Las personas si seguro como los indocumentados son los que menos utilizan las salas de emergencias en California por lo que las congestiones y largas esperas no tienen nada que ver con la inmigración, según un informe difundido.

“Lo que vemos en muchos salas de emergencias son los síntomas de problemas que afligen el sistema de salud como un conjunto y afectan a cada uno”, aseguró Shannon McConville, investigadora del Instituto de Política Pública de California (PPIC, en inglés) y autora del reporte junto con Helen Lee.

“Si queremos reducir el uso innecesario de los departamentos de emergencia, necesitamos reconsiderar la capacidad de los pacientes para encontrar proveedores primarios de salud y ser tratados en un tiempo adecuado”, enfatizó la investigadora.

El reporte “Atención del Departamento de Emergencia en California: ¿Quién Lo Utiliza y Por Qué?”, encontró que, aunque las personas sin seguro médico, entre ellos inmigrantes indocumentados, tienden a usar las emergencias casi el doble que quienes tienen seguros privados, están muy por debajo del uso que hacen los pacientes de Medi-Cal o Medicare.

Mientras que solo el 17 por ciento de los pacientes con seguro privado visita emergencias, los pacientes sin seguro médico alcanzan poco más del 31 por ciento frente a 47 y 46 por ciento de los amparados por los seguros provistos por el gobierno para personas de bajos ingresos Medi-Cal y Medicare, respectivamente.

El informe resalta que la utilización de las salas de emergencia en el país en los últimos 10 años ha aumentado 20 por ciento, mientras el número de salas se ha reducido en cerca del 10 por ciento, debido al cierre de hospitales.

Adicionalmente, el reporte muestra que cerca del 25 por ciento de las visitas a los departamentos de emergencia (ER, en inglés) es para buscar atención a menores de 18 años.

“Sólo la mitad de los doctores de California participan en Medi-Cal, lo que significa que el acceso es más difícil y una visita a la sala de emergencias es más fácil para estos pacientes”, afirmó McConville refiriéndose al seguro de salud del estado.

Los bebés menores de un año -sin importar la condición de seguro médico de la familia- son quienes en mayor proporción son llevados a los servicios de emergencias (64 por ciento). Siete de cada 10 visitas de los menores de edad a las ER podrían evitarse, afirma el informe.

Los pacientes de Medicare representan cerca del 46 por ciento de las visitas a los departamentos de emergencia, pero sólo tres de cada 10 visitas de estos pacientes podría evitarse.

Los hospitales públicos, aunque constituyen menos del 10 por ciento, se encontraron más congestionados en sus ER, que el resto de los centros hospitalarios.

El condado de Los Ángeles presentó las salas de emergencias más ocupadas con un 39 por ciento de ellas congestionadas.

Los tres condados con el índice de más alto de visitas a las ER están en el Valle Central de California: Stanislaus, Fresno y San Joaquín. El reporte destaca que esta es una de las regiones con los más altos niveles de pobreza en el estado, menos médicos y un mayor número de residentes sin seguro de salud.

La investigación sugiere que el expandir el acceso a cuidado de salud de alta calidad fuera de los hospitales, puede reducir las visitas innecesarias a las salas de emergencia.

Así, por ejemplo, los padres que pudieran asistir a un centro de urgencias al principio de la tarde -que es cuando más niños van a las ER- o en los fines de semana, estarían menos inclinados a ir a un hospital.

Expandir la red de centros comunitarios de salud y aumentar el número de médicos para atención básica en las áreas más desprotegidas, podría igualmente prevenir la congestión en las salas de emergencia, afirma el reporte.

El estudio se basó en cifras oficiales de diferentes organismos de salud del estado de California y en datos recogidos en investigaciones previas de PPIC. VN

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