UN ‘HOMBRE DE LA NUEVA EVANGELIZACIÓN’
(fOTO – Monseñor José Gomez, el nuevo presidente de la Conferencia de Obispos de EE.UU., espera el apoyo de obispos, sacerdotes y fieles laicos para ayudarle a tomar las decisiones apropiadas para las necesidades de la Iglesia. / victor alemán).
Monseñor José Gomez, nacido en México, es el primer latino en ocupar el puesto de liderazgo más alto en la Iglesia Católica de Estados Unidos: presidente de la Conferencia de Obispos
Por PABLO KAY
Si el sacerdote José H. Gomez necesitaba algún estímulo para convertirse en obispo, el momento fue probablemente el día de su nominación como obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Denver, el 23 de enero de 2001. Ese suceso llegó exactamente un año después de la muerte de su madre Esperanza.
Según su hermana Maricarmen Celaya, fue la enfermedad de su madre, décadas antes, lo que condujo al joven José a una relación más profunda con Cristo en oración. Finalmente se recuperó, pero la experiencia lo marcó de por vida y finalmente lo impulsó a responder al llamado al sacerdocio.
“Fue una gran coincidencia que eso le sucediera ese día”, dijo su hermana Celaya.
Si necesitaba algún otro estímulo para ser elegido presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB) casi 20 años después, fue la abrumadora mayoría de obispos que lo eligieron en la primera votación – 176 de los 238 que emitieron votos – y la ovación de pie que le siguió.
Su votación del 12 de noviembre en la asamblea de otoño de la Conferencia de Obispos (USCCB) en Baltimore convirtió al Arzobispo de Los Ángeles, nacido en México, en el primer latino en ocupar el puesto de liderazgo más alto en la Iglesia Católica en Estados Unidos.
Cuando se les preguntó acerca de su nuevo presidente, esos mismos obispos usaron para describirlo palabras como “cordial y gentil”, “respetuoso” y “con gran integridad y gran fe”.
Pero en los cordiales saludos, despedidas y felicitaciones de un obispo a otro en uno de los salones del Waterfront Marriott Hotel en Baltimore, él es simplemente “José”, el religioso que por abrumadora votación también ha sido elegido para dirigir la Conferencia de Obispos en un momento crucial para la Iglesia Católica del país.
Cuando se pregunta acerca de él, las observaciones personales de los obispos sobre el Arzobispo Gomez se pueden resumir en una palabra: confianza.
“Estamos en muy buenas manos durante los próximos tres años. Él delegará y buscará ayuda. Y la conseguirá. Tiene mucho apoyo de nuestra parte”, comentó el Obispo de Fresno Joseph Brennan, quien sirvió como vicario general bajo el Arzobispo Gomez, en Los Ángeles.
En 1999, el Padre José Gomez era un sacerdote en Houston, Texas, que lideraba la Asociación Nacional de Sacerdotes Hispanos. Ese año, el Papa Juan Pablo II viajó a la Ciudad de México para proclamar su exhortación apostólica “Ecclesia in America”.
El entonces Arzobispo de Denver, Charles Chaput, recuerda haber conocido al Padre Gomez en un autobús que se dirigía al Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe. Los dos entablaron una amistad, y poco después llamó al sacerdote mexicoamericano a Denver, para que lo ayudara a compilar una lista de candidatos latinos para el Vaticano. El propósito era ver quien se convertiría en el próximo Obispo auxiliar de la diócesis de Colorado.
“Revisé esa lista de todos ellos, y después de eso, me alejé de mi reunión con más claridad”, recordó el Arzobispo Chaput durante una entrevista con Angelus News en Baltimore. “El de arriba de todo en mi lista sería el propio José Gomez”.
“No lo sabía en ese momento”, agregó el religioso con una sonrisa.Afortunadamente para el Arzobispo Chaput, el Papa Juan Pablo estuvo de acuerdo con su recomendación, y en 2001 nombró al obispo auxiliar de 49 años de la Arquidiócesis de Denver.
Una de las personas con las que el Obispo Gomez trabajó más cerca en Denver fue con Teresa Polakovic. Durante su tiempo allí, él y Chaput trabajaron con ella y otras laicas para fundar Endow (Educar sobre la naturaleza y la dignidad de las mujeres), uno de los muchos apostolados laicos con sede en Estados Unidos, nacido del llamado del Papa Juan Pablo para una “nueva evangelización” para los ya bautizados.
Teresa Polakovic dice que el Obispo Gomez fue una fuente de aliento para Endow, cuyo objetivo es formar mujeres católicas a través de pequeños grupos de estudio, el apostolado más importante de la Iglesia.
