<!--:es-->VIBRANTE CELEBRACIÓN DE LAS CULTURAS DE LA ARQUIDIÓCESIS DE LOS ÁNGELES<!--:-->

VIBRANTE CELEBRACIÓN DE LAS CULTURAS DE LA ARQUIDIÓCESIS DE LOS ÁNGELES

AL FINALIZAR LA MISA.- El Arzobispo José H. Gomez posa junto a algunos de los feligreses de diversas comunidades étnicas de la Arquidiócesis angelina. Este 2015 bendijo además al grupo de peregrinos (en la foto posan a ambos lados del Arzobispo con camisetas azules) que irían al encuentro del Papa Francisco en Washington D.C., New York y Philadelphia.  Fotografía de Victor Alemán.

Nuevamente la Catedral Nuestra Señora de los Ángeles fue escenario de la Misa anual que incorpora colores y expresiones culturales de más de 40 comunidades étnicas

Por ALICIA MORANDI

En una abierta manifestación de la riqueza cultural de la Iglesia Católica de Los Ángeles, y de los dones únicos que aportan los diversos grupos étnicos que la componen, cientos de feligreses se reunieron en la Catedral Nuestra Señora de los Ángeles para celebrar la Misa anual de las Culturas.

Patrocinada por la Oficina del Ministerio Étnico de la Arquidiócesis angelina, a cargo del Obispo Auxiliar Alexander Salazar, esta misa especial aconteció el pasado 19 de septiembre, y la presidió el Arzobispo Gomez, acompañado de obispos auxiliares y sacerdotes.

Como todos los años, una de las primeras en llegar fue María Guadalupe Aguilar, miembro del Comité guadalupano de la Arquidiócesis de Los Ángeles y vicepresidenta de la Oficina arquidiocesana de grupos étnicos. Muy activa en la organización del evento, y portando un vestido típico de su México natal, comentó que esta misa es muy importante porque incluye a más de 40 comunidades de todo el mundo, muchas hispanas. “Quisiera que hubiera aún más participación de los hispanos. Creo que tenemos que unirnos en el cuerpo de Cristo; unirnos en oración y con nuestra fe demostrarles que venimos a este país a superarnos. Esta misa es para que nos unamos y así poder tener una voz”, dijo a VIDA NUEVA antes de iniciarse la misa.

Al igual que ella, muchos de los presentes vestían trajes típicos, y una vez que se fueron acomodando en las bancas de la Catedral, comenzó la ceremonia con un baile del grupo de “Madres católicas vietnamitas”. Enseguida, representantes de las naciones que conforman una parte importante de la Arquidiócesis de Los Ángeles se alinearon en una procesión dando un toque de color a la solemne celebración. Cargando carteles con su procedencia y exhibiendo vestimentas de su patria de origen, por el pasillo central se dirigieron hacia el altar las comunidades de afroamericanos, mayas, bolivianos, salvadoreños, mexicanos, chilenos, guatemaltecos, tailandeses, nigerianos, coreanos, filipinos, japoneses, croatas, vietnamitas, hebreos, polacos, chinos, franceses, samoanos, irlandeses, y otros. Los Caballeros de Colón les acompañaron.

El Arzobispo Gomez dio entonces la bienvenida y dijo que la Misa de las Culturas “es una señal de la universalidad de la Iglesia Católica. Es una señal de que somos una sola familia en la Iglesia; la familia de Dios en la Arquidiócesis de Los Ángeles… y esto es exactamente lo que hoy celebramos”.

Durante la Misa, se ofreció la oración de los fieles en algunas lenguas y dialectos, y durante la presentación de los dones, los representantes étnicos colocaron una mantilla sobre el altar con símbolos y diseños propios de su cultura.

El coro de la Catedral entonó canciones en diversos idiomas durante toda la ceremonia.

Bendición a los ‘peregrinos’

Uno de los momentos más emotivos fue cuando el Arzobispo Gomez bendijo al grupo de feligreses que iría a Washington D.C., New York City y Philadelphia para recibir a su Santidad, y pidió que rezáramos por ellos para que Dios los acompañe en el viaje. Algunos presenciarían la canonización del beato Junípero Serra, y formarían parte del Encuentro Mundial de Familias.

