TRABAJADORES TEMPOREROS Y ACTIVISTAS PIDEN FIN REDADAS Y APROBACIÓN REFORMA

Más de 200 trabajadores temporeros y activistas provenientes de todo el país se dieron cita hoy frente al Congreso de EE.UU. para exigir el fin de las redadas contra indocumentados y reclamar la aprobación de una reforma migratoria justa.

La Red Nacional para la Organización de Jornaleros (NDLON, en inglés) inició hoy la conmemoración de su IV Asamblea Nacional con un programa de actividades que comenzó con el discurso del presidente de la Unión Internacional de Trabajadores de Norteamérica (LIUNA), Terence O’Sullivan, y concluyó con una visita a varios de los integrantes de la Cámara de Representantes.

Tantos los jornaleros como los activistas llevaron ante los legisladores decenas de misivas en las que se denunciaba la separación de niños menores de edad de sus padres y el abandono sin supervisión adulta que sufren posteriormente.

“Una reforma migratoria integral ha de ser aprobada, exigirlo es lo correcto, todos los trabajadores debemos unirnos y defender los principios sobre los que fue fundado nuestro movimiento”, afirmó O’Sullivan al comienzo de la Asamblea.

El máximo dirigente de LIUNA criticó especialmente la medida aprobada recientemente en el condado de Prince William (Virginia) que niega, salvo en casos de emergencia médica, el acceso a los indocumentados a diversos servicios públicos.

“Hay que seguir luchando contra estas injusticias, no podemos dejar solos a quienes las sufren”, agregó O’Sullivan, quien no ocultó que desea un demócrata en la Casa Blanca a partir del año que viene.

“En ese momento se podrá lograr una reforma migratoria amplia que reconozca la inmensa aportación de los inmigrantes que trabajan todos los días y aportan de forma decisiva a la economía, a la cultura y la sociedad de EE.UU.”, concluyó.

Junto a esas reclamaciones, la NDLON exigió que los cerca de 12 millones de indocumentados que residen en EE.UU. reciban visas que les facilite un camino a la ciudadanía, sin multas u otros castigos.

Asimismo, solicitó protección laboral para todos los empleados y la supresión de cualquier tipo de programa para trabajadores temporales, que facilitan su explotación y crean miembros de segunda clase, según explicó Pablo Alvarado, director de la organización.

Los jornaleros y activistas, que instantes después se manifestaron frente al Capitolio, aprovecharon este encuentro para discutir los posibles cambios que se deben introducir en el debate migratorio para que éste llegue a buen puerto.

Braulio Alberto González, un jornalero guatemalteco de 52 años procedente de Redondo Beach (Los Ángeles), indicó a Efe que el objetivo de su viaje a Washington obedecía a la necesidad de reclamar los derechos básicos de los trabajadores.

“No estoy aquí por mí, sino por los demás; yo tengo papeles, pero los congresistas deberían ayudar a los indocumentados, son quienes levantan la economía de este país”, manifestó.

Un caso llamativo es el de Dennis Soriano, un joven hispano residente en Nashville (Tennessee), que al igual que otros miles de inmigrantes ayudó a reconstruir Nueva Orleans tras la destrucción que provocó el huracán “Katrina” y que ahora comprueba cómo las autoridades le niegan su permanencia en la ciudad por su estatus de indocumentado.

La Asamblea se extenderá hasta el próximo domingo y, además de la presencia mañana, viernes, de John Sweeney, presidente de la mayor coalición sindical de EE.UU., AFL-CIO, hay planeadas diversas manifestaciones, vigilias e incluso actividades culturales organizadas por los propios trabajadores temporeros. VN

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