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VIAJE DEL PAPA A EE.UU HA DEJADO UNA IGLESIA MÁS FUERTE Y MÁS UNIDA

El Presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB), Cardenal Francis George, destacó que el viaje del Papa a Estados Unidos ha dejado una Iglesia más fuerte, más unida y llena de entusiasmo para realizar su misión.

En entrevista concedida a Radio Vaticano, el también Arzobispo de Chicago explicó que este viaje ha mostrado “que Benedicto XVI es un maestro maravilloso. Ha hablado en modo claro de la verdad en relación a la libertad, la paz, los derechos humanos, el ecumenismo. Pienso en particular que sus palabras abrirán el camino para un nuevo sentido de la misión de las Naciones Unidas en el mundo”.

Tras resaltar la enorme “calidad del mensaje del Papa”, el Purpurado destacó el entusiasmo que ha generado con su visita, dada la “personalidad del Santo Padre que tal vez no muchas personas conocían bien: su humildad, su sinceridad, su caridad y su amor por todos, especialmente por las víctimas de los abusos sexuales”.

Luego subrayó “la gran respuesta de los jóvenes y la felicidad de un Pontífice que ha entrado en sintonía con ellos. Ha sido una esperanza realmente emocionante para el Santo Padre en estos días”.

Para el Arzobispo, este viaje apostólico de Benedicto XVI “deja a la Iglesia en Estados Unidos más fuerte, más unida y ciertamente nos deja a nosotros los obispos con la fuerza de hacer nuestro trabajo de manera más eficaz; y por esto estamos sumamente agradecidos”.

Al hablar de la manera directa con la que el Santo Padre abordó los abusos sexuales, el Cardenal George dijo que “ha sido un gran aliento para nosotros, para continuar afrontando de modo amplio el problema, como él mismo ha dicho, porque en toda la sociedad hay personas que sufren abusos en las familias, escuelas y otros lugares; y las víctimas de estos abusos no son respetadas del mismo modo en que sí se respeta a las víctimas de los abusos sexuales cometidos por miembros del clero”.

LA IGLESIA EN ESTADOS UNIDOS HA DADO ESPERANZA AL PAPA

Benedicto XVI confesó este domingo que la Iglesia en los Estados Unidos le ha confirmado en la esperanza gracias a su vitalidad.

Así lo explicó a mediodía al rezar la oración mariana del “Regina Caeli” junto a varios miles de peregrinos congregados en la plaza de San Pedro, comentando su peregrinación apostólica que tuvo lugar entre el 15 y el 21 de abril.

El Papa, hablando desde la ventana de su estudio, recordó que el objetivo de su visita a ese país eran estas palabras: “Christ our Hope – Cristo nuestra esperanza”, y dio gracias a Dios “porque ha bendecido abundantemente esta singular experiencia misionera y me ha permitido ser instrumento de la esperanza de Cristo para esa Iglesia y para la de ese país”.

“Al mismo tiempo -reconoció-, le doy las gracias porque yo mismo he sido confirmado en la esperanza por los católicos estadounidenses: he visto una gran vitalidad y la voluntad decidida de vivir y testimoniar la fe en Jesús”.

El mismo pontífice anunció que en la alocución que pronunciará el próximo miércoles, con motivo de la audiencia general, detendrá más ampliamente a repasar su visita a los Estados Unidos.

PORTAVOZ VATICANO: EN ESTADOS UNIDOS, EL PAPA HA DADO ESPERANZA NO SÓLO A LOS CATÓLICOS

Libertad, verdad, paz, derechos humanos… Estas son palabras claves del viaje apostólico que Benedicto XVI ha realizado del 15 al 20 de abril a los Estados Unidos. Pero todas están unidas por la esperanza evangélica, aclara el portavoz vaticano.

El director de la Oficina de Información de la Santa Sede, el padre Federico Lombardi S.I., ha hecho un primer balance de este viaje, que tenía por eslogan “Cristo, nuestra esperanza”, considerando que ha logrado su objetivo: ha transmitido esperanza a los estadounidenses en general, a los católicos en particular, y a las Naciones Unidas.

“Ha traído anuncio de esperanza a una gran nación, que debe tener la dignidad y el sentido de la grandeza de su vocación en el mundo de hoy”, comienza constatando Lombardi, quien es también director de “Radio Vaticano”.

