ACTUALIZACIÓN DEL 2018 DEL “INFORME AL PUEBLO DE DIOS”

Monseñor José H. Gomez

Arzobispo de Los Ángeles

6 de diciembre, 2018

Mis queridos hermanos y hermanas en Cristo,

Hoy estamos publicando los nombres de los sacerdotes que han sido acusados con credibilidad de abuso sexual o conducta indebida con un menor de edad desde el 2008.

Esta lista actualiza el “Informe al Pueblo de Dios”. Publicado por primera vez en el 2004 y actualizado en el 2005 y en el 2008, el informe documenta más de 70 años de denuncias de abuso cometidos por sacerdotes en la Arquidiócesis.

Este fue un capítulo triste y vergonzoso en nuestra historia. Pero también fue un tiempo de reforma.

En las últimas dos décadas hemos implementado un sistema eficaz para reportar e investigar  presuntos abusos cometidos por sacerdotes y para remover a los ofensores de sus ministerios. Además hemos establecido un extenso programa de educación y verificación de antecedentes para asegurar que nuestros niños estén seguros y bien cuidados en sus parroquias, escuelas y ministerios.

Lo que publicamos hoy muestra que en los últimos 10 años ha habido dos casos de conducta inapropiada por parte de sacerdotes de la Arquidiócesis de Los Ángeles, que involucran a personas que son menores en la actualidad. Estos casos se hicieron públicos anteriormente, en el momento en que se recibieron las denuncias por primera vez.

En cada uno de estos dos casos el sacerdote fue destituido inmediatamente del ministerio y las denuncias en su contra fueron reportadas a la policía. Las denuncias fueron investigadas por la Arquidiócesis y los hallazgos fueron revisados por nuestra junta de supervisión independiente. Al recibir las conclusiones de la junta de que las denuncias estaban fundamentadas, iniciamos procedimientos para asegurarnos de que a estos dos sacerdotes nunca más se les confiaría un ministerio.

Le debemos a las víctimas-sobrevivientes de abuso ser completamente transparentes al dar la lista de los nombres de quienes cometen el abuso.

Y de nuevo quiero hacer este llamamiento: si usted o alguien que usted conoce ha sufrido abuso por parte de un sacerdote o por una persona afiliada a la Arquidiócesis de Los Ángeles, le insto a que llame a nuestro Ministerio de Asistencia a las Víctimas, al (800) 355-2545 o visite nuestro sitio web protect.la-archdiocese.org. Al hacer su denuncia, tenga la certeza de que su voz será escuchada y que encontrará compasión y comprensión. La persona que usted alega que le hizo daño será removida del ministerio mientras sus denuncias son investigadas por la policía y por nuestra junta de supervisión.

Para cada uno de ustedes que ha sufrido abuso a manos de un sacerdote, lo siento mucho. Nada puede eliminar la violencia cometida contra usted o restaurar la inocencia y la confianza que se le arrebató. Su valentía me hace sentir humilde y me avergüenzo de cómo la Iglesia lo/la ha decepcionado.

A nombre de la Iglesia, le pido perdón, a la vez que entiendo lo difícil que es perdonar cuando uno ha sufrido heridas tan profundas a manos de aquellos en quienes debería haber podido confiar.

Con la asistencia de valientes sobrevivientes de abuso, y mediante el compromiso dedicado de los líderes, el personal y los voluntarios de la Iglesia, hemos sido testigos de una reducción dramática de la incidencia de abusos en las últimas dos décadas, en Los Ángeles y en todo el país.

Aun así, todo caso de abuso sexual infantil es demasiado; es un crimen cometido contra una alma inocente, un pecado que clama al cielo por justicia, reparación y sanación.

Debemos permanecer comprometidos y vigilantes en todos los niveles de la Iglesia para crear ambientes seguros para nuestros niños, y reportar e investigar denuncias de conducta indebida y remover a los perpetradores del ministerio.

La sanación de las víctimas y sobrevivientes de abuso, de cada uno de ustedes, es mi prioridad.

Encontrar la capacidad para confiar de nuevo es una jornada lenta y difícil. Pero prometo que caminaré esa jornada con ustedes, junto con toda la familia de Dios de la Arquidiócesis de Los Ángeles.

Pido que encontremos la esperanza en Jesucristo, que la Santa Virgen María sea una madre para todos nosotros y que Dios nos dé paz, VN

 

Monseñor José H. Gomez

Arzobispo de Los Ángeles