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EL PAPA FRANCISCO MARCA HUELLA EN ESTADOS UNIDOS

INICIO DE SU VIAJE. Antes de pisar suelo estadounidense, el Santo Padre visitó Cuba donde celebró misa en la Plaza de la Revolución en La Habana. Una muchedumbre lo recibió con caluroso afecto. Fotografía:

CNS / Reuters

Momentos destacados del histórico recorrido de su Santidad, de la mano de su fe y sabias palabras

Por J.D. LONG- GARCÍA

Cuando todavía era un sacerdote, un joven le preguntó al Papa Francisco qué estaba haciendo Dios antes de crear el mundo. “Siempre hacen estas preguntas difíciles”, dijo el Papa Francisco ante decenas de miles que se reunieron para el Festival de la Familia el pasado 26 de septiembre en el Benjamin Franklin Parkway de Filadelfia. La multitud se rió. “Puedo decirles que fue difícil para mí llegar a una respuesta”, confesó el Papa. “Le dije lo que ahora les estoy diciendo a ustedes. Antes de crear el mundo, Dios amaba. Porque Dios es amor”.

El amor de Dios fue tan grande, dijo, que no podía ser “egoísta”. Y agregó, “no sé si esto es muy teológico, pero ustedes entenderán lo que quiero decir”.

Dios ofreció su hermosa creación a los seres humanos, hombre y mujer. La familia es “lo más bello que Dios creó”, agregó el Papa.

Antes de la visita histórica del Pontífice a Washington, D.C., Nueva York y Filadelfia, gran parte de las conversaciones se centró en lo que diría durante la reunión en el Congreso y la Asamblea General de las Naciones Unidas. Pero Francisco les habló más paternalmente a los católicos durante sus homilías y reuniones de oración.

‘…nuestras familias, nuestros hogares, son verdaderas Iglesias domésticas’

 

“Sé que uno de los sueños de sus padres y maestros es que puedan crecer y ser felices”, le dijo el Papa a los estudiantes de la escuela Nuestra Señora de los Ángeles en Harlem, una visita que él requirió. “Siempre es bueno ver a los niños sonriendo. Aquí te veo sonriendo. Sigue sonriendo y ayuda a alegrar a todos los que vayas conociendo”. Habló de su admiración por el reverendo Martin Luther King Jr., y animó a los niños a soñar por un mundo mejor como lo hizo King.

“En todos lados hay sueños, hay alegría; Jesús siempre está presente”, dijo el Papa. “Porque Jesús es alegría, y quiere ayudarnos a sentir ese gozo todos los días de nuestra vida”.

Antes de que miles se reunieran para la Misa en el Madison Square Garden en Nueva York, el Papa habló de la riqueza de una gran ciudad, de la belleza de las culturas y las diversas maneras en que los seres humanos expresan el significado de la vida.

“Una calidad especial del pueblo de Dios es su capacidad para ver, contemplar, hasta en los ‘momentos de oscuridad’, la luz que trae Cristo”, dijo el Papa en su homilía. “El pueblo fiel de Dios puede discernir y contemplar su presencia viva en medio de la vida, en medio de la ciudad”.

Esta esperanza nace de la creencia de que Jesús está presente y es parte de la vida de las personas, dijo el Papa.

“Dios está viviendo en nuestras ciudades. La Iglesia vive en nuestras ciudades, y ella quiere ser como la levadura en la masa. Ella quiere relacionarse con todo el mundo, estar al lado de todos, mientras proclama las maravillas del Maravilloso Consejero, el Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de la Paz”, dijo el Papa. “El pueblo que andaba en tinieblas ha visto una gran luz”, dijo, citando a Isaías. “Y nosotros somos testigos de esa luz”. Según algunas estimaciones, más de un millón se reunió en el Benjamin Franklin Parkway el 27 de septiembre al cierre de la Misa del Encuentro Mundial de las Familias. En su homilía, el Papa Francisco animó a expresar gestos de amor, como una bendición antes de acostarse o un abrazo después de un arduo día de trabajo. “El amor se demuestra en las cosas simples, en la atención que le damos a las pequeñas señales diarias que nos hacen sentir que estamos en casa”, dijo.

