AUMENTAN LAS DETENCIONES DE NIÑOS MEXICANOS EN LA FRONTERA

El número de niños mexicanos que cruzan la frontera sin la compañía de un familiar para encontrarse en Estados Unidos con sus padres sigue aumentado, según observan los servicios consulares mexicanos en Texas.

En los primeros ocho meses de este año, las autoridades estadounidenses han repatriado ya a un mayor número de niños que en los primeros doce meses de 2006, informó la portavoz del consulado de México en El Paso, Socorro Córdova.

Hasta el 31 de agosto de este año han sido detenidos en la frontera de El Paso un total de 2.824 menores de edad que fueron entregados a las autoridades mexicanas en los cruces internacionales para su regreso a sus lugares de origen.

En el año 2006 se contabilizaron 2.736 y en el año anterior 2.852.

“Este año se ha registrado un incremento de niños que parten de sus tierras sin un familiar para llegar a la frontera y realizar el cruce indocumentado, en ocasiones con ayuda de un coyote”, explicó Córdova.

Esta situación, en la que los niños se enfrentan a innumerables peligros y corren el riesgo de caer en manos de organizaciones de tráfico humano, preocupa especialmente al gobierno mexicano.

“Es un fenómeno muy delicado. Dejan sus tierras sin la compañía de un familiar y para ellos tiene un impacto psicológico muy grande”, dijo.

Córdova detalla que los menores que son detenidos en territorio norteamericano por agentes de la Patrulla Fronteriza son presentados ante el personal de protección del Consulado de México en El Paso, quienes les entrevistan para asegurarse de que no ha existido un abuso, y para establecer su destino y contactar a sus familias.

“En el caso de los niños, trabajamos en coordinación con agentes de la Patrulla Fronteriza que les tratan de forma muy humana, buscando hacer el menor impacto posible”, dijo la portavoz.

Agregó que cuando el personal del consulado no logra contactar a los familiares del menor, éste es entregado a la custodia del Desarrollo Integral de la Familia (DIF) en México que cuenta con oficinas en las ciudades fronterizas mexicanas y que equivale a Servicio de Protección a Menores en Estados Unidos.

“Las oficinas del DIF en la frontera -encabezadas generalmente por la esposa del presidente municipal-, tienen cargas muy fuertes de trabajo porque tienen a la cada vez mayor presencia en la frontera de estos menores de edad”, añadió.

De acuerdo al Instituto Nacional de Inmigración Mexicano (INAMI), que es quien recibe a los niños repatriados de Estados Unidos por los cruces internacionales y los entrega al DIF, sólo una quinta parte de estos niños no ha cursado algún grado escolar, mientras que el 60 por ciento estaba estudiando o había terminado la primaria.

El resto de los menores detenidos en la frontera cursó secundaria y en menor medida preparatoria o bachillerato.

Este tipo de inmigrantes están considerados en “situación de riesgo”, ya que durante su trayecto a EEUU pueden ser víctimas de ataques físicos e incluso de violencia sexual por parte de asaltantes, patrones, autoridades o compañeros de viaje.

Un informe del Centro de Estudios Migratorios del Inami indica además que los menores comprometen su salud debido a las precarias condiciones en las que viajan.

Córdova señaló que la mayoría de los menores entrevistados antes de su repatriación por el Consulado de México en El Paso tienen entre ocho y 12 años, y son mayormente del interior de la república Mexicana, especialmente de Oaxaca, Guanajuato, Durango, Michoacán y Chihuahua. VN

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