Ha comunicado esperanza, añade, “a una Iglesia que ha vivido un período particularmente difícil en los años recientes y que tenía mucha necesidad de ser consolada y relanzada hacia el porvenir, consciente de sus responsabilidades en el ámbito de la Iglesia universal”.

Y por último, constata, ha ofrecido un mensaje de esperanza para las Naciones Unidas, es decir, “para todos los pueblos del mundo que han reflexionado, en esta circunstancia extraordinaria del sexagésimo aniversario de la Declaración Universal de los Derechos del Hombre, en los verdaderos valores fundamentales para construir el futuro”.

El obispo de Roma ha mostrado cómo “Cristo ayuda a tener esa visión del hombre, de su destino, de la realidad de la persona humana que permite construir sobre cimientos sólidos el porvenir de la humanidad”, explica el padre Lombardi.

El Papa ha hablado a “todo un pueblo, ayudándole a identificar sus raíces y sus valores, su vocación histórica”, recalca.

“Ha hablado al pueblo estadounidenses de sus características de convivencia entre muchos pueblos de culturas y creencias diferentes, para construir juntos, en libertad y democracia, una gran comunidad humana, que puede convertirse también para la humanidad misma en un mensaje de paz, de reconciliación, de convivencia”.

Y esto se puede lograr, dice sintetizando al pontífice, “con el reconocimiento de Dios, de Dios creador, por tanto, de los valores esenciales de la persona humana, como imagen de Dios.

“El Papa lo ha dicho de manera muy explícita y los estadounidenses se han sentido comprendidos, reconocidos por su valor histórico y en sus mejores aspectos.

“Incluso las máximas autoridades de los Estados Unidos, el presidente George W. Bush y el vicepresidente Dick Cheney en el discurso final, han reconocido al Papa esta capacidad para evocar los aspectos positivos del pueblo y de dirigirle un gran mensaje”, constata Lombardi.

“Cuando el domingo por la noche pronunciaba su discurso conclusivo de Cheney, yo escuchaba a estadounidenses que estaban a mi alrededor diciendo: ‘hace unos años no nos hubiéramos podido imaginar el que una de las máximas autoridades de nuestro país pronunciara palabras tan elogiosas sobre el jefe de la Iglesia Católica’.

“Esto quiere decir que el pueblo, en todos sus aspectos, también a través de sus responsables, reconoce que la Iglesia Católica y el Papa son interlocutores dignos y eficaces que ayudan a encontrar lo mejor del mismo pueblo estadounidenses”, concluye.

SU VISITA A ESTADOS UNIDOS TRAIGA “UNA RENOVADA FE”

Al despedirse de los Estados Unidos en la noche del domingo, Benedicto XVI confesó la esperanza de que su visita sirva para traer “una renovada fe” en este país.

“Rezo por todos los Estados Unidos, realmente por todo el mundo, para que el futuro traiga una mayor fraternidad y solidaridad, un creciente respecto recíproco y una renovada fe y confianza en Dios, nuestro Padre que está en el cielo”, dijo en el aeropuerto John Fitzgerald Kennedy, al final de una visita de algo más de cinco días.

Unas 3,200 personas pudieron pasar al hangar para despedirse de cerca del Papa, en una ceremonia en la que representó a los Estados Unidos el vicepresidente Dick Cheney.

El Papa confesó que la visita que ese domingo por la mañana había realizado a la Zona Cero, donde se alzaban las Torres Gemelas, “permanecerá profundamente grabada en mi memoria.

“Seguiré rezando por los que fallecieron y por los que sufren las consecuencias de la tragedia que tuvo lugar en 2001”, aseguró.

Recordando después su visita a las Naciones Unidas, agradeció “todo lo que la Organización ha logrado realizar para defender y promover los derechos fundamentales de todo hombre, mujer y niño en cualquier parte del mundo, y aliento a todos los hombres de buena voluntad a continuar esforzándose sin desfallecer en la promoción de la coexistencia justa y pacífica entre los pueblos y las naciones”.

Cheney, que calificó al Papa de “mensajero de la paz y de la justicia”, reconoció que “esta semana ha sido memorable para los estadounidenses”, y pidió al obispo de Roma que tenga presente a su país en sus oraciones.

El Papa concluyó su discurso con el tradicional “God bless America” (“Dios bendiga a los Estados Unidos”).

Durante su estancia, Benedicto XVI visitó las ciudades de Washington y Nueva York y en esos días cumplió 81 años (el 16 de abril), y tres como obispo de Roma (el 19 de abril). VN

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