“La fe crece cuando se vive y se moldea por el amor. Es por eso que nuestras familias, nuestros hogares, son verdaderas Iglesias domésticas. Ellos son el lugar adecuado para que la fe se convierta en vida, y la vida se convierta en fe”.

 

‘Estoy aquí como pastor, pero sobre todo como un hermano…’

 

Los millones de personas que se agolpaban en las calles de Washington, Nueva York y Filadelfia, sin duda recordarán los pequeños gestos que el Papa les brindó, bendiciéndolos mientras pasaba en su “papamóvil”. Los guardias del Vaticano sirvieron no solamente para proteger al Santo Padre, sino también para acercarle algunos bebés y que les diera un beso. Antes de su discurso en Independence Mall en Filadelfia, el Papa besó a tres bebés en un trayecto de menos de 50 yardas. Los bebés eran los únicos que no tomaban fotografías con teléfonos inteligentes.

El Papa Francisco también expresó su afecto al reunirse con un centenar de presos y familiares de víctimas en las instalaciones del Correccional Curran-Fromhold. Y se tomó el tiempo para darle la mano a todos los presentes.

“Estoy aquí como pastor, pero sobre todo como un hermano, para compartir su situación y hacerla propia”, dijo. “Yo he venido para que podamos rezar juntos y ofrecer a nuestro Dios todo aquello que nos causa dolor, pero también todo aquello que nos da esperanza, para que podamos recibir de Él el poder de la Resurrección”.

Y en la Misa de canonización afuera de la Basílica del Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción en el campus de la Universidad Católica en Washington, DC, el Sumo Pontífice reconoció que eso fue precisamente lo que hizo San Junípero Serra.

“Él los cobijó como sus hermanos y hermanas”, dijo el Papa Francisco refiriéndose a la manera en que el Santo se identificaba con la población nativa. “Junípero buscó defender la dignidad de la comunidad nativa, para protegerla de quienes la maltrataban y abusaban”.

Encontrar la luz en la oscuridad y la esperanza en medio del sufrimiento es un tema que el Santo Padre retomó una y otra vez. En su reunión con los obispos en la Capilla del Seminario de San Martín en Filadelfia, el Santo Padre señaló la crisis de los abusos sexuales.

“Me quedo abrumado por la vergüenza de que hombres encargados de atender con dedicación a los niños, abusaran de estos pequeños y causaran graves daños”, dijo. “Lo lamento profundamente. Dios llora por esto”. El Papa Francisco se reunió en privado con cinco sobrevivientes de abuso sexual y sus familias en el Seminario St. Charles Borromeo en Filadelfia.

“Ustedes, sobrevivientes de abuso, se han convertido en verdaderos heraldos de la esperanza y ministros de la misericordia”, dijo el Papa. “Humildemente a cada uno de ustedes y a sus familias les debemos nuestra gratitud por su inmenso valor para hacer brillar la luz de Cristo sobre el mal del abuso sexual de niños”.

El Padre Federico Lombardi, portavoz del Vaticano, dijo que el Papa reiteró el compromiso de la Iglesia a que todas las víctimas sean escuchadas y tratadas con justicia. El culpable será castigado y se combatirán los delitos de abuso con un programa de prevención eficaz en la Iglesia y en la sociedad, dijo.
‘…la fe nos trae la luz que dispersa la oscuridad…’

 

En San Patricio en Washington, el Papa Francisco comparó la búsqueda de posada emprendida por la Sagrada Familia antes del nacimiento de Cristo, con aquellos que hoy día tampoco tienen un hogar.

