SE HONRA A LA MADRE MEXICANA 2005

La Asociación de la Madre Mexicana, de la parroquia de St. Mary’s en Boyle Heights, ha seleccionado a la señora Mary M. Sauceda como Madre Mexicana del Año 2005. Su dedicación a su familia, su iglesia y su activismo en su comunidad por más de cuarenta años, la han hecho merecedora de este honor.

Esta celebración de originó en 1951 por la señora Consuelo de Bonzo, fundadora de un grupo de damas Católicas, auxiliar de las Misioneras Franciscanas, conocido como Franciscan Guild. La señora Sauceda es la Madre Mexicana número cincuenta y cinco.

Mary Sauceda nació en Hastings, Colorado, hace 82 años. Sus padres: Cosme Ríos, oriundo del estado de Michoacán, México, y su madre la señora Ernestina Reyes, de Guanajuato, México. En 1942 Mary con su familia se mudó a Los Angeles para reunirse con su hermano mayor, Cosme.

Durante la Segunda Guerra Mundial, Mary trabajó para la compañía de aviones Lockheed, contribuyendo así a la defensa nacional.

Su matrimonio en 1948 con Luis Sauceda duró 40 años y produjo nueve hijos, seis hijas y tres hijos. Luis trabajaba como vendedor en almacenes, y para complementar sus ingresos la pareja inició un negocio de imprenta en su hogar. Con el tiempo su negocio prosperó y abrieron un local comercial en el Este de Los Angeles. Sostuvieron su imprenta por treinta años.

Mary y Lou creían en el poder de la iglesia y la comunidad. Su fe católica les inspiró a lograr una educación religiosa para sus hijos. Desde un principio fueron constantes en su apoyo a las escuelas parroquiales de su familia. Primero Nuestra Señora de Lourdes, y después San Alfonso. Mary y Lou participaron en todas las actividades y funciones de las escuelas.

Durante los años escolares, Mary fue activa en la Asociación de Padres y Maestros (PTA). Constantemente ayudó en los eventos a beneficio de las escuelas.

Dos de sus hijas se graduaron de Bishop Conaty High School y cuatro se graduaron de Sacred Heart of Mary en Montebello. Sus tres hijos se graduaron en Cantwell High School de Montebello.

Cuando sus hijos crecieron, Mary y Lou fundaron un capítulo del club juvenil Patricians, y así proporcionaron a los jóvenes actividades sociales en un ambiente sano en su parroquia.

Mary tiene un compromiso de dedicación de su vida a los asuntos religiosos. Ha sido activa en los apostolados religiosos de su parroquia de San Alfonso por cuarenta y dos años. Continuamente se ocupa de los parroquianos necesitados, dándoles apoyo moral. Ha hecho esta labor por veintiséis años.

Fue miembro fundador de UNO (United Neighborhoods Organization) ahora L.A. Metro, abogando por equidad en su comunidad. Ha participado en las actividades en pro City of Hope.

Activa como voluntaria por el movimiento Hospice Care. Ha servido como tutora de lectura para los niños de su comunidad. Ultimamente ha formado parte de la mesa directiva del grupo Senior Citizens de Pico Rivera. El año pasado fue electa presidenta.

Su devoción para su familia ha sido de acción. Como buena hija estuvo al cuidado de su anciana madre hasta su fallecimiento. Su dedicación a la educación religiosa de su familia ha sido ejemplar. Como esposa cumplida, Mary se hizo cargo del cuidado de su esposo Lou cuando sufrió un infarto en 1986, con todo cariño lo atendió hasta su fallecimiento tres años después.

Siempre en su vida Mary ha tenido confianza en la ayuda de Dios al enfrentarse a numerosos desafíos. Sus acciones y preocupación por todos se basa en seguir las palabras sencillas de Jesús: “Amad a otros como yo te amo a ti”. Toda su vida Mary ha seguido esta norma sencilla. Por el amor de su familia se ha enfrentado con reveses económicos. Su devoción religiosa y su fe nunca han fallado. Su dedicación a su iglesia y su comunidad nunca han flaqueado. Ella cree firmemente que el amor de Dios proveerá para todos en el mundo.

Cada uno de sus nueve hijos: Carol, Pat, Margie, Gracie, Eddie, John y sus cónyuges, sus veintiún nietos y siete bisnietos la felicitan por ser seleccionada como Madre Mexicana de 2005. VN

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