ACTIVISTAS PIDEN BOICOT CONTRA LOS PRODUCTOS DE LA KIMBERLY-CLARK

La Coalición de Comunidades Inmigrantes pidió hoy al público apoyar el boicot contra la empresa Kimberly-Clark, en repudio al congresista James Sensenbrenner, su heredero, y autor del proyecto que criminaliza a los indocumentados.

“Cada vez que compramos los productos de esa empresa, enriquecemos más a Sensenbrenner”, dijo Luis M. Rodríguez, portavoz de la Coalición.

El activista destacó que el año pasado los productos de Kimberly-Clark llegaron a más de 1.000 millones de hogares y que la empresa reportó ganancias por 16.000 millones de dólares.

“Estamos uniéndonos al boicot decretado contra el autor del fatídico proyecto de ley”, agregó en conferencia de prensa, acompañado por representantes del Centro Comunitario Hermanas Mirabal, Fundación Minerva Mirabal, la Iglesia San Romero de las Américas, Proyecto de Participación Cívico y Culturarte.

Sensenbrenner, republicano, es autor del proyecto de ley aprobado por la Cámara de Representantes de EE.UU. que autoriza a levantar un muro en la frontera con México, obliga a las empresas a verificar la situación legal de sus empleados, y convierte en criminales a los inmigrantes indocumentados y a quienes les ayuden.

La pasada semana, la Hermandad Mexicana Nacional en California reiteró su llamado a boicot contra la multinacional, mientras otros grupos pro inmigrantes, entre éstos, el Sindicato de Trabajadores Agrícolas, advirtieron que si no ven un cambio en la actitud de Sensenbrenner sobre la reforma migratoria que se debate en el Congreso, decretarían el boicot.

Las acciones de la Coalición de Comunidades Inmigrantes, con sede en la comunidad dominicana en Washington Heights, incluyen distribuir el sábado 20.000 hojas sueltas entre los residentes de este sector.

La hoja informa a los consumidores sobre la relación de Sensenbrenner y la empresa y les exhortan a no comprar los productos.

“Si Sensenbrenner no quiere saber de los inmigrantes, no hay razón para comprar sus productos y mucho menos hacerlo más rico. Por eso, únete al boicot internacional, no compre los productos y dile a los dueños de negocios que no los vendan”, señala la hoja.

Igualmente, les pide que llamen a sus familiares en sus países de origen para que no consuman ninguno de estos productos, que incluye Kleenex, Scott, Viva, Cottonelle, Huggies, Pull-Ups, Kotex, Good Nites, Little Swimmers, Depende y Poise.

Los miembros de la Coalición también entregarán cartas a los comerciantes pidiéndoles que no vendan los productos e igualmente iniciarán la recolección de 5.000 firmas que enviarán al senador Charles Schumer (D-Nueva York) para dejarle saber que no apoyan el proyecto de ley que evalúa el Congreso.

Rodríguez recordó que la medida no incluye la residencia legal “para dos millones de menores de edad y 10 millones de adultos indocumentados”.

“Las firmas también son para dejarle saber que tampoco estamos de acuerdo con que se construya un muro entre México y EE.UU., lo que Schumer apoyó con su voto”, sostuvo.

La Coalición anunció además que por ser dominicanos la mayoría de los residentes del sector, se proponen comunicarse con sindicatos, organizaciones en defensa de los derechos humanos y medios de comunicación en la República Dominicana para que apoyen el boicot.

El abuelo de Sensenbrenner fue uno de los fundadores de Kimberly-Clark, pero, según el portavoz de la compañía, Dave Dickson, los activistas están equivocados.

Dickson ha dicho a los medios que Kimberly-Clark es una compañía pública, que no hay herederos a la fortuna y que Sensenbrenner es uno de miles de inversionistas y que sus opiniones no representan a la empresa.VN

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