AGRICULTORES ESPERAN PRÓXIMO PRESIDENTE LES RESUELVA ESCASEZ DE TRABAJADORES
En EEUU falta quien trabaje en la cosecha de frutas y verduras, y líderes del sector agropecuario esperan que, gane quien gane en noviembre, el próximo presidente alivie sus problemas mediante un programa de trabajadores huéspedes.
Desde los fértiles valles de Calexico (California), donde se cultiva la mayor parte de la lechuga de invierno, hasta las granjas de pinos navideños en Oregón o los campos de melones en Arizona, la queja de los agricultores es inequívoca: los cultivos se pudren porque no hay suficientes manos que los recojan.
Según el Departamento de Trabajo, casi la mitad de los 1,8 millones que trabajan la tierra en el país cruzó ilegalmente la frontera desde México.
Para los activistas, la puesta en marcha de un programa de trabajadores huéspedes -similar al de “AgJobs” que fue incluido en la derrotada reforma migratoria de 2007- aliviaría los problemas del sector agrícola, cuya producción anual totaliza alrededor de 200.000 millones de dólares.
Responsable de la producción del 90 por ciento de las verduras y el 70 por ciento de las frutas y nueces que se consumen en EEUU, la Asociación de Agricultores de Occidente (WGA, en inglés), asegura que sin una ley como “AgJobs”, la nación se verá en la riesgosa situación de depender aún más de las importaciones agrícolas.
La WGA, que aglutina a 3.000 miembros, y otros grupos, esperan que el próximo presidente, ya sea el senador demócrata Barack Obama, o su rival republicano, el senador John McCain, ofrezca soluciones al sector.
La junta directiva de la WGA respaldó, el pasado 14 de marzo, la candidatura presidencial de McCain, por entender que el senador apoya políticas clave para los agricultores de California y Arizona.
Mientras, el Sindicato de Trabajadores Agrícolas, conocido por su sigla en inglés UFW, dio el espaldarazo a Obama el pasado 14 de junio, tras considerar que, desde sus comienzos como organizador comunitario hasta su desempeño como actual senador de Illinois, entiende “el enorme papel” de los campesinos en la alimentación de los estadounidenses.
Arturo Rodríguez, presidente de UFW, ha destacado que Obama respalda el plan de “AgJobs” para estabilizar la fuerza laboral del campo estadounidense, y apoya un incremento del salario mínimo y otras prestaciones para los trabajadores.
Con el mismo ahínco que lo hace WGA a favor de McCain, UFW ha prometido hacer todo a su alcance para que Obama llegue a la Casa Blanca porque, según Rodríguez, éste “dará voz a todos los trabajadores estadounidenses”.
Tanto WGA como UFW apoyan legislaciones como “AgJobs” para regularizar a los empleados del sector, que hoy por hoy trabajan en precarias condiciones, con poca paga y, en muchos casos, sin beneficios.
Estados Unidos, uno de los países más desarrollados del mundo, depende casi enteramente de la mano de obra extranjera, en buena parte indocumentada, para sus labores del campo, porque son pocos los estadounidenses interesados en un trabajo manual, pesado, a la intemperie y que en algunos casos implica incluso dar la vida misma.
La insolación es el peor enemigo de los trabajadores agrícolas, a juzgar por un estudio divulgado el jueves pasado por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), que señaló que la mortalidad entre esos trabajadores es casi 20 veces mayor que la de empleados en otros sectores de la economía.
En sitios como Yuma (Arizona), donde se cosecha la lechuga, las temperaturas alcanzan los 44 grados centígrados, por mencionar tan solo un caso.
La crisis de trabajadores del campo también refleja el aumento de la vigilancia en la frontera sur por parte de la Patrulla Fronteriza.
Los políticos no son ajenos a las vicisitudes del sector pero reconocen que en el Congreso no hay un clima favorable a la ansiada reforma.
El plan de “AgJobs”, de ser aprobado, legalizaría a los trabajadores agrícolas por un período de hasta siete años, y les permitiría solicitar la residencia permanente si reúnen una serie de requisitos.
Sin embargo, por falta de consenso el mes pasado, la senadora demócrata Dianne Feinstein, una de las promotoras de “AgJobs”, tuvo que retirar la medida de un controvertido proyecto de ley de gastos suplementarios para la guerra en Irak.
La esperanza de los activistas es que, en la conquista del voto hispano, tanto Obama como McCain promuevan una reforma que sume adeptos y resuelva los problemas laborales del campo. VN
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