¡A TRABAJAR SIN DEJAR DE ESTUDIAR!

¡A TRABAJAR SIN DEJAR DE ESTUDIAR!

(fOTO: SUEÑOS CUMPLIDOS Daniela Luna- quien fue oradora en la Misa por los Inmigrantes- se beneficia de programas de empleo y estudio que esperan ayudar a más jóvenes. / victor alemán).

Una joven que cruzó sola la frontera recibe asistencia de Caridades Católicas y un nuevo programa en el Colegio Comunitario del E.L.A. Esta alianza ayuda a estudiantes a obtener empleos de su interés.

Por ALICIA MORANDI

“La primera estudiante que llegó a inscribirse fue Daniela [Luna] y me contó que quería ser ingeniera, y le dije: “Has llegado al lugar indicado”, recuerda Jaime Rivas, de “E.L.A. Community College Specialized America Job Center of California” (AJCC).

Este programa- que trabaja conjuntamente con Caridades Católicas- está actualmente ofreciendo a estudiantes la posibilidad de realizar prácticas (internships), y así obtener experiencia laboral relacionada a su carrera, al mismo tiempo que ganan un salario.

Daniela (20) dejó su México natal huyendo de la violencia, y acaba de obtener su tarjeta de residencia legal por asilo, después de sobrevivir dos cruces por la frontera sin acompañamiento, cuando apenas tenía 16 años. La primera vez fue detenida y enviada a la “hielera”- un sitio con el aire helado donde dejan por horas a los detenidos hasta deportarlos o trasladarlos a otros centros. A ella la deportaron. Sin familia en su país, intentó cruzar una segunda vez; volvieron a detenerla, pero en esta ocasión la enviaron a un Centro de detención donde conoció a la abogada Linda Dakim, de la organización KIND, a Martha DeLira, -quien fue su traductora en la corte de inmigración- y al Obispo David O’Connell. La ayuda de ellos le permitió legalizarse e iniciar un camino de esperanza.

Por eso, con su flamante residencia legal, lo primero que hizo Daniela fue retomar la escuela secundaria, estudiar durísimo y comprometerse a graduarse de ingeniera. Su fe en Dios la iluminó, asegura.

Con su título de secundaria se inscribió en el Colegio Comunitario del Este de Los Ángeles y ahora es parte del novato programa AJCC.

Cuando VIDA NUEVA le pregunta cómo ha cambiado su vida desde que obtuvo su residencia, responde que desde entonces le han pasado “muchas cosas buenas”.

“Le sigo echando ganas a los estudios porque el nivel de inglés es muy avanzado en el colegio. Me quedo a diario dos horas extras en la biblioteca, y estoy agarrando los servicios que me ofrecen, como tutoría y otros. Además, Caridades Católicas con AJCC me están ayudando a conseguir un empleo. Y después me voy a transferir a Loyola Marymount University para estudiar ingeniería civil”.

Y va a estrenar su “green card” haciendo caridad en Tijuana.

“Martha [DeLira] me invitó a llevar ropa y comida a un albergue de inmigrantes a cargo de las monjitas adoratrices de Rosarito. Y podré volver a entrar a Estados Unidos sin problema”, comenta Daniela risueña.

Aproveche esta oportunidad

En estos momentos Daniela está terminando los talleres de capacitación de 20 horas que le ayudan a confeccionar correctamente un currículo, una carta de presentación, cómo vestirse para la entrevista, y más.

“Tenemos varios centros de trabajo abiertos al público en general, pero éste es especialmente para los estudiantes del Colegio Comunitario del E.L.A.”, dice Rivas, alguien que por experiencia propia sabe de la importancia de este tipo de servicio.

“Empecé a trabajar a los 14 años, y lamentablemente en aquel momento no había un centro como éste. Luego estudié para ser ingeniero mecánico. En mi camino aprendí que se necesita más de dos años de experiencia para obtener un buen puesto en la ingeniería. Y esto pasa en muchas carreras”.

Rivas explica que el programa presenta tres niveles: el primero es para jovencitos de 14 a 24 años que necesitan prácticas, las cuales son pagadas con fondos del Condado de L.A.