“A la vista de las situaciones injustas y dolorosas, la fe nos trae la luz que dispersa la oscuridad”, dijo. “Como lo fue para José, la fe nos conduce a la presencia silenciosa de Dios en cada momento de nuestras vidas, en cada persona y en cada situación. Dios está presente en cada uno de ustedes, en cada uno de nosotros”.

El Padre Basiliano Thomas Rosica, de “Sal y Luz” de la Televisión Católica, dijo que la visita del Santo Padre no puede ser entendida a través de la lente de la división política estadounidense. “Él es un buen hombre, él es un hombre santo”, dijo. “Él está enamorado de Jesús”.

En sus discursos “políticos” en el Congreso y Naciones Unidas, el Santo Padre disipó la confrontación directa y se concentró a reducir las diferencias entre las ideologías políticas.

Vanessa Vitiello Urquhart, que escribe para Slate, dijo que el Papa estaba usando un recurso retórico, uniendo asuntos que los expertos separan. “Lo que el Papa estaba haciendo cuando marcó un giro a la derecha para luego virar a la izquierda no indica un cambio de sus convicciones sobre el matrimonio del mismo sexo o el aborto, y ciertamente no fue una muestra de apoyo a los políticos demócratas”, escribió. “Más bien era parte de un intento más amplio de impulsar a los políticos estadounidenses de ambos lados, a ver más allá de los estrechos conjuntos de temas que obsesionan al país durante los periodos electorales, y abandonar el sectarismo que genera estrechez para poder resolver los problemas más apremiantes”.

En la ONU, ante los debates de la Asamblea General sobre el cambio climático, el Papa conectó el problema de la degradación del medio ambiente con el sufrimiento de los pobres. Su discurso de gran alcance llamó la atención sobre el tema de la persecución cristiana y cultural en el mundo. Pidió dejar de lado los intereses partidistas a fin de reconocer la dignidad humana.

‘El Papa debe ser el siervo de los siervos de Dios…’

 

La cobertura mediática de la visita papal a Estados Unidos incluyó un canal dedicado a una cobertura continua. Muchos, sin duda, recordarán la semana como un momento en que su programa favorito de televisión no salió al aire o cuando se le prestó menos atención a Donald Trump.

Los residentes de Washington, Nueva York y Filadelfia se quejaron de las calles bloqueadas y los retrasos subterráneos. La ciudad de Filadelfia estaba prácticamente cerrada el pasado fin de semana.

Claudia D’agostio, participando en una caminata de tres millas a la Fiesta de la Familia, dijo que el Papa es honesto y sincero. “Lo que él predica es lo que hace”, dijo.

En tanto que Aaron Kelly, un seminarista con la Diócesis de Rochester en Nueva York, dijo que el Papa Francisco tiene una manera eficiente de decir la verdad y la doctrina. “A los católicos y cristianos les gusta este Papa”, dijo después de ver la forma en la cual el Papa se dirigió al Congreso, ante miles de observadores que se reunieron afuera del Capitolio.

 

“Es genial estar aquí para ver las caras de todas las personas”, dijo. “Es un verdadero pastor. El país va a coger la ‘fiebre Francisco’”. Sin embargo, en el avión de regreso a Roma, el Papa fue reacio a llamar a la visita un éxito.

“Es importante que puedas hacer el bien teniendo poder. Y Jesús definió que el poder, el verdadero poder es para servir, para ofrecer los servicios más humildes… y yo todavía debo progresar más en este camino de servicio, porque siento que no hago todo lo que debería”, confesó el Papa.

Mathilde Imberty de Radio France le preguntó si era bueno para la Iglesia que el Papa sea una estrella.

“El Papa debe ser el siervo de los siervos de Dios… ¿Cuántas estrellas hemos visto que aparecen y desaparecen?”, dijo. “Es algo pasajero. Por otro lado, ser siervo de los siervos de Dios es algo que nunca pasa”. VN

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