“Fue maravilloso”, recordó Teresa. “No importa lo que él estuviese haciendo, siempre atendía mi llamada, incluso después de mudarse [a San Antonio]. Él sería la persona a quien yo llamaría en momentos de tomar una gran decisión”.
Teresa Polakovic dijo que vio de cerca cómo él se apoya en la oración para tomar decisiones importantes.
“Realmente tiene una fuerza interior profunda. En la superficie es muy amable, gentil y sensato, y esto proviene de una fuente profunda de oración. Se hace evidente cuando estás cerca suyo”.
Cuando el Obispo Gomez fue nombrado Arzobispo de San Antonio en 2004, unos años después fue reemplazado como obispo auxiliar por el Padre James Conley de la Diócesis de Wichita, Kansas.
Si bien Conley no conocía al Arzobispo Gomez en ese momento, ciertamente había oído de él.
“Era amado por la gente de allí”, recordó Conley, quien hoy es el obispo de Lincoln, Nebraska. “Vivía en la misma pequeña parroquia en el centro de Denver, donde era pastor, y celebraba misa todos los días por la gente. Era una presencia muy accesible y humilde en Denver”.
Al igual que el Arzobispo Gomez, el Obispo Kevin Vann de Orange sirvió en Texas antes de venir a California. Cuando el pastor de Springfield, Illinois, fue nombrado el próximo obispo de Fort Worth en 2005, fue como coadjutor, lo que significa que compartiría la administración de la diócesis con su predecesor durante un período de transición.
Pero el Obispo Vann nunca tuvo ese momento de transición. Su predecesor murió el día antes de ser ordenado obispo por el Arzobispo metropolitano local de Fort Worth de ese momento, el Arzobispo Gomez.“Tuve que asumir el cargo sin haber sido obispo, excepto ser pastor”, dijo Vann. “Él siempre me ayudó porque yo era un obispo nuevo. Me dio muchos consejos sobre cómo proceder”. (Ese consejo incluía alentar a Vann a repasar su español en su nueva diócesis hispana de Texas).
“Cuida mucho a todos, especialmente a los migrantes y los no nacidos”, dijo el Obispo Vann. “Y sé muy amable, gentil y respetuoso cuando trates con la gente”.
El hombre que se convirtió en el otro arzobispo metropolitano de Texas en 2004, el Cardenal Daniel DiNardo de Galveston-Houston, trabajó junto al Arzobispo Gomez para dirigir a los obispos de Texas y, unos años más tarde, a todo el país.
“Es muy cálido, es muy directo, tiene un gran sentido del humor y ama al Señor Jesús. Eso es suficientemente bueno para mí”, dijo el Cardenal DiNardo con una sonrisa.
Cuando se menciona la herencia del Arzobispo Gomez, a menudo se la asocia con su papel de voz principal en nombre de los inmigrantes latinos del país.
Desde que se convirtió en Arzobispo de la Arquidiócesis de Los Ángeles, la más grande del país, ha prestado su apoyo a diferentes iniciativas, litúrgicas y grupos de defensa que involucran a la comunidad inmigrante. Y ha establecido relaciones con otros líderes religiosos y políticos de ambos lados para impulsar una reforma migratoria en la cual predomine el sentido común.
“Creo que ha demostrado con sus acciones en Los Ángeles, y también antes, en San Antonio y a mi lado en Denver, que él es un hombre de la nueva evangelización”, dijo el Arzobispo Chaput sobre el nuevo presidente de la USCCB.
A medida que la Iglesia de Estados Unidos continúa trabajando para enfrentar la crisis de abuso sexual y se prepara para acompañar a los católicos a través de lo que promete ser un año electoral tumultuoso, el pastor de la arquidiócesis más grande del país, sabe que no puede asumir solo las responsabilidades adicionales.
“Es un desafío, porque los requisitos administrativos del prelado en Estados Unidos son enormes”, reconoció el arzobispo en una entrevista con Angelus News.
Monseñor Gomez dice que espera “confiar totalmente en las personas que me rodean. Los obispos, sacerdotes y también los fieles laicos que me ayudarán a tomar realmente las decisiones apropiadas para las necesidades de la Iglesia en Estados Unidos”, dijo.
También incluirá al Arzobispo de Detroit Allen Vigneron, quien fue elegido en Baltimore para servir como vicepresidente de la conferencia durante los próximos tres años.
“Es un caballero y un hombre gentil”, explicó. “Me encanta el hecho de que él tenga ideas claras, muy claras y visión. Y al mismo tiempo, él escucha”. VN
- Pablo Kay es Editor en Jefe del Angelus News.