Entre los peregrinos se hallaba la niña Jersey Vargas, de11 años, quien a principios de este año tuvo un breve encuentro con el Papa en el Vaticano, y le pidió que intercediera para lograr una reforma migratoria en Estados Unidos. La pequeña se convirtió en una voz para los hijos de indocumentados que están en riesgo de ser deportados. En esta ocasión ella viajaría con sus padres y hermanos.

“Esta es una experiencia diferente porque la otra vez le fui a decir al Papa Francisco que interceda por mi familia y por la comunidad inmigrante que no tiene derechos”, dijo Jersey. “Ahora voy para darle gracias por su apoyo y pedirle que siga luchando por los inmigrantes”. También en esta ocasión su mamá le bordó un pañuelo blanco con la imagen de la Virgen de Guadalupe, manteniendo la ilusión de que su hija pudiese entregárselo personalmente a su Santidad.

Otra de las peregrinas, Ana Diabanza de la Parroquia Santa Elizabeth en Van Nuys, y miembro de la comunidad Neocatecumenal, viajaría junto a ocho personas de la parroquia a ver a Su Santidad en Philadelphia.

“Es una bendición muy grande tener esta oportunidad porque para mí el Papa Francisco es el representante de Cristo en la Tierra, caminando con la misma humildad que lo hizo hace más de dos mil años. Yo tuve la oportunidad de ir a Israel con Juan Pablo II; mis hijos también han seguido al Papa a Brasil y España. La idea es que la fe continúe prolongándose de generación a generación”, dijo Diabanza.

Al finalizar la misa, unos a otros los feligreses se “dieron la paz”. Entre ellos el diácono Dale Reynolda y su esposa Linda, de la Iglesia Sagrado Corazón, que cada año viajan desde Lancaster para participar en la Misa de las Culturas. “Nuestra motivación es estar aquí para celebrar la diversidad étnica y a la vez reunirnos todos en una única Iglesia”. En tanto que Carmen Dholr, originaria del estado de Jalisco, de la Parroquia San Francisco, era la primera vez que asistía, y dijo estar emocionada con la celebración. “Esta es un gran oportunidad para conocer nuestras culturas y despejar las tinieblas que existen en la división de los que amamos al mismo Dios. Aquí se siente que la luz de Cristo puede iluminarnos a todos -seamos de donde sea-, y nos puede unir más”.

‘…el futuro de la Iglesia en Estados Unidos y el mundo depende de los hispanos’

Al concluir el servicio religioso, la concurrencia salió a la Plaza de la Catedral y muchos saludaron y se tomaron fotos con el Arzobispo Gomez, quien también conversó con VIDA NUEVA sobre la importancia de una misa como ésta, y que la Iglesia espera que cada año la comunidad continúe siendo parte de ella.

“Primero, este tipo de misa sirve para reconocer a todas la culturas que hay en Los Ángeles. Es importante que todos seamos consientes de la bendición que tenemos de tener tantas culturas y nos respetemos unos a otros, celebremos nuestras diferencias, y nos sintamos muy unidos por nuestra fe católica. Después de eso, también es importante porque la Iglesia Católica es universal; católico significa ‘universal’, entonces tenemos que participar de esa catolicidad y por la influencia tan grande que los Ángeles tiene en el mundo entero”. Agregó la máxima autoridad de la Arquidiócesis angelina que “conocernos más nos ayuda a entender mejor a las demás culturas y ver como todos estamos tratando de incluirnos en la vida social y política para que haya más paz, más entendimiento; superar las diferencias que a veces existe entre las culturas y las personas para que todos podamos construir la sociedad de la verdad y del amor”.

Días después de esta misa, el Papa Francisco canonizaría al beato Junípero Serra, el primer Santo hispano canonizado en Estados Unidos. Al respecto el Arzobispo Gomez comentó: “Es muy importante para la comunidad hispana que sienta la responsabilidad que históricamente hemos tenido en este país. El futuro de este país depende de los hispanos, y el futuro de la Iglesia en Estados Unidos y el mundo depende de los hispanos”. VN

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