que planean enviar al Congreso, junto con algunas recomendaciones para reformar la ley. VN

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