BIOGRAFÍA DE MONSEÑOR JOSÉ H. GOMEZ
Monseñor José Gómez nació el 26 de diciembre de 1951 en Monterrey (México), hijo del doctor José H. Gomez G. y Esperanza Velasco, ambos ya fallecidos. Tiene tres hermanas mayores y una menor.
Fue ordenado sacerdote de la Prelatura del Opus Dei el 15 de agosto de 1978, por el Cardenal Franz König, Arzobispo Emérito de Viena, en el Santuario de Torre en España.
Tiene un doctorado en Sagrada Teología. Recibió su título de contabilidad y se graduó en Filosofía en 1975, en Ciudad de México. En 1978 completó sus estudios de Teología en el Campus de Roma de la Universidad de Navarra, y empezó a trabajar en su doctorado en Teología en la misma universidad pero en su sede de Pamplona (España). Recibió su doctorado en 1980.
De 1987 a 1999 vivió en la Iglesia Nuestra Señora de la Gracia en San Antonio, ayudando en el trabajo pastoral de la parroquia. Durante ese tiempo, ayudó en la Diócesis de Galveston-Houston, en Katy, Texas.
Se ha destacado como líder nacional entre los sacerdotes hispanos en Estados Unidos. En 1991 fue nombrado representante regional de la Asociación Nacional de Sacerdotes Hispanos (ANSH); en 1995 fue elegido su presidente y de 1999 a 2001 sirvió como director ejecutivo.
La ANSH es una organización cuyo fin es fortalecer los lazos de fraternidad entre los 2,400 sacerdotes hispanos en Estados Unidos, y comunicar la fe con efectividad entre distintas congregaciones hispanas.
Fue designado Obispo Auxiliar de Denver el 23 de enero de 2001. Recibió la ordenación episcopal el 26 de marzo de ese mismo año.
En 2003 recibió el premio anual “El Buen Pastor” de la Asociación Nacional de Sacerdotes Hispanos.
Es también un promotor entusiasta de vocaciones al sacerdocio y a la vida religiosa, y continuamente alienta los fieles católicos a testimoniar la fe en su vida cotidiana. También tuvo un importante rol en la fundación del Seminario Hispano de Santa María de Guadalupe en Ciudad de México, que fue inaugurado en agosto de 2000.
Fundado por el Cardenal Norberto Rivera Carrera, el seminario forma a seminaristas hispanos quienes luego servirán en Estados Unidos.
Monseñor Gomez también ha liderado la formación del Centro San Juan Diego para el Cuidado Pastoral y de la Familia, en Denver, un centro para la formación de líderes laicos que ofrece servicios de acogida a los inmigrantes.
También sirvió como rector de la Catedral Basílica de la Inmaculada Concepción en Denver de 2001 a 2003. Luego fue nombrado moderador de la Curia y vicario general de la Arquidiócesis de Denver, y también párroco de la Parroquia Madre de Dios, en Denver.
Fue designado Arzobispo de San Antonio el 29 de diciembre de 2004 y asumió esta sede el 15 de febrero de 2005. Ese mismo año fue nombrado por la revista Time como uno de los 25 hispanos de mayor influencia en Estados Unidos, y en 2007 salió en una lista de CNN sobre “Hispanos Notables”, en un especial en Internet por la celebración del “Mes de la Herencia Hispana”. En el 2006, Monseñor Gomez presentó la idea de la Fundación de la Comunidad Católica para la Iglesia Católica Romana de la Arquidiócesis de San Antonio. A través de su visión, diligencia y fuerte apoyo, la Fundación se hizo realidad.
En 2007 tuvo un importante papel en la creación de la Asociación Católica de Líderes Latinos (C.A.L.L.), generando el encuentro entre líderes y obispos latinos. El propósito de la Asociación es crear un impacto en el diálogo nacional y contribuir a la misión de la Iglesia, identificando iniciativas importantes para la construcción de una sociedad católica, y apoyándolas según las pautas dadas por los obispos.
El día 25 de julio de 2008 fue nombrado por el Papa Benedicto XVI como consultor de la Pontificia Comisión para América Latina, cuyo fin es ayudar a las necesidades humanas y materiales de la Iglesia en América Latina.
El 6 de abril de 2010 fue designado Arzobispo Coadjutor de Los Ángeles, sede que asumió plenamente el 1 de marzo de 2011 en reemplazo de su predecesor, el Cardenal Roger Mahony.
En octubre de 2017 se convirtió en el primer Prelado de origen mexicano en celebrar la llamada Misa Roja anual en la Catedral de San Mateo en Washington, ante una gran cantidad de juristas y profesionales dedicados al campo de las leyes. Se llama así por el color de la vestimenta utilizada por los celebrantes y el color del fuego, símbolo del Espíritu Santo. VN
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