El segundo nivel es para participantes de 17 a 24 años que ya finalizaron High School, y están explorando qué van a hacer con su vida. A ellos les consiguen pasantías pagadas en negocios y les abren las puertas a oportunidades en los colegios.

“En estos dos niveles también ofrecemos servicios de apoyo. A veces no tienen ropa o dinero para transportarse a la entrevista de trabajo, entonces les ayudamos con nuestros fondos”, aclara Rivas.

El tercer nivel es emplearlos y está dirigido a mayores de 18 años.

Hay otras agencias con igual propósito en diversas partes del Condado angelino, las cuales sirven a toda la comunidad.

“Estamos involucrados con la Oficina de EDD [Employment Development Department], y no sólo nos dedicamos a asistir a los estudiantes. También, los negocios pequeños que no tienen fondos se benefician con esta oportunidad. Si no pueden pagarle el sueldo a nuestros participantes, nosotros se lo pagamos”.

EL CIELO ES EL LÍMITE 

Después de completar dos semestres en el Colegio Comunitario, Daniela se transferirá a la Universidad Loyola Marymount (LMU) gracias al “Transfer Pathway Program”, una colaboración entre LMU y el Colegio del Este de Los Ángeles.

“Basados en la evidencia de su tremendo logro académico, la aceptamos como miembro de este prestigioso programa que toma dos semestres de pre aprobación para transferir los cursos a LMU”, indicaba una carta de este programa enviada a Luna.

Ahora tiene que obtener un mínimo de 3.00 en su GPA para garantizar una admisión automática. Y si logra un GPA de 3.75 o más alto calificará para la beca monetaria “Transfer Merit Scholarship”. Al pasar a la universidad no perderá el empleo que está a punto de obtener en una compañía de ingeniería que hace trabajos en el campus del Colegio del Este de L.A.

Daniela Luna es una muestra del apoyo clave de Caridades Católicas en estos logros.

Moisés Carrillo, director de “Inra-Agency Programs” de esta institución, puntualiza que no sólo ayudan a jóvenes de bajos ingresos. Todos son bienvenidos. Y explica que los requisitos, además de la edad, es que tengan un seguro social y permiso para poder trabajar, como es el caso de los “Dreamers”.

Los interesados pueden comenzar en cualquier momento del año.

Por su parte, Rivas dice que hasta el momento se han inscripto alrededor de 20 estudiantes, en su mayoría mujeres. Pero hay cupo para muchos más. “Somos los primeros en implementar un programa así en el Este de L.A. Ojalá seamos un ejemplo para que otros colegios hagan lo mismo. Si funciona seguirá expandiéndose”.

Carrillo explica que tienen Centros de trabajo (Workforce Centers) en todo el condado angelino. Estos pagan entrenamiento en carreras vocacionales como construcción, enfermería, y otras.

“Somos el paso inicial para hallar empleo”, dice. “Servimos no sólo a estudiantes, también a inmigrantes que necesitan preparase para trabajar. Asimismo asistimos a adultos que quieren cambiar de carrera. Los interesados deben tomar un examen para determinar qué desean estudiar. Tenemos consejeros laborales que les guían en los estudios y empleos”.

Cuentan con centros en E.L.A., Valle de San Gabriel (oeste), y Sur de Los Ángeles.

Daniela Luna da fe de lo valioso que son estos servicios. Ella es vivo ejemplo de que si a los inmigrantes se les da la oportunidad de progresar, toda la sociedad se beneficia. VN

MÁS INFORMACIÓN 

  • ‘Inra-Agency Programs’ de Caridades Católicas: (323) 887-7122, asiste a todo interesado mayor de 15 años que desea emplearse. Visite: www. CatholicCharitiesLA.org
  • ‘Specialized America Job Center of California’, sirve a estudiantes del Colegio Comunitario del E.L.A.: (323) 780-6700, Ext. 2086.
  • ‘Transfer Pathway Program’ de LMU: (310) 338-2753; finaid@lmu.edu.
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