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VI ENCUENTRO MUNDIAL DE LAS FAMILIAS

Ciudad de México 2009

El cielo de la ciudad azteca se encontraba semi-nublado y con un aire fresco a la llegada de las delegaciones y representantes de 67 países, partícipes del VI Encuentro Mundial de las Familias, con el tema oficial “La Familia Formadora en los Valores Humanos y Cristianos”. En las parroquias de la Ciudad de México se apreciaban las pancartas y letreros promoviendo este encuentro y en las misas se elevaban oraciones para bendecir a todos los participantes y organizadores. El evento se componía de tres partes importantes: la reflexión teológica-pastoral, los testimonios de familias, y la misa solemne de clausura.

Los días 13, 14, y 15 de enero conformaban el tiempo para la reflexión teológica-pastoral. Durante estos tres días los participantes se congregaron en Expo Bancomer Santa Fe, un centro de convenciones al suroeste de la Ciudad de México que se caracteriza por su florecimiento económico.

Había cuatro áreas de acogimiento humano: el lobby, la sala de exposiciones, el comedor y la sala de convenciones que tenía una capacidad aproximadamente de 10,000 personas.

Antes de la ceremonia de apertura había un ánimo “mundial” que caracterizaba a los participantes, los idiomas provenientes de los cinco continentes fluían por todas direcciones. Se hizo notar la presencia de las hermanas religiosas, seminaristas, y sacerdotes de muchas partes de México, al igual que obispos y cardenales de todo el globo.

Como respectivos anfitriones, el Cardenal Norberto Rivera Carrera y el Lic. Felipe Calderón, Presidente de México, dieron palabras de bienvenida. El presidente de México provocó una reacción positiva entre los mexicanos presentes, y éste abiertamente le hizo una invitación al Papa Benedicto XVI a visitar México que le espera con “los brazos abiertos”.

Expo Familia tenía una sección infantil donde los niños podían jugar y divertirse, al igual que un domo que acogía a la audiencia estudiantil adolescente para escuchar temas de su realidad actual. En este domo se presentó Martín Valverde entonando canciones con la juventud presente. Esta sala de exposiciones contenía una diversidad de organizaciones laicales, civiles y religiosas que se comprometen a asistir a la familia. Estaba la Escuela de Pastoral, encargada de la evangelización en las comunidades parroquiales en toda la nación mexicana y de cuya organización se presentaron 1,000 voluntarios para servir en las ceremonias de clausura; la Pastoral Indígena, que se encarga de apoyar a las familias indígenas que inmigran a la Ciudad de México; el Centro Juvenil Promoción Integral y el Instituto Mexicano de Estudios Sociales, los cuales proveían información y programas para ayudar a los jóvenes a salir de la drogadicción o prevenirles de entrar en pandillas; Educación y Prevención, una organización encargada de promover la educación sexual; El Apostolado de la Nueva Evangelización, un ministerio de asistencia a los presos y a los ambulantes sin hogar, en fin, una gran cantidad de organizaciones que comparten el celo de la educación, formación, prevención y unificación de los valores religiosos y humanos en la familia.

Los mexicanos anfitriones se dieron lujo en la sala de comida, ya que se ofrecía al mediodía un platillo completo con postre y ensaladas a casi 8,000 participantes. La comida fue un manjar y una delicia los tres días que la sirvieron, y la forma en que se distribuyó fue mucho más eficaz que las inscripciones y el acceso de entrada; vale notar que las mesas eran dignamente arregladas y los servidores como sus meseros y meseras se presentaron cordialmente atentos.

Los latinos de todo el continente se hacían notar por sus porras y alegría que emanaban en los pasillos. Los cubanos, colombianos, chilenos, salvadoreños y argentinos traían canciones y porras particulares. Los guatemaltecos, italianos, mexicanos, colombianos, cubanos, y chilenos portaban sus banderas nacionales. Había una convivencia de una familia universal que vibraba en la armonía de un solo pastor, Jesucristo, que invitaba a que le escucharan en medio de las realidades de este mundo.

Las reflexiones durante estos días se abrieron con la oración Lectio Divina, y durante las sesiones de reflexión se intercalaron cantos y alabanzas de varios animadores entonando diferentes estilos musicales. Una variedad de temas fueron presentados en este encuentro, desde los valores familiares hasta análisis socio-culturales y sicológicos de la familia, las realidades espirituales y pastorales, la justicia, la inmigración y los movimientos y compromisos que la Iglesia ofrece a la familia.

Uno de los conferencistas significativos fue el Sr. Cardenal Odilo Pedro Scherer, Obispo de Sao Paulo, Brasil, quien compartió inteligentemente las realidades de las familias inmigrantes, las cuales tanto emigran a las grandes ciudades o a otros países. El cardenal hizo hincapié en la responsabilidad que debe de adoptar todo cristiano ante las familias inmigrantes las cuales son marginadas y abusadas frecuentemente por muchos sistemas, y uno debe de ofrecer apoyo y asistencia aun a pesar de lo que la sociedad contradiga. También se refirió a la responsabilidad que tiene la iglesia parroquial en ofrecer asistencia, apoyo y bienvenida a las familias inmigrantes.

El sábado 17 se caracterizó por una festividad cultural mexicana cerrada por el rezo del Santo Rosario y en entre cada misterio se leía una lectura apropiada junto con el testimonio de familias. La Familia Toffano de Italia, la Familia Colop de Guatemala, la Familia Francis Xavier de Pakistán, la Familia Simango de Malawi y la Familia Loomis de Estados Unidos, dieron sus testimonios de ejemplo cristiano y lucha por un mundo mejor desde su realidad familiar, todas estas historias breves llevaban un poderoso mensaje cristiano digno de imitación.

Hacia los últimos misterios contemplados, un aire fresco anunciaba la llegada de la lluvia que comenzó menudamente y eventualmente intensificándose por 20 minutos aproximadamente. Esto fue suficiente para que muchos en las tarimas comenzaran a retirarse justamente en el último misterio que se terminó con varias personas que tenazmente se mantuvieron a pesar de la inclemente lluvia. Este día se tendría que presentar un video-mensaje del Papa pero se anunció que se presentaría al día siguiente.

El domingo 18 de la Celebración Eucarística conclusiva de este VI Encuentro Mundial de las Familias se vio bendecido por un cielo azul que alegró el rostro a muchos de los organizadores y presentes. La plaza frente a la Basílica se llenó en pocos minutos y se presentó el video-mensaje del Papa antes de la Eucaristía.

Al final de la celebración, el Papa se enlazó en vivo desde el Vaticano dando un mensaje de paz, ánimo y apreciación por este encuentro de las familias. Comunicó en esencia que la familia es el seno de la vocación cristiana, y que la sagrada familia es el ejemplo a seguir. Anunció que para el 2012 la sede del siguiente encuentro familiar sería en Milán, Italia. En las pantallas gigantes se observaba cómo los participantes saludaban al Papa moviendo sus banderas y manos con entusiasmo.

Al final se observaba cómo los países visitantes se tomaban fotos junto a la imagen de la Virgen de Guadalupe, junto con otras delegaciones de otros países y agradecían a los mexicanos por su hospitalidad.

Fue sin duda un encuentro bendecido y lleno de ánimo para que a su regreso todos los participantes compartan en su comunidad de fe todo lo que vivieron y aprendieron. VN

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