UN ARTISTA DE PINCELES Y MADERA
Las pinturas de Manuel Toapanta son únicas en el mundo y se encuentran hasta en El Vaticano
Manuel Toapanta llegó a Estados Unidos en 1959 “cuando se podía cruzar la frontera en carro, y con un cajita llena de pinturas y pinceles”. Hizo un recorrido desde Cotopaxi en Ecuador, pasando por Colombia, Venezuela, Panamá, Costa Rica, Honduras, Nicaragua, El Salvador, Guatemala y llegó a México. Ahí pensó dos veces si cruzar para California o aventurar hacia Nueva York. Pero aquí llegó con su alma de artista viajero, su tez morena, su pequeña estatura y su voz suave, para traer la belleza de sus obras. “Aprendí arte en mi país, Ecuador, y gracias a esto llegué a Estados Unidos donde cristalicé mi obra de arte. Aquí he recibido todos los premios y homenajes”.
A pesar de ser un renombrado artista tuvo que adaptarse a las nuevas condiciones y al nuevo país. Se empleó en una compañía de repuestos de aviones en Gardena. A los cuatro años de trabajar allí, uno de sus jefes se enteró de su talento para la pintura y le encargó que elaborara un mural con motivos de aviones. Todos quedaron muy impresionados, y la belleza del muro despertó la curiosidad de los medios de comunicación, dándole a Toapanta el reconocimiento que merece.
A los pocos meses, un reconocido médico mexicano lo invitó a formar parte de las Fiestas Patrias Mexicanas, y desde entonces las pinturas de casi seis metros de altura decoran el Palacio de Gobierno donde siempre se lleva al cabo la conmemoración del Grito de Dolores, cada 15 de septiembre en la noche.
Lo que caracteriza la obra de Toapanata, a quien cariñosamente sus amigos llaman “Manuelito”, es su maravilloso tallado tridimensional en madera, obras que finaliza al pintarlas en óleo. Cuadros que hacen sentir al observador como entrando en un escenario real y mágico, donde todos los sentidos quedan exaltados.
Manuelito es un pintor y grabador excepcional. “Me inclino por pintar joyas de la arquitectura Americana y me gusta recrearlas con paisajes de la naturaleza que las rodea”, dice el artista.
Toapanda tiene casi un siglo de historia. Con sus 91 años ha trabajado como escultor de la madera, restaurador de obras antiguas y pintor de obras a plumilla, hasta creador de las cintas en óleo para las “Miss Universo”. Lo cierto es que cada uno de sus pincelazos lo llevaron a conocer gente muy variada, desde personalidades de la política, el entretenimiento y empresarios, hasta líderes religiosos. Su arte adorna sobrios salones y palacios de gobierno en toda América. Sus obras rescatan la belleza de diferentes lugares, pasando por Jerusalén, la Antigua Roma, sitios en Sur América y España. Sus pinturas han llegado a manos de personalidades como presidentes y líderes militares de varios países, el Alcalde de los Ángeles, Antonio Villaraigosa, el Papa Juan Pablo II, Monseñor Juan Arzube y María Félix. “Tengo fotos con todos”, dice el artista.
En 1975, Manuelito fue condecorado con la orden nacional “al mérito” en el grado de Caballero por la República de Ecuador, y tiene una innumerable lista de condecoraciones, reconocimientos, honores, trofeos, premios, diplomas y exposiciones en todo el mundo.
Radicado en Los Ángeles desde hace varios años, ha expuesto su arte de estilo clásico renacentista en Estados Unidos, Europa, Centro y Sudamérica. Ha recibido grandes homenajes y condecoraciones gracias a su gran aporte cultural y a su estilo único e irrepetible.
Don Manuelito nunca se casó, parece que el pincel y la madera fue lo que conquistó su corazón. Su vida la ha dedicado a su arte. “Mi última exposición fue en Monterrey, México”, recuerda, y cuenta que “las cosas cambiaron mucho para él después del 11 de septiembre, sumándole a esto que se empezaron a importar obras de arte a muy bajo costo elaboradas en fábricas en China”.
Manuelito camina diariamente media hora. Come muy poco y sonríe bastante. Sus pasos recorren su barrio en Wilshire Bulevar donde vive con su sobrino Víctor Toapanta, la esposa de Víctor y dos sobrinos-nietos. Lleva una vida tranquila y desde hace varios años, cada mañana, se despierta con un gran sueño.
EL SUEÑO DE LAS MISIONES
Don Manuel tardó aproximadamente 13 años en acabar su colección de “Las 21 Misiones de California”. “Son hermosas obras elaboradas en madera y pintadas al óleo. Las tengo guardadas en un lugar seguro”, explica, “porque las quiero poner a la luz para que el público las conozca; quiero exponerlas en alguna parte donde las vea mucha gente”, dice con un gran suspiro.
Será tan fuerte su deseo de exponer estos 21 cuadros que le han ofrecido comprarle algunas obras y a pesar del cuantioso monto de dinero que podría recibir, Manuelito no las quiere vender “hasta no exponerlas completas en un lugar donde los devotos de la Iglesia Católica las puedan conocer”.VN
¿QUÉ HACE ESPECIAL A TOAPANTA?
• Este egresado del Colegio de Bellas Artes de Quito, Ecuador, mantiene una tradición plástica de artesano y artista. Talla una pieza de madera y la pinta con tal armonía de color, en combinación con un maravilloso manejo de la perspectiva, de la luz y de la sombra, que logra una pintura tridimensional de gran impacto visual.
• Las obras de arte de Toapanta son únicas en el mundo; al observarlas se siente como si fueran reales, tan reales que parece que uno estuviera dentro de la pintura misma.
• Si desea comunicarse con Manuel Toapanta, comuníquese directamente con su sobrino Víctor Toapanta al (213) 368-0969
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